El grito catalogado por la FIFA como homofóbico apareció en los Juegos Panamericanos durante el partido entre la Selección Mexicana sub-22 y Panamá que se celebró en el Estadio de San Marcos en Lima, Perú.
Aunque la entrada al inmueble no fue la mejor, los pocos aficionados aztecas que presenciaron el cotejo desde las gradas hicieron el grito polémico cada que el cancerbero de los canaleros realizaba un saque de meta.
A pesar de que la Federación Mexicana de Futbol y jugadores de la selección mexicana han pedido a la afición que dejen de hacer el grito debido a que han sido económicamente sancionados por la FIFA, los seguidores han hecho caso omiso y aún aparece en algunos estadios que visita el Tri.
El primer grito se escuchó al minuto 6 y siguió en cada despeje del portero Samuel Baptista.