"Las actuaciones de Argentina no me sorprenden. Tiene un buen equipo y está jugando muy motivado, algo que es muy importante en competiciones como ésta. Enfrentarnos a Argentina en la final sería maravilloso; primero, porque significaría haber ganado a Brasil o Italia y, segundo, porque sería un partido emocionante", manifestó Gbric.

El mayor de los hermanos Gbric (su hermano Nikola es el colocador titular de la selección yugoslava) confesó que no le "inquieta" la posibilidad de enfrentarse al equipo anfitrión del torneo en el Luna Park, y con la medalla de oro en juego.

"Estamos acostumbrados a la Liga italiana, disputando títulos con siete o ocho mil personas en contra. Lo que hace falta es estar muy concentrados en el campo y jugar bien. Además, creo que el hecho de jugar en el Luna Park, con ocho o diez mil personas animando a su equipo, puede convertirse en una carga muy importante para ellos", opinó.

Sobre Portugal, su adversario del miércoles en el partido de cuartos de final, que se jugará en el estadio Orfeo de Córdoba, Gbric destacó que "juega bien en defensa" y que "tiene un buen saque".

"Pero nuestro mayor enemigo somos nosotros mismos. Lo importante es jugar bien, porque si lo hacemos es muy difícil ganarnos. Por supuesto que hasta ahora lo hemos hecho, aunque también se debe a que no hemos tenido adversarios muy fuertes, y eso puede ser contraproducente para afrontar las semifinales", reconoció.

Según el atacante yugoslavo, la semifinal que se disputará en Córdoba (vencedores de los encuentros Brasil-Italia y Portugal-Yugoslavia) será "una final anticipada".