La paridad como denominador común

En Mendoza Boca fue un poco más ordenado, y en Mar del Plata River un poco más atrevido, pero sin duda, el elemento que marcó ambos enfrentamientos superclásicos fue el equilibrio de fuerzas

BUENOS AIRES -- Pasaron los dos primeros clásicos entre Boca y River del año y aunque cualquier partido de verano puede dejar sensaciones engañosas, porque los equipos pueden estar en diferentes etapas de preparación, lo que surge a la vista es el equilibrio de fuerzas con que se desarrollaron ambos clásicos.

En Mendoza Boca pareció, sobre todo, más ordenado, pero solamente pudo llegar al gol gracias a una muy notoria equivocación de Angel Comizzo, la cual, por ahora, ha relegado al veterano arquero.

En Mar del Plata, River salió determinado a jugar el partido muy cerca del arco rival, pero muy pronto debió conformarse con compartir un desarrollo bastante enredado y muy poco lucido que desembocó, inexorablemente, en un cero a cero, para dar paso a los penales que, una vez más, dejaron el festejo en manos de Boca.

LO QUE MOSTRO BOCA
Por el lado de Boca, que de la mano de Carlos Bianchi retornó a la clásica línea de cuatro defensores, el rasgo más destacado es la solidez que se mantiene de mitad de cancha hacia atrás.

El primer clásico había mostrado en buen nivel a Ezequiel González, quien anoche no repitió la actuación, con lo que al equipo le costó crear juego de ataque y quedó muy supetidado a una ofensiva lineal, con pelotas verticales fáciles de prever y de controlar.

En su primera aparición del año, Marcelo Delgado dio evidencias de estar falto de fútbol y cuando se le presentó una buena oportunidad, se cayó.

LO QUE MOSTRO RIVER
En cuanto a River, es promisorio lo que en estos primeros partidos aportó el central uruguayo Máximo Lucas, quien en dupla con Martín Demichelis podría solucionarle a Manuel Pellegrini un problema que no tuvo solución el año pasado.

La cobertura del arco será una incógnita a develar en las próximas semanas aunque hay indicios de que el chileno está dispuesto a darle continuidad a José María Buljubasich, quien ayer cumplió sin mayores inconvenientes.

La tripleta Eduardo Coudet-Claudio Husain-Víctor Zapata (retornado este último a la función que mejor cumple, la del ida y vuelta por izquierda) fue responsable principal del muy ben arranque en el partido de anoche y pese a que después el juego se afeó, demostró ser una buena fórmula.

Lo que se ve evidente es que todavía ni Daniel Ludueña ni Andrés Aimar están para hacerse cargo de la conducción ofensiva y por lo demás, es bueno reparar en que Gastón Fernández, luego del muy buen desempeño que le cupo frente a San Lorenzo de Almagro, no se hizo ver demasiado en ninguno de los dos choques con Boca.

LOS QUE ESTAN CON LA SELECCION
El equipo de Bianchi está un escalón arriba en lo que respecta a una fisonomía definitiva y el director técnico ya parece haber elegido prácticamente a todos sus titulares, al margen de los afectados a las selecciones.

De todos modos, sólo Clemente Rodríguez aparece, entre los ausentes, como número puesto cuando llegue la hora de jugar por los puntos porque no hay candidatos alternativos (José María Calvo sobre la izquierda tiene problemas de perfil).

Pellegrini todavía está probando, no tiene sus once definidos y a diferencia de su colega, está extrañando a los que le faltan, en particular a Andrés D'Alessandro.

-DYN


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