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Djokovic caminó por la cornisa, pero se terminó imponiendo ante Hanfmann en el Masters 1000 de Shanghai

En una Shanghai calurosa y sofocante, a Novak Djokovic (4º) se le humedecieron las ideas y se le nubló la precisión. Sin embargo, hay algo que define a las leyendas: la pasión con la que juegan a este deporte. A sus 38 años y disminuido físicamente, remontó un partido que parecía más que comprometido ante Yannick Hanfmann (159º) y se impuso por 4-6, 7-5 y 6-3 en 2h42m, por la tercera ronda. Así, evitó lo que podría haber sido, por ranking, la peor derrota en un torneo de esta categoría.

El alemán, que pretendía meterse en la historia con la fuerza de un huracán, desdibujó al oriundo de Belgrado durante el primer set. Tanto es así que lo hizo sentir el rigor de su tenis: leyó los saques contrarios, regaló puntazos (varios drops seguidos de globos), sumó muchos tiros ganadores y se encargó de desgastarlo.

El plan parecía (y lucía) perfecto. Nunca había estado tan cerca de un batacazo tan grande como la ciudad china. Pero del dicho al hecho hay un largo trecho. Y del triunfo parcial al éxito definitivo, también. No es lo mismo comenzar arriba en el marcador que concretar la victoria. En ese sentido, sumó algunos errores no forzados en momentos clave y se empezó a complicar.

Si bien es un erudito en la materia física y en la necesidad de cuidarse, lo cierto es que el documento no miente. Y a Nole se lo vio falto de energía, como si todo le costara el doble. De todos modos, demostró que nunca se da por vencido, ni siquiera cuando las piernas le dicen basta. De hecho, tomó aire, se concentró en la respiración y necesitó de un punto -no uno cualquiera, ya que fue el set point del segundo parcial- para recuperarse y darle la vuelta al marcador.

Con el dedo índice de su mano izquierda en el oído, levantó al público de las tribunas, les pidió más aliento y cambió la trama de la película. Desde entonces, mejoró en la devolución, encontró buenos tiros y cosechó un quiebre vital para liquidar el duelo.

Gracias a esta victoria, el serbio se medirá en los octavos de final con Jaume Munar (40º), quien superó a Yoshihito Nishioka (157º) por 7-6, 5-7 y 6-1. El historial entre ambos está 1-0 para el balcánico, aunque ese choque fue en Roland Garros 2018.

Toda la acción del Masters 1000 de Shanghai se puede seguir, en vivo y en exclusiva, por Disney+ Plan Premium.