“Fui aprendiendo a ser profesional y cada día corregirme en el camino. Málaga en el principio era un equipo chico de Primera de España, entonces también tenía espacio para ir cometiendo errores y ajustando, fui creciendo de a poco y eso fue lo que me ayudó a siempre poder estar en el nivel y jugar”, le contó Sebastián Fernández a ESPN.com.uy.
En ese paso a paso, esa carrera escalón por escalón, como el propio delantero define, luego de Miramar Misiones, Defensor Sporting y Banfield, le llegó la oportunidad del fútbol europeo: “Fue un desafío más, tuve mucha suerte en mi camino, empecé en un equipo chico y había espacio como para que yo cometiera errores y me volviera a tocar jugar rápido, en un grande te vas para afuera y no tenés más oportunidades. Después un pasito más que fue Defensor con muchos chiquilines jóvenes que estábamos todos aprendiendo, después otro pasito a un equipo chico de Argentina…”
Y luego del título con Banfield y el jugar una nueva Libertadores, Seba Fernández firmaba contrato con Málaga por cuatro temporadas en agosto del 2010 (después de haber jugado el Mundial de Sudáfrica). Y aclaró: “Igual yo me fui al Málaga que era un equipo que se había salvado en el descenso en la última fecha con un empate ante el Real Madrid”.
“Yo llego a un equipo chico que va a pelear el descenso, pero ya lo habían comprado los jeques y a los seis meses viene todo el desarrollo. Contratan al técnico Manuel Pellegrini, a Enzo Maresca, Julio Baptista y Martín Demichelis”, agregó.
Al término del primer semestre del Seba en el Málaga, los resultados no acompañaban, por eso se sustituye al entrenador, llegaba Pellegrini y se realizan esas primeras incorporaciones para tratar de mantener la categoría, objetivo que se consiguió con luz debido a una gran cosecha de puntos que le permitió al Málaga terminar en la undécima posición.
Para la temporada 2011/12 hubo más inversión económica, mejores resultados y mayores exigencias. Llegaron al club el holandés Rudd van Nisterlooy, el francés Jerémy Toulalan, y los españoles Joaquín, Isco y Santi Cazorla (este último comprado al Villarreal en 20 millones de euros).
Así lo recordó el Seba: “Fue impresionante el crecimiento que hubo y el equipo que se armó fue enorme, salimos cuartos en la Liga y clasificamos a la Champions. Anteriormente habíamos perdido los primeros ocho partidos pero nadie te decía nada porque la obligación era salvarse, después que estábamos quintos la gente ya nos reclamaba. Se armó un equipo para hacer cosas importantes, pudimos clasificar (el equipo terminó cuarto) y al año siguiente hicimos una Champions que fue un sueño”.
“Jugar Champions es maravilloso, estar en la filita esperando y que suene el himno es único, soy un afortunado. Me moría de ganas de estar ahí, esa fue la diferencia de mi carrera: las ganas que siempre tuve de estar en esos lugares, a mí me encanta jugar a la pelota y cuando más se arma el estadio, el ambiente, más ganas me dan de estar y creo que lo aproveché, las ganas de hacer lo que hago es lo que me ha potenciado” confesó ‘Papelito’.
A finales de agosto de 2013 dejó el Málaga, tras más de cien partidos y habiendo anotado 16 goles, para incorporarse al Rayo Vallecano. Por su parte, el club español clasificó a la Champions 2013/2014 pero debido a impagos salariales fue sancionado e impedido de disputar el torneo.
Actualmente, no hay figuras mundiales en el Málaga, quien se encuentra en Segunda División con posibilidades de descender a Segunda B, mientras su afición exige que Abdullah Al-Thani, el mismo jeque catarí aclamado en 2010, abandone la institución.