BUENOS AIRES -- Carlos Nuñez, delantero uruguayo de Racing Club, le contó a ESPN FC Radio sobre cómo se encuentra el plantel: "Al equipo lo veo muy bien, con mucha hambre de gloria".
Consultado sobre el triunfo 2-0 sobre Sporting Cristal por la Copa Libertadores, contestó: "El martes no nos dejaron calentar en la cancha. Tuvimos que hacerlo en la pista de atletismo y los que entramos no nos sentimos muy cómodos. Entramos sin calentar y por eso nos agarró ahogo. Después me sentí mejor. Había que dejar todo, por cómo estaban corriendo los compañeros".
También habló acerca de lo que le espera a la Academia y cuáles son los valores del equipo: "El club tiene varias competencias por jugar y si uno mira por ese lado, la oportunidad de jugar la va a tener. No todos los jugadores van a jugar en todas las competencias. Racing tiene delanteros de alto nivel, pero uno tiene que confiar en uno mismo y aprovechar cuando le toque. Yo voy a apoyar desde donde me toque".
"Cuando vine tenía miedo por cómo me iban a tratar y me lleve una impresión bárbara porque hay un grupo muy unido. Por algo salieron campeones", argumentó sobre su desembarco en el conjunto de Avellaneda.
También se refirió a la Copa Libertadores y los posibles rivales que enfrentaría el cuadro de Cocca, en el caso de superar la fase de grupos: "Los equipos uruguayos que hay en la copa son aguerridos tanto de local como de visitantes. Salen a jugar, no importa contra quien. Por lo que he visto, hay muy buenos equipos como Emelec y los brasileros. Cuando estemos en octavos, nos vamos a dar cuenta de que equipos importantes hay y de que no se pueden dar ventajas".
Respecto del capitán y figura, Diego Milito, subrayó que le tiene "mucha admiración" y continuó: "Compartir vestuario con Milito es un orgullo. Quizás más adelante se los voy a contar a mis hijos y a mis nietos. Uno trata de copiar cosas suyas porque una carrera como la de él no la hicieron muchos".
Además, dijo sobre sus lesiones en el pasado: "En Uruguay tuve una lesión importante y nunca pude recuperarme. Después de un año me hicieron un estudio y tenía un isquiotibial más largo que el otro. En Peñarol empecé a trabajarlo y gracias a Dios hoy por hoy no tengo ninguna molestia".
Finalmente, el atacante se refirió a su adaptación a Buenos Aires: "Me costó un poco adaptarme, pero es normal que pase. Hoy ya estoy instalado en mi departamento en Recoleta y ya acomodándome. Al principio no me gustaba, mucha gente. Uno está acostumbrado a que en Uruguay somos pocos. Había venido sólo para visitar a Carlos Fernández, mi amigo que ahora está en Emelec".
Por último, destacó que estuvo "cerca" de pasar a Independiente por pedido expreso de Américo Gallego, cuando jugaba en Liverpool.