En Malasia hay que tener en cuenta un ingrediente que hace sufrir mucho a los pilotos y motos por igual, que es el calor y la humedad. El domingo había 42 grados en la pista y un porcentaje de humedad agobiador.

No logramos en todo el fin de semana una buena puesta a punto. Les comento que, a riesgo de parecer soberbio, siempre busco la puesta a punto perfecta. Soy muy exigente y trabajo para esto con mi equipo de mecánicos. Hemos tenido muchos problemas con la suspensión y el motor. En la vuelta rápida de clasificación el sábado a la tarde el motor se "pegó", y el resultado fue una 8vo, puesto en la grilla de salida del domingo.

DE LLENO EN LA CARRERA
Hice una buena largada que me permitió avanzar dos lugares. Y luego pude avanzar hasta el cuarto puesto.

Se formó un grupo con el italiano Franco Battaini y el francés Randy De Puniet. Los tuve sobre mis espaldas y no podía despegarme de ellos. Sus Aprilia eran superiores. En esos momentos, uno siente una amenaza permanente. En la octava vuelta Franco me pasó y quedé en el medio del sandwich entre él y De Puniet.

En la vuelta 15, donde logré mi mejor velocidad final, antes de la entrada a la recta, en la frenada, hice un "ensayo de sobrepaso" y lo superé a Battaini. Sentí que en las tribunas el público malayo aplaudía mi acción. Pero, ¿creen que se puede correr y disfrutar lo que sucede al borde de la pista? Ni Battaini ni De Puniet me permitían pensar en otra cosa, ya que al final de esa recta ya estaba nuevamente en el 6to. lugar.

Una sola idea me guiaba: "Tengo que mantenerme cerca, no perderlos"; tenía que aprovechar la succión y que ellos hicieran el gasto. De todas formas, les aseguro que fueron cuatro vueltas interminables.

En la última vuelta, junté todas mis fuerzas y en la misma curva en la que en el giro anterior había hecho el ensayo de sobrepaso, que es justo en la frenada antes de la recta, los pasé a los dos juntos y sólo vi la bandera a cuadros delante de mí.

Fue un cuarto puesto, pero les aseguro que lo festejé casi como mi triunfo en Brasil: es que después del octavo lugar que obtuve en la carrera anterior en Motegi, volví a sentir el sabor de la lucha. Y, además, siendo que corría en la "casa de mi equipo", esa remontada tuvo un pequeño sabor a victoria. Después de la carrera, ahí sí, pude realmente sentir el fervor del público.

Con respecto al resto, les cuento mis impresiones: Fonsi Nieto hizo una buena largada y cuando parecía que iba a un "todo o nada" con Marco Melandri para evitar que se definiera el Campeonato a favor del italiano, la moto de "Macio" se quedó. Un problema mecánico lo llevó a boxes y estiró la definición una semana más. Puede ser que todo se resuelva en Australia, este próximo fin de semana, o bien puede definirse todo en Valencia, en lo que será el último Gran Premio del 2002.

Así como Fonsi largó bien y lideró siempre la carrera hasta el final, no se puede negar la colaboración de su compañero de equipo, el también español Toni Elías, quien venía como un rayo para comerse a Fonsi hasta que en los boxes apareció un cartel que decía: "Toni 2do. OK". Me imagino cómo habrá aprestado los dientes Toni para resignarse y donarles los puntos a Fonsi, para que él pudiera así achicarle a Melandri los 52 puntos que lo separan.