Mark Webber ha sido el encargado de realizar las primeras pruebas del nuevo modelo, cuyo diseño es más convencional y menos arriesgado que el del R3 del pasado año, con el que el británico Eddie Irivine y el español Pedro de la Rosa consiguieron el séptimo puesto en el mundial de constructores.

David Pitchforth, director de la escudería Jaguar, ha manifestado que el objetivo del nuevo monoplaza es que sea competitivo y fiable y que la experiencia del fiasco del pasado año con el R3, que terminó la temporada siendo un coche aceptable, ha sido muy positiva para la realización del R4.

La aerodinámica del coche ha sido completamente revisada para poder disponer del máximo apoyo y el motor que impulsará el coche será nuevo y en el que por primera vez en Ford el ángulo de los cilindros será de 90 grados, en vez de 72 anteriores, con la finalidad de bajar el centro de gravedad.

El motor, denominado CR5, es el elaborado por Ford que gira a un mayor número de vueltas, que no se han precisado, pero Nick Hayes, director del proyecto, ha declaro que si eso es positivo porque aumenta la potencia, también hay que encontrar un compromiso, porque el número de vueltas va en efecto diametralmente opuesto a la fiabilidad.

El pasado viernes, en la pista de pruebas que Ford posee en la localidad belga de Lommel, se realizó la primera prueba para comprobar el funcionamiento de todos los componentes del coche, mientras que hoy Mark Webber ha comenzado con el desarrollo del coche en el Circuito de Catalunya.