El fin de semana parecía que la llegada de Jeisson Vargas a la Universidad de Chile era un hecho. El jugador, que jugó el 2018 en el Montrel Impact de la MLS, era el escogido por Frank Kudelka para reemplazar a Yeferson Soteldo. Se había hecho los exámenes médicos y solo faltaba la firma. Sin embargo, el panorama se ha ido oscureciendo.
El oriundo de Recoleta iba a llegar gratis a la U. Sin embargo, en los últimos días la Universidad Católica salió a poner piedras en el camino. La institución que lo formó y que todavía posee un 40% de su pase estableció una cláusula para que los canadienses no traspasen al ex seleccionado Sub 20 a ningún club chileno. En caso de hacerlo, los cruzados tenían que recibir una compensación.
Sergio Gioino, representante del jugador, le dio aviso al cuadro laico. Le respondieron que tenía que resolverlo él. Según información de CDF Noticias, los dirigentes quedaron muy molestos con el ex goleador azul. No es el primer problema que hay entre el club y el agente. Lorenzo Reyes, también manejado por Gioino, se fue al Atlas sin dejar un peso en las arcas estudiantiles.
Nadie en el CDA ha querido llamar a Cruzados para preguntar las condiciones de la supuesta cláusula. El reglamento de la FIFA, en todo caso, prohíbe a la UC entorpecer el traspaso.
Sin embargo, la eventual pelea con los de San Carlos de Apoquindo no es lo único que frena el desembarco de Vargas. El jugador de 21 años divide aguas al interior de Azul Azul. Una parte de la directiva no lo quiere, por sus problemas extrafutbolísticos y carácter rebelde.
Ante tantos problemas, el atacante preferiría no recalar en la U, de acuerdo a lo divulgado por Al Aire Libre de Cooperativa. El elenco precordillerano, en cambio, habría iniciado conversaciones con el Montreal Impact para quedarse con su canterano. Sería la tercera etapa del ex Estudiantes de La Plata en el elenco de la franja.