Sainz demostró que ha vuelto a Argentina con idénticas energías positivas que le llevaron a ganar este año el Rally de Turquía, hace un año esta misma competición y más allá, en 1992, su último campeonato del mundo.

El español, que comparó el Rally de Argentina como "correr en casa", lidera la clasificación con 22,4 segundos de ventaja sobre el estonio Markko Martin (Peugeot 206 WRC), y con 40,1 sobre el tercer clasificado, el británico Richard Burns, también con Peugeot y actual líder del Mundial.

El madrileño echó mano de toda su experiencia para anotarse el sexto tramo, el primero de los tres trayectos que le catapultaron hacia un liderazgo inamovible.

Superó, primero, un fallo en la dirección asistida. Después, pinchó una de las ruedas traseras y transitó, asimismo, con una rueda delantera distinta a la original.

El recorrido de Sainz rozó la épica. En ese sexto tramo, uno de los más técnicos y rápidos de la segunda jornada, Sainz asentó su suerte, por encima de las adversidades que en otras ocasiones le costaron lágrimas y lamentos, para ascender posiciones.

Fijada su residencia en el segundo puesto, el español alcanzó el liderato, que sería inamovible, en el séptimo episodio cronometrado, y lo afianzó tras imponerse también en el noveno capítulo. Después, Sainz arriesgó lo justo para no poner en peligro su hegemonía.

Ese ascenso del español coincidió con los problemas del finlandés Marcus Gronholm (Peugeot 206 WRC), uno de los candidatos y que acabó la jornada en la sexta plaza, a 1 minuto y 24 segundos de Sainz.

Frenado Gronholm, el vigente campeón del mundo, con el abandono del escocés Colin McRae, con el motor de su Citroen Xsara envuelto en llamas, y con el finlandés Tommi Makinen perdiendo más de 7 minutos en el octavo tramo, el piloto español supo conservar su ventaja y, sobre todo, mantener la calma cuando se pasó de frenada en una curva.

En el citado giro lento, del trazado más largo de la jornada (28,83 kilómetros), Sainz, pasado de frenada, se salió. Tras el incidente, el motor de su vehículo se detuvo, pero la pericia del piloto madrileño le hizo perder tan sólo 10 segundos.

Sainz arrancó y siguió en ruta, para rematar el tramo con un crono 2 centésimas mejor que el marcado por el francés Sebastien Loeb (Citroen Xsara), uno de los destacados de la jornada que ocupa la quinta plaza en la clasificación general.

El español, por el momento, domina con autoridad una prueba especialmente difícil para Citroen, que debuta en este Rally que se desarrolla a más de 1.600 metros de altitud, lo que resta hasta un 30 por ciento de la potencia en los motores.

Si debido a este estreno, las prestaciones del coche de Sainz eran una incógnita, el piloto madrileño ha desecho cualquier conjetura al respecto con su excelente trabajo en los trece primeros tramos del Rally argentino.Mañana, sábado, se disputarán otros nueve tramos cronometrados, con el comienzo fijado a las 8.50 hora local (11.50 GMT).

- Clasificación general tras los primeros trece tramos cronometrados (fin de la jornada):