BARCELONA -- Pep Guardiola dio el primer gran golpe del verano con el fichaje de Erling Haaland y con ello el Manchester City mandó un mensaje claro y diáfano: el técnico catalán recupera la figura del ‘9’ que, echando de menos en los dos últimos años, debe significar un nuevo impulso a un ya de por sí excelente proyecto en el club citizen.
Desde que cambió Munich por Manchester en 2016, Guardiola no había tenido a sus órdenes un jugador innegociable, y poderoso, en esta posición. Y echando la vista atrás no puede decirse que le diera mal resultado jugar con este tipo de futbolista.