Es iluso pensar que la Comisión del Jugador no ha cuidado y protegido el presente y futuro de sus agremiados. El organismo, que comanda Álvaro Ortiz, ha tenido incansables reuniones con futbolistas para ofrecerles charlas sobre sus derechos y obligaciones, pero ¿hasta dónde los mismos individuos son culpables de las circunstancias que han vivido por épocas en los últimos años debido a su apatía grupal?
Es verdad que el trabajo de la Comisión del Jugador camina, pero no tendrá ningún impacto y ascendencia sobre el gremio, mientras la agrupación sea apéndice de la Federación Mexicana de Futbol.
Para los propios futbolistas y medios de comunicación, aunque no lo deseen, es un ente que no tiene ni tendrá peso alguno con los jugadores, quienes mejor han preferido hacer su "microsindicato" en Twitter, a través de cartas posteadas en las redes sociales sin empacho alguno y dando a conocer las condiciones en las que lo ponen sus instituciones.
Los casos de David Izazola y Rodrigo Salinas podrían desencadenar en una serie de reclamos de jugadores, quienes al verse "desamparados" por la agrupación que los defiende frente a las injusticias de clubes, optan por hacerse justicia con mano propia, porque eso sí, tampoco son 'buenos' para unirse y de una vez por todas soltarse del yugo histórico de los equipos que tienen sobre ellos.
Lo de Izazola es de aplaudirse. No necesitó ir a la Comisión para explicarles el maltrato del sistema. Su valentía se finca en entender que al levantar la voz, su cabeza será cortada, por lo que prefiere decir 'adiós' a sus 24 años de edad, sabedor que su carrera está prácticamente desahuciada con este reclamo que hoy conocen millones de personas.
Ahora habrá que seguir el destino de Rodrigo Salinas. ¿Cuáles serán las represalias en el Atlas? Esperemos... Ahora, ¿quiénes serán los siguientes? ¿Los jugadores que fueron enviados a la Liga de Ascenso? Qué pensarán elementos como Daniel 'Hachita' Ludueña, Enrique 'Paleta' Esqueda, Luis Michel, Sergio Nápoles, Jorge 'Chatón' Enriquez o Cirilo Saucedo a quienes seguramente no les pidieron permiso para irse a los conjuntos de la otrora Primera A.
¿Se quedarán callados, mientras los equipos a los que pertenecen sus derechos federativos les paguen sus millonarios sueldos? Sé que en el caso de uno de plano dijo que no irá a jugar en la Segunda y la directiva le adelantó: está bien "no juegas la próxima temporada". ¿Y la Comisión del Jugador? No, no es que haga caso omiso de lo que sucede en el medio. Intrínsecamente está atada de manos. Para Alvaro Ortiz debería llamarle la atención que sus agremiados prefieran las redes sociales que acudir con ellos para comenzar su defensa.
En el Draft realizado en Cancún hubo 200 jugadores desempleados. ¿Alguien ha dicho algo? Nada, porque piensan: 'mientras a mí no me toque, no me importa'. Esa es la idea de los futbolistas: que cuando voltean a ampararse con la Comisión, entre procesos largos y solicitudes pueden llevarse al menos media temporada y perderse en el mar de piernas que demandan trabajo.
Decio de María expresó que la regla 10/8 tiene como finalidad mayor espectáculo en la Liga MX, pero la realidad es que ha puesto al jugador mexicano en el cadalso del desempleo y el abaratamiento laboral.
David Izazola puede ser esa punta del iceberg. Muchos jugadores y hasta seleccionados seguramente le hablaron para felicitarlo, pero ¿qué han hecho ellos en pro de sus compañeros? Mientras no les toquen sus intereses, mejor, más vale gritar "¡Gol!" Y salir en múltiples comerciales que les dejan millones en sus bolsas. ¡Viva México! El país donde pasa todo y no pasa nada.