CIUDAD DE MÉXICO -- Desde el Gran Premio de México de Fórmula 1 de 2015, a la gente no le ha importado en qué lugar ha terminado Sergio Pérez; el apoyo ha sido incondicional, total. Por eso Checo cree que lo mínimo que se merece su gente es un podio en la carrera del domingo.
Emocionado, el piloto del equipo Red Bull arribó al Teatro Telcel al aire libre de la Ciudad de México, al pie del Museo Soumaya, para la conferencia de prensa previa al GP del 7 de noviembre. Lo esperaban más de 150 reporteros y camarógrafos, pero también unas 200 personas del público que se enteraron del evento y que desde lo lejos y gracias a que era un espacio al aire libre, podían escuchar y ver a su ídolo.
"Sería increíble (un podio) es lo mínimo que se merece todo mi país", respondió Checo al presentador, Alberto Lati, quien fue uno de los maestros de ceremonias. Lati le hizo la pregunta de "cajón", pero la que se tenía que hacer, "¿Qué significaría para ti subir al podio en el Hermanos Rodríguez?".
Más allá del lugar común, las palabras de Checo Pérez tenían fondo porque a lo lejos una voz interrumpía con un grito: "¡Checo... Gracias por ser mexicano!"
"Desde el primer año he tenido un apoyo impresionante. No importaba en qué lugar acabara, me apoyaban. Es algo que tengo que agradecerle mucho a toda la afición mexicana", continuó Pérez, porque la victoria es algo que rayaría en lo onírico, "Sería un sueño ganar aquí".
De buen humor, relajado, incluso interrumpió un poco el evento para tomarse una selfie con los medios, luego de presentar el modelo de casco especial que tendrá para esta, la fecha 18 del campeonato, y luego cuando le recordaron que ya era su undécimo año en la F1, dijo sentirse "como el vino, cada vez mejor".
En la sesión de preguntas de los medios no faltó la desconcertante intervención de alguien que le cuestionó si sabía que era llamado "viejo sabroso" en las redes. Sobra decir que fue el momento bochornoso de la conferencia por el nivel de la pregunta, pero Checo lo resolvió al decir, "Aún no soy tan viejo".
Las porras eran la "música de fondo" a las preguntas de los periodistas, que invariablemente saludaban con orgullo a Checo o lo felicitaban por su trayectoria. "¡Checo, Checo, Checo!", era el coro de los fans agolpados afuera y contenidos por elementos de seguridad de Carso.
Pérez mencionó que tiene como misión enseñar la comida mexicana a sus compañeros de Red Bull y empezó el camino de salida del lugar al tiempo que el tren de las 9:45, cuyas vías están precisamente a unos 5 metros del sitio de la reunión con los medios, pasó pitando a todo volumen como saludo al mexicano.
Selfies de despedida con algunos 'reporfans' y un paseíllo para saludar a sus decenas de fans, lo que provocó empujones y un poco de descontrol, fue el camino de salida de Checo, quien desde ya siente el calor de su público y al que quiere regalarle "mínimo" un podio.