Cabrera, nacido en Córdoba hace 31 años, completó un recorrido sensacional, aunque la presión sobrecargó sus brazos en los últimos hoyos del recorrido.

Los 70 golpes conseguidos el sábado por Cabrera, que le sitúan en la quinta plaza a 3 impactos de Tiger Woods, le confirman como la gran esperanza sudamericana y argentina para enfundarse la chaqueta verde por primera vez en la historia.

A este paso Cabrera va a dejar pequeño el historial del gran Roberto De Vicenzo, otro argentino que terminó segundo en el Masters de Augusta ganado en 1968 por Bob Goalby.

El jugador cordobés se comportó como un coloso. Cuarto ayer a 3 golpes del líder, rubricó 5 "birdies" hasta el hoyo 13, momento en que pasó a encabezar la clasificación en solitario.

Chris DiMarco cedió el paso a Cabrera, y ni Tiger Woods ni Phil Mickelson paraban al cordobés, un fiel seguidor del Boca Juniors.

Sin embargo Cabrera no soportó la presión. Mirar la tabla de resultados y verse líder del mejor torneo del mundo pareció demasiado para él. Tal fue su achique que en el 15 envió la pelota al agua y se estrelló después en el "green" con un "approach" horroroso. El resultado fue un "doble bogey" que dio paso a otro "bogey" en el 18.

"Fue un día bueno pese a la presión que se siente cuando se juega ante los mejores del mundo. La jornada ha resultado muy positiva y me ayudará a encarar la última vuelta con muchos ánimos", comentó Cabrera.

Los errores en los hoyos 15 y 18 que frenaron su ascenso fueron calificados por Cabrera como "las cosas que pasan en este deporte. Hay que estar preparado para cuando las cosas salen mal", dijo.

Curiosamente la primera comparecencia de Cabrera en la sala de prensa de Augusta congregó la atención de apenas 5 informadores. Un día después, y tras seguir entre los mejores, movió de su silla a una veintena. Hoy, tras su hazaña, es uno de los candidatos al triunfo.

Todos quieren saber la historia de "El Pato", apodo que recogió de su padre, y quizá le llueva algún contrato que aumente sus ingresos.

Desde que Cabrera templara su carácter, que como él mismo dijo se hacía necesario si no quería dejar de ganar algunos dólares más, el argentino ha emprendido una carrera fulgurante.

Al final de año pasado, en el Volvo Masters de Jerez (España) rozó el triunfo en la última jornada, donde acabó quinto, y una semana después, en el Mundial de Valderrama con Tiger Woods, confirmó su nuevo empuje con un decimoséptimo puesto.

Sobre Tiger Woods, con el que coincidió en la Copa del Mundo en Buenos Aires el pasado mes de diciembre ganada por el equipo de Estados Unidos, Cabrera admitió que "es el favorito indiscutible".