LOS ÁNGELES -- El juego entre Los Angeles Clippers y Orlando Magic fue uno de los más extraños de los últimos tiempos debido a la cantidad de factores externos envueltos en el desempeño.
Los locales jugaron sin Chris Paul, hicieron debutar a un jugador que firmaron una hora antes y debieron mandar a Blake Griffin a la banca rápidamente tras cargarse de faltas.
Al mismo tiempo el Magic llegó casi sin ganas de ganar, y tuvo una de las actuaciones más pobres de un equipo de NBA en bastante tiempo.
Sin embargo, el denominador común en ambos caso fue la defensa, y particularmente la labor de DeAndre Jordan, quien se encargó de decirles que no en más de una ocasión.
En ocho, para ser más precisos. Esa fue la cantidad de bloqueos que le asignaron oficialmente, aunque Orlando no pudo penetrar el corazón de la defensa angelina en toda la noche.
"Se da cuenta quien es y lo está haciendo", dijo Doc Rivers. "Le hablé sobre los últimos cuatro juegos y sobre todo en las últimas 48 horas porque se estaba distrayendo con otras cosas. Creo que hoy volvió a ser el de principios de temporada. Estuvo enfocado defensivamente".
Jordan completó una noche de ensueño con 14 puntos y 17 rebotes, y fue la razón principal por la que los visitantes anotaron 34 en la primera mitad y 82 en todo el partido.
"La confianza ha sido clave para él", explicó Blake Griffin. "Está jugando minutos de calidad y que él siente que estamos confiando en él. Cuando está en el último cuarto le decimos que no se preocupe por que le hagan faltas y los tiros libres porque sus cosas positivas superan las negativas. Afecta el juego de tantas maneras distintas, en el rebote, bloqueando tiros, alterando tiros. No necesitamos que se preocupe por nada más".
El centro habló del cambio de mentalidad que realizó para esta temporada.
"Es la mentalidad", dijo. "Siempre quise ser un gran jugador defensivo pero los entrenadores hacen más hincapié ahora. Me dan mucha responsabilidad y la he aceptado".
Jordan dijo que debido a que su rol en ofensiva es solamente correr y poner buenas cortinas, su atención debe estar centrada del otro lado de la cancha.
"Me enorgullezco de eso porque es algo que puedo controlar", indicó. "Es estar en los lugares correctos, hablar y ser un líder en la cancha".
El pivot texano aclaró que le gusta el reto impuesto por Rivers.
"Quería ser un mejor reboteador", dijo. "La temporada pasada permitíamos muchos rebotes ofensivos. Todavía siento que lo hacemos, pero trato de pegarme a alguien cada vez, y si yo no lo atrapo que mi marca tampoco lo haga. Siento que todos hemos tomado esa actitud".
Los Clippers, a pesar de anotar 102 puntos, lograron mantener la ventaja en defensa, ya que la ofensiva virtualmente se murió en la segunda mitad.
Jordan aclaró que ese deberá ser el foco de sus compañeros, más aún ahora que deberán resistir seis semanas sin su as de espadas.
"Creo que sí, aún con Chris en cancha, sobre todo para empezar los partidos", aseguró. "Debemos marcar la pauta. Definitivamente sin él, porque él orquesta mucha de nuestra ofensiva. Él por momentos no necesita una cortina y DC (Darren Collison) a veces sí. La mayoría de las veces Chris puede anotar cuando quiere. Sobre todo en el juego ante San Antonio, tuvimos muchos momentos en los que nos congelamos ofensivamente y no sabíamos qué hacer. Ahí es cuando Chris se apoderaba de la ofensiva por un momento. DC ha hecho un gran trabajo pero defensivamente es donde tenemos que ser mejores".