Momento de la fiesta del derrape

La carrera de la República Argentina, quinta fecha del Campeonato Mundial, reunirá en los tradicionales caminos de Córdoba a los mejores pilotos y marcas del mundo. Celebración popular que anualmente siguen un millón de espectadores

RICHARD BURNS
El británico, hoy con Peugeot, ya estuvo en Córdoba cuando corría para Subaru
(Reuters)
BUENOS AIRES -- Se trata de algo más que una carrera de autos. El Rally de la República Argentina, agendado este año como la quinta fecha del Campeonato Mundial, es, para muchos en Sudamérica, uno de los pocos lazos que todavía unen a esta parte del continente con el Primer Mundo de los fierros: Europa. La competencia en Córdoba es la única fecha mundialista de Rally en América.

Definitivamente, es algo más que una carrera de autos. Cuántos millares de cordobeses y visitantes, que como marca la historia formarán parte del millón de espectadores en las tres etapas de competencia, preparan su excursión a las sierras con detallada planificación y devoción casi religiosa.

A un costado de cualquier camino, esperando ser salpicados en un vado o envueltos por la polvareda, se instalan quizá antes de la noche previa y conocen de memoria pelos y señales de los autos del Mundial. Y alientan. Y gritan. Y apuran al que viaja lento. Y reclaman un derrape más.

Seis equipos oficiales y casi una veintena de pilotos de la Clase A8, la de los poderosos World Rally Car, pelearán en el Valle de Punilla por un triunfo que siempre agrega prestigio a la foja de servicios de cualquier corredor.

En Argentina ganaron, entre otros, el italiano Massimo Biasion, el sueco Stig Blomqvist, los finlandeses Juha Kankkunen y Tommi Mäkinen, el español Carlos Sainz, el francés Didier Auriol, el escocés Colin McRae... Y cómo olvidar al argentino Jorge Recalde, vencedor en 1988 y único americano que triunfó en una fecha mundialista.

LA REVOLUCION FRANCESA
Quienes recuerdan el andar de aquellos Audi Quattro, el de los Lancia Delta Integrale, las Toyota Celica y hasta los más recientes Mitsubishi Lancer saben, también, que el Mundial actual se alimenta de Peugeot y Citroën.

Y de Ford, Subaru, Skoda y Hyundai, marcas y modelos menos tradicionales que ahora están dejando su huella. Son los franceses del León, ganadores de los últimos tres títulos de marcas consecutivos, quienes dominan el campeonato. Y Citroën, amenaza.

Este nuevo equipo Peugeot y su 206 WRC jamás ganó en Córdoba. Pudo haber sido el año pasado, es cierto. Cuando Marcus Grönholm terminó adelante. Sin embargo, fue excluido por haber recibido una ayuda ilegal al comienzo de la etapa final.

Su compañero de equipo, Richard Burns, había heredado esa victoria, que más tarde le fue quitada por una anomalía en el motor. Peugeot, ganador en Suecia y Nueva Zelanda con Grönholm, sigue esperando en Argentina.

Sus primos de Citroën (las marcas francesas pertenecen al mismo grupo empresario) triunfaron en las otras dos fechas de este año (la apertura, en el asfalto francés del Rally de Montecarlo, con Sebastien Loeb, y en la tierra del nuevo Rally de Turquía, con Carlos Sainz), pero jamás corrieron en Argentina y dependen de la experiencia de sus pilotos más veteranos, Sainz y McRae, para poner a punto los Xsara.

VIEJOS CONOCIDOS
Aunque los caminos de este 23° Rally de Argentina incluyen tramos nuevos, rodeando el único parque de asistencia armado en La Cumbre para satisfacer el formato compacto de carrera que impone la Federación Internacional del Automóvil, no hay que descartar la candidatura al triunfo de los Subaru, como Mäkinen a la cabeza, y hasta la postulación de los Ford, cuya principal arma es la evolución del Focus estrenada en Nueva Zelanda.

Mäkinen, tres veces ganador en Córdoba, consecutivamente de 1996 a 1998, aún analiza si este temporada será la última como piloto profesional.

A poco más de un mes de cumplir 39 años, el finlandés tetracampeón buscará una victoria que le permita escalar en el Mundial y empardar la marca de 25 triunfos que ostentan Sainz y McRae, los más ganadores de la historia del Rally.

Ford decidió cambiar el rumbo de su dinero. En vez de depositar tanto en el sueldo de sus pilotos (McRae y Sainz hasta el año pasado), lo destinó a desarrollar su flamante WRC. Entonces, liberó al escocés y al español y se aseguró a tres jóvenes que prometen: el estonio Markko Martin, el belga Francois Duval y el finlandés Mikko Hirvonen.

Ninguno ganó jamás una competencia mundialista, pero Malcom Wilson (director deportivo del Ovalo) confía en que el nuevo Ford Focus RS WRC 03, con mejor aerodinámica, mayor velocidad y torque mejorado en el motor, les dará esa posibilidad.

La admiración de las figuras extranjeras estará matizada por el tránsito de los americanos. Gabriel Pozzo, el cordobés que fue campeón de Grupo N en 2001, volverá a manejar al menos por esta carrera con un Skoda Octavia WRC.

Y Gabriel Raies, un símbolo argentino del Rally, se despedirá oficialmente como piloto frente a su gente, con una cupé Toyota Corolla de la Clase A8, el día en que cumplirá 45 años.

En el Grupo N, el local Marcos Ligato buscará puntos que lo afirmen en el campeonato, igual que el peruano Ramón Ferreyros y el mexicano Ricardo Triviño, entre tantos.

Ellos también correrán el Rally de la Argentina, algo más que una carrera de autos. Ya verá.

MARTÍN URRUTY es periodista especializado en automovilismo desde 1993. Trabajó en el diario Clarín y en Radio Rivadavia y fue co-autor del libro "Formula 1 -50 años- La eterna pasión". Actualmente es redactor del diario deportivo Olé, y además es de columnista del SportsCenter Latino de ESPN, de ESPN Radio en Rivadavia y de ESPNdeportes.com.

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miércoles, 07 de mayo