El béisbol es una meritocracia. Tenemos millones de estadísticas que nos dicen cuales jugadores son mejores que otros. Sigue luciendo bien, y seguirás jugando. Deja de rendir, y te enviarán a la banca, te enviarán a las menores o te dejarán en libertad.
Excepción: El béisbol también tiene un sistema de clases. Los veteranos son tratados de forma diferente. Ellos tienen las mejores localidades en el camerino, ellos pueden elegir la música, pueden hacer que los novatos tengan que usar ropas graciosas, y hacen que tengan que cargar cosas hacia el bullpen. Pero más importante que cualquier otra cosa, si tienen problemas con su rendimiento, se les tiene más paciencia.
Prince Fielder está teniendo problemas. Batea .205/.274/.315 con cinco jonrones. Entre los jugadores calificados, solo Nick Ahmed, Alcides Escobar y Billy Burns tienen un OPS más bajo. Se ubica en el puesto 148 entre 170 jugadores titulares calificados en poder aislado, justo por debajo de su compañero Elvis Andrus, un tipo que no es exactamente reconocido por su poder. Su tasa de boletos está en el punto más bajo de su carrera. Su "promedio de pelotas bien bateadas" - el porcentaje de pelotas descritas como bateadas duro - se encuentra en el punto más bajo de su carrera. Es difícil ver algo positivo aquí. Quizás ha tenido algo de mala suerte con sus rodados y sus líneas suaves, como lo indica su promedio de pelotas en juego, que es de .226, el quinto peor en las mayores.
He aquí una tabla que indica un jugador en declive severo, al mirar algunas estadísticas importantes (obviando el 2014, cuando fue sometido a una cirugía de cuello y se perdió casi la totalidad de la temporada):
Dos columnas sobresalen de esta tabla. La columna de "competitividad" indica el porcentaje de pitcheos dentro de un radio de 18 pulgadas del centro de la zona de strike. Fielder está viendo muchos más lanzamientos en el medio de la zona este año; simplemente los lanzadores ya no le tienen miedo. Y entonces está la columna de "promedio de pelotas bien bateadas", donde Fielder ha tenido un declive sostenido por varios años. Él simplemente ya no batea la pelota tan duro como solía hacerlo. Él ha tratado de hacer sus ajustes, pero eso ha tenido como resultado un poco de mayor agresividad en el plato, lo que ha llevado a una mayor tasa de pelotas perseguidas y una menor tasa de boletos. Algo de su declive el año pasado quedó enmascarado por su BABIP, que fue el más alto de su carrera.
¿Qué deben hacer los Vigilantes de Texas? Ciertamente, ellos tienen todo el incentivo posible de ver si Fielder puede salir de su mala racha. Él está firmado hasta el 2020, y aunque los Tigres tienen que pagarle $6 millones de su salario por temporada, los Vigilantes son responsables de $18 millones anuales - eso suma $72 millones en salarios futuros más allá de esta temporada. Fielder no es solo un veterano, sino un veterano respetado que fue un Todos Estrellas tan recientemente como en el 2015. Quizás tenga una lesión con la que está batallando y que los Vigilantes han mantenido en silencio. Además él cumplió 32 años en mayo y quizás su cuerpo finalmente esté dando señales de agotamiento. Sin embargo, ha sido uno de los peores jguadores en la liga; dado el hecho de que no tiene valor en el terreno en las bases, tendría que batear a un nivel extremadamente alto para producir valor para los Vigilantes.
Sentado en Triple A se encuentra Joey Gallo, el toletero de 22 años con un poder prodigioso. Bate .263/.402/.594 con 14 jonrones en 160 turnos. No va a batear para un gran promedio, pero no existen dudas de que superaría con creces la producción de Fielder ahora mismo, y provee flexibilidad para jugar en la tercera base, la primera base o en lardín izquierdo. Además los Vigilantes tienen además a Jurickson Profar, quien ha bateado bien desde su ascenso pero que ha fungido esencialmente como utility ahora que Adrián Beltré ha vuelto a la alineación. Y con Shin-Soo Choo de vuelta, Ryan Rua verá menos tiempo de juego y batea .287/.368/.485. Se puede argumentar que la mejor alineación de los Vigilantes debe incluir a Gallo y Profar en vez de Fielder y Mitch Moreland, con Rua jugando por lo menos como titular ante lanzadores zurdos.
No es una decisión fácil para el manager Jeff Banister. Tiene algo de espacio para maniobrar dado su puesto en la tabla de posiciones, ya que los Vigilantes tienen ventaja de 10 juegos sobre los Astros. Pero Houston está comenzando a recuperarse, y a pesar de lo bien que han jugado los Vigilantes, Colby Lewis y Derek Holland se acaban de unir a Yu Darvish en la lista de lesionados. No hay urgencia de tomar una decisión ahora, pero una ventaja de 10 juegos puede en ocasiones desvanecerse sorpresivamente rápido. Quizás Banister sienta que le debe a Fielder el dejarlo en la alineación. Un Fielder infeliz y malhumorado - que es un escenario potencial si es enviado a la banca - no sería algo positivo para el ambiente del camerino. Pero Banister también le debe al equipo el colocar la mejor alineación posible.