Con una capita de nieve todavía latente sobre el césped del campus de ESPN en Bristol, Connecticut, y con otra amenaza de tormenta anunciada para esta noche, hablar de la primavera por estas latitudes es casi una provocación contra la naturaleza.

La mejor ventana para presentir el sol prometido dentro de las próximas semanas -- los únicos refugios del frío -- son esas tardes breves en que la temperatura sube un tantito por encima del punto de congelación, y las luces cálidas del televisor al dibujar los verdes campos de entrenamiento en Florida y Arizona sobre la pantalla plana.

Mucho ha sucedido en el mundo del béisbol de Grandes Ligas desde que dejamos atrás a los campeones Gigantes de San Francisco y a sus rivales Vigilantes de Texas en Arlington. Y como no existe realmente un tema preciso para iniciar el ciclo de 2011 de este blog entre tantas noticias, les dejo con algunos apuntes primarios al ruedo de los entrenamientos de pretemporada.

Ellos son Carlos y se entienden

Carlos Silva inició los entrenamientos de primavera con los Cachorros de Chicago permitiendo seis carreras (tres limpias) en su primera entrada y luego se enfrascó en una discusión con Aramis Ramírez.

Zambrano
Zambrano
Silva
Silva

En su segunda salida, Silva toleró ocho carreras en 2.1 entradas y en lugar de discutir con algún compañero de azul, le envió un mensaje de texto a su cuate de rotación Carlos Zambrano.

"Justo cuando terminé de lanzar, le envié un mensaje de texto a Zambrano, y le dije, 'Hombre, yo no sé qué es lo que está pasando", dijo Silva al diario Chicago Sun-Times. "Lo que me dijo en su texto fue, 'Tú sólo tienes que olvidarte de todo, sal allá afuera y lanza, y haz lo que tú sabes hacer. ¿Tú sabes cómo lanzar, tú lo has hecho antes, así que por qué no puedes hacerlo de nuevo?' Es cierto".

Silva rindió sorpresivamente y de forma inmediata al llegar a los Cachorros en cambio por Milton Bradley, y fue uno de los mejores lanzadores de la Liga Nacional en la primera mitad de 2010 con foja de 9-3 y 2.89 de efectividad al caer el Juego de Estrellas en el calendario. Pero este año se cuestiona su posición como abridor de Chicago.

"Para ser honesto, yo siempre me he preocupado", dijo Silva. "¿Acaso eso me va a arruinar? Es decir, la última vez yo ni siquiera hablé con mi propio hijo".

El novato manager de los Cachorros, Mike Quade, testigo de las agrias explosiones de Zambrano en el pasado, respaldó la comunicación entre los Carlos venezolanos.

"Mira, a mí no me importa quiénes son tus amigos cuando tú tienes un mal día", dijo Quade. "Tú los llamas para que te den apoyo. ¿Quién lo va a consolar si no es el tipo que es un buen amigo de él? Yo creo que Silva estará bien. En verdad así pienso".

Con el manager Lou Piniella, el entrenador de lanzadores Larry Rothschild y el primera base Derrek Lee fuera del camino, los dos Carlos tienen el terreno abierto para un nuevo comienzo en el camerino de Chicago.

Cero tercera para Edgar Rentería

Edgar Rentería se mudó de San Francisco a los Rojos de Cincinnati tras su crucial jonrón de Serie Mundial, y parece que su tiempo de juego se limitará al campocorto y la segunda base.

Rentería
Rentería

"Mientras Brandon (Phillips esté) saludable, quienquiera que juegue detrás de Brandon no jugará mucho", dijo el manager de los Rojos, Dusty Baker, al portal Cincinnati.com. "Pero qué pasa si algo le sucede a Brandon. Rentería también jugará en el campocorto. Cuánto tiempo jugará depende de cómo juegue (Paul) Janish".

Baker descartó utilizar a Rentería en la tercera base por petición del propio jugador colombiano.

"Probablemente no", dijo Baker. "Yo tengo a (Juan) Francisco, (Todd) Frazier, (Chris) Valaika y (Miguel) Cairo. Además, yo hablé con Edgar. Él no se siente muy cómodo jugando tercera. Es mucho más cerca. Cuando envejeces, la cercanía y las reacciones no concuerdan, especialmente si nunca has jugado ahí".

Tejada aliviado en retaguardia de Gigantes

Hablando de los Gigantes, el sustituto de Rentería en San Francisco, Miguel Tejada, se siente inspirado en su nuevo hogar.

Tejada
Tejada

Tejada reconoce que su defensa del campocorto será clave para alcanzar otra serie de postemporada detrás del excelente pitcheo de Tim Lincecum, Matt Cain, Brian Wilson y compañía.

"Estoy contento y orgulloso de jugar detrás de Wilson", dijo Tejada a CSNbayarea.com. "Mi promedio de bateo subirá… Enfrentar a estos tipos es difícil".

El campocorto dominicano vio sus esperanzas de playoffs tronchadas en 2010 cuando los Padres de San Diego perdieron su ventaja en la División Oeste de la Liga Nacional ante los eventuales campeones de la Serie Mundial.

"Cuando ellos jugaban contra nosotros, yo no lo miraba al rostro", dijo Tejada sobre el taponero Wilson. "Él y (Sergio) Romo, ellos eran intimidantes".

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En lo que esperamos la próxima recta de 105 millas por hora del zurdo cubano Aroldis Chapman, los Rojos de Cincinnati todavía no han decidido si lo usarán como relevista o abridor en la temporada 2011.

Según indicó el gerente general de los Rojos, Walt Jocketty, durante el receso de temporada Chapman realizará sus prácticas en Miami junto al entrenador físico Matt Krause con el fin de trabajar como abridor, aunque todavía se proyecta en el papel de relevista para la próxima campaña.

"Lo prepararemos para ser abridor", dijo Jocketty el martes al diario Cincinnati Enquirer. "Luego veremos cómo va todo en los entrenamientos de primavera. Si nos sentimos bien con la rotación, siempre podemos enviarlo al bullpen".

Chapman

Chapman

El cubano de 22 años de edad firmó con los Rojos en enero por seis años y $30,25 millones, y quebrantó todas las marcas reconocidas al ser medido hasta las 105.1 millas por hora en la pistola de velocidad.

"Una vez lleguen los entrenamientos de primavera tendremos más información", agregó Jocketty. "No hemos tomado una decisión final todavía. A loargo plazo, lo visualizamos como abridor".

Es una situación parecida a la del cerrador de los Vigilantes, Neftalí Féliz, quien preferiría hacer el trabajo de abridor, pero ha sido tan efectivo como taponero que Texas no piensa retirarlo del bullpen en 2011.

Perdedor del Juego 2 contra los Filis en la serie divisional, Chapman dejó a muchos fanáticos del béisbol con las ganas de verlo lanzar más largo y tendido tras poco más de un mes de trabajo en Grandes Ligas.

Con Francisco Cordero contratado como taponero bajo salario de $12 millones, Chapman tendrá por lo menos un año más para afilar sus destrezas sobre el montículo antes de asumir mayores responsabilidades con Cincinnati.

"Yo personalmente lo veo en alguna parte del fondo del bullpen", dijo el manager Dusty Baker a una estación de radio. "Porque es difícil encontrar a un tipo que pueda sacar de out igualmente a los derechos y a los zurdos, y con la gasolina que él tiene, y todavía no hemos visto su curva ni su cambio de velocidad, así que su potencial es increíble".

Los Rojos, campeones de la División Central de la Liga Nacional, tienen hasta el jueves para decidir qué hacer con las opciones de club de Bronson Arroyo, Aaron Harang, Jonny Gomes y Orlando Cabrera.

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Ningún pelotero de los Gigantes de San Francisco, ni Willie Mays, ni Jeff Kent, ni Barry Bonds, ha jugado un papel más importante por ese equipo que el colombiano Edgar Rentería en la postemporada.

Sus asombrosos números de la Serie Mundial del 2010 le ganaron el premio de Jugador Más Valioso en el campeonato. Su entrega al deporte le ganaron a San Francisco la primera corona de béisbol de su historia.

Esas dos situaciones, de por sí, son buenas para argumentar que Rentería, un campocorto natural de 35 años de edad, debe retirarse. A sólo días de su gloriosa gesta en la Serie Mundial, la opción de club para retener sus servicios por $9,5 millones fue rechazada por los Gigantes.

Edgar Rentería

Getty Images

El jonrón de Edgar Rentería contra Cliff Lee nunca será olvidado en San Francisco, ni en Texas

Así es el béisbol. Un día estás en el tope de la cima y una semana después estás desempleado.

Sería muy difícil para Rentería repetir el escenario triunfal del 2010 para poder decirle adiós al béisbol de Grandes Ligas al tope del universo y con el JMV entre sus manos. Sería muy difícil para él competir por su posición día a día o hacer la transición para jugar del banco.

Si quisiera regresar a las mayores en el futuro, tendrá que practicar intensamente la posición de segunda y tercera base durante los entrenamientos de primavera para aumentar su valor como jugador utility, marcando una nueva etapa en su carrera profesional.

Pero hay una razón más punzante pasa recomendar su retiro inmediato: Su gran orgullo pelotero. Después del Juego 1 de la serie de campeonato de la Liga Nacional contra los Filis de Filadelfia, Rentería le dijo a los periodistas que no quería hablar con la prensa porque él no había jugado.

"No, yo no jugué", dijo Rentería, molesto por no tener la oportunidad de aportar en el triunfo de los Gigantes por 4-3 sobre los Filis. "Cuando yo juegue, yo hablo".

No puede culparse a un pelotero por querer jugar sobre todas las cosas. Lo entendemos. Cuando comenzó a jugar, y San Francisco empezó a ganar, Rentería fue muy generoso con su tiempo con los periodistas.

Pero ese mismo fuego que hace de Rentería un pelotero tan arrojado y admirable en el terreno es el fuego que tendrá que aprender a controlar si quiere continuar su carrera como campocorto en transición a jugador hácelotodo del banco.

A menos que Rentería esté muy seguro de que puede dar un año más de juego intenso -- con todo y sus lesiones -- y que no perderá su puesto en la alineación ante un novato de las menores, mejor es que se retire ahora desde lo más alto en la gloria.

A lo largo de la postemporada, Rentería demostró mucha pasión por el desarrollo del béisbol en Colombia. Hablaba de eso hasta sin preguntarle. Mejor dedicarle unos buenos años a esa empresa tan loable en su país a tener que sufrir 162 partidos amargado sin garantías de jugar.

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Horas antes de la fecha de expiración de la opción de club por David Ortiz, los Medias Rojas de Boston decidieron retener al toletero dominicano por $12,5 millones.

Esta no era la preferencia de Big Papi, quien le pidió a Boston una extensión de contrato de dos años en octubre porque no estaba satisfecho con regresar al equipo sin garantías para la temporada 2012.

"Yo no estoy cómodo de regresar por sólo un año porque será la misma montaña rusa en la que tuve este año", dijo Ortiz antes de finalizar la temporada. "Yo sólo quiero acabar con todas las tonterías y volver a ser el tipo que era antes, un tipo feliz que no tiene que estar contestando preguntas que sólo tienen que ver con controversias".

Ortiz cumple 35 años el 18 de noviembre y jugará su novena temporada con Boston en 2011. Su campaña de 2010 fue una mejoría en comparación con la de 2009, cuando pasó los primeros dos meses con un solo jonrón en sus archivos.

David Ortiz

Bateador designado
Medias Rojas de Boston

Perfil

Estadísticas 2010
J HR RBI R OBP PROM
145 32 102 86 .370 .270

Desde entonces, muchos aficionados de los Medias Rojas han despreciado el trabajo realizado por él en el plato. Pero en 2010, el seis veces estrella fue uno de los mejores bateadores de la liga contra los lanzadores derechos con .297 en promedio de bateo, .416 de embasamiento y .643 de slugging. En total para 2010, marcó 32 jonrones y 102 remolques.

Pero su debilidad contra los lanzadores zurdos fue evidente con promedio de bateo de .222, y hasta fue reemplazado en la alineación por el manager Terry Francona contra los diestros a principios del año.

"Por eso no quería regresar por un solo año, porque yo sé que será la misma cosa", dijo Ortiz en octubre. "Tan pronto tienes una mala racha de una semana, será la misma cosa. La gente dice que eres viejo, dice que ya no tienes velocidad en el bate. La gente habla toda clase de tonterías".

Su tasa de 4,37 lanzamientos por aparición en el plato fue la mejor de su carrera, y solamente José Bautista, Paul Konerko, Miguel Cabrera, y Josh Hamilton pegaron más jonrones por cada aparición en el plato en 2010.

"Debido a quién es él y por la pasión con la que todo el mundo sigue este equipo, él tuvo que aguantar muchas cosas", dijo el gerente general Theo Epstein al final de la temporada. "Tenía una gran carga, una carga de expectativas y cuestionamientos. Él hizo un trabajo increíble al echar eso a un lado y enfocarse en su trabajo en el plato -- y lo logró, no se desconectó por casi cinco meses. Él acumuló buenos números, casi todo lo que le podrías pedir a tu bateador designado, y tuvo un gran año".

El activar la opción de club negociada en el contrato de 2006, no es un impedimento para que Boston y Ortiz puedan llegar a un acuerdo de contrato más allá del 2011. Con Adrián Beltré y Víctor Martínez enfilados como agentes libres, los Medias Rojas tienen otros asuntos más importantes de qué preocuparse antes de decidir qué hacer con Ortiz para 2012, como entrar en la subasta por la firma de Cliff Lee, Carl Crawford, Rafael Soriano, Adam Dunn y Jayson Werth, o quedarse atrás una vez más ante la chequera sin fondo de los Yankees de Nueva York.

De los 32 jonrones de Ortiz el año pasado, 15 de ellos fueron vuelacercas en Fenway Park. Ahora que los Medias Rojas se aprestan a recortar la distancia desde el plato hasta el jardín derecho/central de 383 pies a 374 -- para hacerle un bullpen más amplio y seguro a los relevistas -- Big Papi podría tomar ventaja de las nuevas dimensiones del terreno y estirar su carrera en Boston por un par de años más.

¿Cuántos jonrones más tendría si los Medias Rojas hubiesen achicado la cerca del jardín derecho/central desde que Ortiz llegó a Boston en 2003?

"¿Desde que estoy aquí? Como 100" jonrones, dijo Ortiz. "Yo he bateado muchas bolas al frente de esa cerca, o contra la cerca ¡Muchísimas!".

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ARLINGTON -- Al abrirse de par en par las puertas del camerino visitante para darle paso a los miembros de la prensa, sale un olor tan fuerte a champán, cerveza y el alcohol que usted prefiera que basta sólo respirar para embriagarse. Huele a borrachos, borrachos de alegría.

El Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, Edgar Rentería, se trepa en una mesa entre una multitud de peloteros, oficiales, familiares y periodistas para levantar el trofeo que demarca el primer campeonato de los Gigantes desde que mudaron sus sucursales a San Francisco en 1958.

"World Champions!!!!!", grita el colombiano en inglés y sus compañeros lo bañan a chorros, otra vez, de Mumm Napa importada directamente de California a Texas en el mismo avión del equipo para celebrar esta precisa ocasión.

Veo al dominicano Juan Uribe en una esquina. Camina, corre, camina, de un lado a otro como un loco frente al pasillo de las duchas, y guarda una botella ordinariamente grande de Mumm Napa dentro de uno de los bolsillos traseros de su pantalón.

Lo quiero entrevistar, pero Uribe se me escapa detrás del plástico protector de los casilleros donde cuelgan los banderines de campeón negros y anaranjados un día después de Halloween.

Uribe no sale de atrás del plástico blanco hasta que corre a las duchas, donde Tim Lincecum, ganador del Juego 1 y Juego 5 de la serie, le grita "¡Papi, Papi!", y lo recibe con un abrazo.

Rentería está rodeado por cámaras y grabadoras, y un oficial de Grandes Ligas tiene que hacer un gran esfuerzo para lograr llevárselo al cuarto de entrevistas donde otra manada de reporteros espera hacerle las preguntas que proveerán las citas para llenar los diarios al otro día.

Cuando se marcha por la puerta del camerino escoltado por los agentes de MLB, ruge otra vez la consigna ensordecedora de "MVP, MVP, MVP!!!!!", y Rentería levanta las manos para reconocer su quinta, sexta -- qué diablos si ya perdí la cuenta -- ovación.

Veo que mi compañero de labores Héctor Cruz se ve ahogado por champán gracias a una travesura de Guillermo Mota, y es ahí cuando me percato de que esta vez Juan Uribe no va a salir a conversar y que es hora de pasar al camerino contrario.

Como siempre, Bengie Molina da la cara por el equipo y contesta una pregunta detrás de otra en inglés y español, con mucha paciencia, con un poco de tristeza, pero sin ningún rencor.

Molina es el único miembro de los Vigilantes que se llevará un anillo de la Serie Mundial porque jugó más de la mitad de la temporada con los Gigantes, pero ahora no es momento de hablar de esas cosas con los pocos periodistas que visitan el camerino de Texas.

"Estoy feliz por ellos", dijo Molina sin dejar escapar una sola sonrisa que no existe. "Esa gente es como mi familia".

El coach de lanzadores Mike Maddux interrumpe cordialmente a los periodistas que entrevistan a Molina para darle un abrazo a su catcher veterano.

"Thank you", le dice Molina a Maddux en un tono muy sincero luego del abrazo fraternal.

"No, thank you, thank you", replica Maddux señalando a Molina con el dedo, como para decir "si no fuera por ti, no estaríamos aquí ahora mismo".

El silencio es tan abarcador en este otro camerino de los perdedores que el único ruido constante es el sublime chocar de los bates dentro de los bolsos que recogen los ayudantes.

Aún en su estadio local, las pertenencias de los casilleros se recogen a toda prisa, y al ver la hora en el reloj -- zona central -- yo decido que es momento de partir hacia la lejana área de prensa auxiliar a escribir este blog para despedirme de esta magnífica edición de la Serie Mundial.

ARLINGTON -- En el día de las brujas, los fanáticos de Texas realizaron una peregrinación agridulce desde el faraónico Cowboys Stadium hasta el poco más moderado Ballpark de los Vigilantes.

Aficionados
APHubo toda clase de disfraces presentes en Arlington

Una vez llegamos al aeropuerto de Dallas-Fort Worth el viernes en la tarde, sabíamos que una de las actividades obligadas para el domingo sería visitar el nuevo estadio de Jerry Jones, el dueño de los Cowboys, aunque nuestra misión principal era seguir la Serie Mundial entre los Vigilantes y los Gigantes de San Francisco para ESPNdeportes.com.

Desde muy lejos del estadio, al caminar por estas planicies infinitas de Arlington, se ve el brillo de la pantalla de alta definición de 60 pies por 72 pies (49 metros por 22 metros), con una diagonal de 175 pies (53,34 metros), para un total de 11.520 pies cuadrados (1.070 metros cuadrados), la más grande del mundo y también conocida como "Jerry-Tron" en honor al estrambótico dueño de los Cowboys.

Una vez dentro del estadio, vimos una fila de fuentes de chorros de agua que suben y bajan sincronizadamente, una burbuja de plástico poblada por televisores y plataformas de bailarinas para promocionar una marca de cerveza. En el medio tiempo, se presentó una coreografía impresionante con cientos de personas sobre el terreno por motivo del día de Halloween en la que se imitaba el video "Thriller" de Michael Jackson.

Pero con el mariscal de campo Tony Romo lesionado y los Cowboys entregando un pase detrás de otro al equipo contrario, ya desde el segundo periodo la gradería gritaba "Let's Go Rangers", y la gente comenzaba a partir del estadio. Finalmente, los Cowboys perdieron 35-17 contra los mediocres Jacksonville Jaguars (4-4) el domingo para sembrarse en las profundidades del sótano del Este de la NFC con récord pésimo de 1-6.

La actitud de los fanáticos demuestra un giro asombroso pues los Cowboys, también apodados el "Equipo de América", son el alma y espíritu del inmenso estado de Texas. La temporada de NFL aún no cumple el medio camino y ya los fanáticos se resignan a pensar en los prospectos de la próxima temporada.

Muchos, sin embargo, los que no estaban disfrazados de Jackie Moon, Elvira o el vaquero improvisado del Fantasma de la Ópera, se quitaron sus jerseys de los Cowboys y se metieron en sus camisetas de los Rangers con alegría.

"Si no fuera por los Rangers", me dijo un fumador a las afueras de estadio, "esta ciudad estaría deprimida".

SAN FRANCISCO -- Poncharse contra Cliff Lee no es difícil, muchos lo han logrado y hasta puede ser considerado un privilegio tomarle par de turnos al bate, un buen swing, contra uno de los mejores pitchers en la historia de la postemporada.

El miércoles Juan UUUUUUUU-ribe le hizo swing a Lee, muchos swings para ser sinceros, como lo ha hecho tantas veces contra tantos otros lanzadores de primera fila en esta postemporada. Y con sus muchos swings agresivos, los Gigantes tejieron una victoria importante en el Juego 1 de la Serie Mundial entre hits, errores y pelotazos.

"Todo el mundo lo sabe, Cliff Lee es tremendo pitcher", dijo Uribe a ESPNdeportes.com. "Mi mayor respeto para él… tremendo pitcher".

Un jonrón de tres carreras contra Darren O'Day en la quinta entrada dejó a Lee con seis carreras limpias y el marcador 8-2 para los Gigantes. Cada vez que Uribe conecta un batazo clave, el AT&T Park rechifla sus humos explosivos y se permea el estadio de un distintivo olor a pólvora. Los aficionados deliran con el mantra obligatorio de "UUUUUUUU-ribe", una letanía tan profunda que parecería evocar un largo abucheo para los fanáticos extranjeros a esta religión local.

"Yo siempre bateo duro, y si le conecto algo va a pasar", dijo Uribe ante una manada de periodistas, provocando más de una risa en el camerino relajado de San Francisco.

El tercera base dominicano, que llegó al partido con la mayor experiencia en el plato ante Lee entre todos los jugadores de los Gigantes con 37 turnos al bate, aseguró no sentirse intimidado por el zurdo de los Vigilantes de Texas luego de dos ponches haciendo swing en la segunda y la cuarta entrada.

"Uno nunca va pensando, uno nunca va a pensar en el home plate que va a pitchear el mejor pitcher del mundo", explicó Uribe. "Eso pasa en el juego, no es la primera vez que me doy dos ponches, tres ponches, cuatro ponches, pero el próximo turno voy con mi cabeza en alto".

Podcast

Uribe terminó el juego de 4-1 y con 3K. Le faltó sólo un ponche más para ponerse el Sombrero de Oro. Nada de eso afectará su próxima oportunidad de aportar lo que sea necesario ante Lee en su próxima salida contra San Francisco.

"Siempre voy al home que 'puedo hacerlo'. Nunca voy pensando, 'Ah, que me dio un ponche', en el próximo inning, 'Me dio un ponche', en el próximo turno", señaló Uribe. "Siempre voy 'que puedo hacerlo y tratar de ayudar a mi equipo'".

Fue un juego feo para lo que debía ser un duelo de ases entre Lee y Tim Lincecum. Lee llegó al Juego 1 con 1.26 de efectividad en 64.1 entradas entre sus labores con los Vigilantes y los Filis en la postemporada, mientras Lincecum arrastraba 2-1 con 1.93.

"Creo que es bien importante, bien importante iniciar siempre adelante", dijo Uribe, quien insiste en consignar su visión particular de que "nunca gana el mejor equipo; gana el que juegue mejor".

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SAN FRANCISCO -- El venezolano Pablo Sandoval disfrutó como un niño que juega en su barrio en su primer partido como jugador titular en la serie de campeonato de la Liga Nacional.

Pablo Sandoval Gigantes playoffs
Getty ImagesEl doble de Sandoval en la sexta entrada fue crucial para la victoria de SF.
El miércoles, Sandoval aportó un doble de dos remolques en la sexta entrada que resultó esencial para el tercer triunfo de los Gigantes contra los Filis de Filadelfia.

"Es uno de esos sueños cuando tú eres un niño pequeño y pienso que mi sueño se hizo realidad", dijo Sandoval.

Como cualquier niño pelotero o pelotero profesional, Sandoval preferiría jugar más entradas para San Francisco, pero ha mantenido una actitud positiva a través de la postemporada como jugador de la banca.

"Estoy aquí en la postemporada. El año pasado estaba en mi casa en la playa", dijo Sandoval, quien tuvo un año espectacular en 2009 con .330 de promedio más 25 jonrones y 90 remolques. "Ahora mismo tengo la oportunidad de estar aquí. No importa cuál sea la situación, yo sólo trato de estar aquí para ayudar a mi equipo".

Los Filis y los Gigantes repiten el duelo de ases del Juego 1 en el Juego 5 el jueves, con Roy Halladay y Tim Lincecum a cargo del montículo.

"Es la misma situación en la que estábamos en la que estábamos en el primer juego, buen duelo", agregó Sandoval. "Y es un juego importante para nosotros, es un juego importante para ellos también, pero nosotros trataremos de luchar en cada entrada y en cada lanzamiento".

Sin embargo, con nombres como Halladay, Roy Oswalt y Cole Hamels de rivales, el tercera base venezolano y los Gigantes están confiados en el talento de sus lanzadores.

"No importa quién sea el lanzador, nosotros tenemos uno de los mejores lanzadores en Grandes Ligas", dijo Sandoval. "Ellos también tienen uno de los mejores lanzadores de Grandes Ligas. No se le puede prestar mucha atención a eso. Vamos a divertirnos y a jugar fuerte".

Aubrey Huff
GettyAubrey Huff rompe el hielo con sus atuendos en el vestidor de SF
SAN FRANCISCO -- Cada vez que los Gigantes se apuntan una victoria sobre los Filis de Filadelfia en la serie de campeonato de la Liga Nacional, el primera base Aubrey Huff se pasea por el camerino con una botella de cerveza en la mano y sin ropaje, excepto por una tanga roja y negra de cuero que apenas le cubre sus genitales y se le filtra entre las nalgas.

Huff anotó la carrera ganadora del Juego 4 el miércoles en la noche en la novena entrada gracias a un elevado de sacrificio al jardín izquierdo de Juan Uribe.

"Él está orgulloso de su cuerpo y a él le gusta caminar así por ahí en ella y recibe muchas carcajadas", dijo el manager Bruce Bochy. "Y eso mantiene a los muchachos relajados".

La primera vez que los y las periodistas lo vimos con su "rally thong" no pudimos aguantar la risa de ver a un hombre maduro como Huff en semejante atuendo ridículo. Por ahora la supersticiosa tanga le ha dado buenos resultados, y al parecer Huff también alentó a sus compañeros de equipo a seguir la novel tradición.

"Seré honesto", agregó Bochy, "él le repartió [las tangas] a todos. Yo creo que nadie me quiere ver a mí en una de ellas. Y yo realmente no disfruto para nada el ver a Aubrey en la suya".

Huff, líder indiscutible de los Gigantes en el camerino como veterano que dominó casi todas las categorías ofensivas de San Francisco por un salario base de $3 millones, es uno de varios jugadores pintorescos que le han dado a esta novena de aproximadamente $98,5 millones un impulso mayor hasta alcanzar la postemporada.

Ahí está "El loco", el cerrador Brian Wilson con su barba teñida de negro y su mirada perdida de sicópata. Ahí está la sensación ofensiva de la postemporada, Cody Ross, quien confesó esta postemporada que siempre había querido trabajar como payaso de rodeo.

"Nosotros tenemos algunos personajes en este club", dijo Bochy. "Como he dicho, en mi mente son como el 'Dirty Dozen', los rebeldes, los inconformes, y él es uno de ellos. Pero él se divierte con eso. Y a los muchachos les gusta burlarse de él".

Hay que darle crédito a Bruce Bochy. Si bien los Gigantes no ganaban sin los dos jonrones de Cody Ross y una buena actuación de Tim Lincecum en el Juego 1 de la serie de campeonato de la Liga Nacional, también le deben el triunfo a varias decisiones oportunas del manager de San Francisco.

Bochy salió al terreno con una alineación en la que solamente dos de los ocho jugadores de posición figuraron en la alineación titular en su primer juego de la temporada: Aubrey Huff y Juan Uribe.

Getty ImagesTim Lincecum maniató a Filis en su momento
Este es el cuarto juego consecutivo que los Gigantes ganan por una carrera, y quebraron la racha de victorias en el Juego 1 de los Filis en series de postemporada. (Éstos no perdían un partido inicial desde que se enfrentaron a los Rockies de Colorado en 2007.)

La primera decisión clave de juego sucedió en la parte alta de la sexta. Con los Gigantes arriba 3-1 y dos outs, Bochy utilizó un corredor emergente en segunda base al sustituir a Pat Burrell por Nate Schierholtz. Acto seguido, el dominicano Juan Uribe pegó hit remolcador que provocó un tiro al plato. Burrell definitivamente hubiese sido out, y probablemente el coach de tercera ni lo hubiese enviado al plato tras el hit de Uribe. Pero con Schierholtz en segunda, los Gigantes pudieron tomar la ventaja por 4-1.

En la parte baja de la sexta, Lincecum cedió dos carreras con hit de Chase Utley y jonrón de Jayson Werth, colocando el marcador en 4-3. Pero Bochy decidió mantener en acción a su as para la parte baja de la séptima entrada.

"Werth los volvió a poner en la pelea", dijo Bochy. "Él recibió un pitcheo errado y tomó ventaja de eso. Pero Timmy se afianzó y lanzó bien después de eso".

Con una sola carrera de ventaja en la séptima, Lincecum acotó los deseos de su manager al provocar rodado de out de Domonic Brown, ponche de Shane Victorino y otro rodado de out de Plácido Polanco.

"Fue un esfuerzo visceral", dijo Bochy sobre el trabajo de Lincecum. "Él se metió en algunos problemas y hizo los lanzamientos adecuados. Esa es una alineación muy fuerte. No hay ningún alivio en esa alineación".

Lincecum nunca ha perdido un juego en el que su equipo le haya respaldado con al menos cuatro carreras en la pizarra. Incluyendo la victoria del sábado, cuenta con foja de 38-0 en 53 salidas en las que su equipo la ha brindado un cuarteto a su favor.

Pero el gran talento de Lincecum no era suficiente para ganar este partido. En la parte baja de la octava, Bochy trajo al zurdo puertorriqueño Javier López para aniquilar a los radioactivos Chase Utley y Ryan Howard por medio de rodado y ponche, respectivamente, antes de pasarle la esférica al cerrador Brian Wilson con un out disponible en la octava, al estilo de Mariano Rivera.

"Obviamente yo trato de, en los limitados turnos al bate en los que enfrento a estos jugadores, yo trato de ver lo que he hecho para ver qué funciona y qué no funciona", dijo López, especialista en retirar bateadores siniestros. "Ese es el juego de ajedrez que uno trata de jugar y uno trata de ejecutar ese plan lo mejor que uno pueda".

Al entrar a juego Wilson con dos outs en la octava, el derecho dio un pelotazo y ponchó a cuatro bateadores para sellar el triunfo de los Gigantes.

"Willie ha demostrado habilidad para conseguir cuatro o cinco outs", indicó Bochy. "Él ha tenido mucho descanso. Estamos en un juego de una carrera, así que traje lo mejor que tengo, mi cerrador".

San Francisco recurrió a los servicios de Wilson para rescatar más de tres outs en 16 ocasiones este año durante la temporada regular.

"Mañana eso puede cambiar", explicó Bochy. "Él tuvo que trabajar duro esta noche. Y para el juego de esta noche él estaba disponible para cuatro o cinco outs".

La próxima decisión magistral de Bochy tal vez llegó primero que todos los aciertos de este partido. Bochy le entregará el montículo al zurdo puertorriqueño Jonathan Sánchez para abrir el segundo juego.

"En vez de tener derecho, derecho, zurdo, zurdo, decidimos rotar a Matt, darle el primer juego de local [en San Francisco] y darle a Sánchez el segundo aquí [en Filadelfia]", dijo Bochy.

Sánchez, quien se apuntó su propio juego sin imparables en 2009, lanzó un partidazo de dos hits en ocho entradas para derrotar a los Filis el pasado 19 de agosto ante Cole Hamels.

"Fue un tremendo juego el que tiró en su último día aquí. Estábamos luchando para no ser barridos y él salió fuerte", agregó Bochy. "Este muchacho realmente ha madurado y ha demostrado mucha mejor compostura en el montículo. A veces él puede ser su peor enemigo. Parece que ya ha aprendido y está lanzando con mucha confianza, y por eso es que lo usaremos a él para [el domingo]".

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Mientras los Yankees de Nueva York debaten quién abrirá el Juego 2 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana detrás de CC Sabathia, el heredero el Boss Jr., Hank Steinbrenner celebra por no haber entregado a Phil Hughes en un cambio por el venezolano Johan Santana hace unos años.

Hughes, ganador del Juego 3 en la serie divisional contra los Mellizos de Minnesota, equipo en el que hubiese terminado como lanzador si se ejecutaba el cambio por Santana en 2007, y Pettitte son los candidatos para abrir el Juego 2 y el Juego 3 por el banderín de la Liga Americana.

Hughes

Hughes

"Me alegro de no haberlo cambiado", dijo Steinbrenner en expresiones publicadas el miércoles por el diario The New York Post.

Minnesota, siempre en busca de cambiar a sus veteranos bajo último año de contrato por prospectos para reducir su nómina salarial dentro de un mercado mediano, quería apoderarse de los jóvenes brazos de Hughes y Joba Chamberlain, quienes tenían unos 21 años a mediados de la temporada 2007, a cambio del Cy Young venezolano.

"Todos sabíamos lo que Hughes y [Joba] Chamberlain podían hacer", agregó Steinbrenner. "Al final todos dijimos que nos quedaríamos con los muchachitos".

En un principio, Chamberlain parecía ser la gran joya de la corona de los Steinbrenner y los Mulos del Bronx, con relevo de 34 ponches en 24 entradas y efectividad de 0.38 en 2007, así como 118 ponches en 100.1 entradas y efetividad de 2.60 en 2008. Pero las "Reglas de Joba" establecidas por la gerencia y por Joe Girardi con el fin de convertir al derecho en abridor no rindieron el mismo fruto en 2009 (4.75 ERA) y 2010 (4.40 ERA).

Por su parte, Hughes ha seguido una trayectoria de desarrollo y acaba de registrar su mejor temporada en 2010 con foja de 18-8 y 4.19 de efectividad como abridor a tiempo completo en la peligrosa División Este, pero empató con su compañero A.J. Burnett en sexto lugar en cuanto a más jonrones permitidos en la Liga Americana con 25 vuelacercas durante la temporada regular.

Encaminado una vez más en la ruta hacia la Serie Mundial, Steinbrenner se mostró confiado de que los Yankees superarán a los arrojados Vigilantes de Texas en el campeonato de la Americana.

"Estamos encendidos en el momento correcto", dijo Steinbrenner. "Yo pienso que ellos tienen el olfato, esa es la clave. Se trata mayormente del mismo grupo del año pasado y están demostrando la misma intensidad del año pasado".

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