Pickering ha explicado en un comunicado que esta decisión ha sido unánime y se ha adoptado después de conversar telefónicamente con las federaciones afectadas.

En principio, Irlanda debería de haber jugado el 3 de marzo en Cardiff contra Gales, el 24 en Dublín contra Inglaterra y tenía que hacerlo el 7 de abril en Edimburgo contra Escocia.

Sin embargo, la Federación Irlandesa de Rugby anunció desde la aparición del problema de la fiebre aftosa que, por recomendación del Ministerio de Agricultura, no podía jugar en el Reino Unido ni contra sus equipos.

En principio se barajó la posibilidad de que estos tres partidos se disputasen consecutivamente entre el 29 de abril y el 12 de mayo, pero se descartó porque aún no se ha solventado la cuestión de la fiebre aftosa.