El pasado 7 de noviembre, la FIVB suspendió de todas sus funciones nacionales, continentales e internacionales a Goijman, al que culpa de "no haber respetado el contrato de colaboración" para organizar el Mundial masculino de 2002, y de "haber infringido el código de conducta" del máximo organismo internacional.

A su vez, Goijman presentó una denuncia penal en Suiza contra el mexicano Rubén Acosta, presidente de la FIVB, al que acusa, entre otras cosas, de haberse quedado injustificadamente con más de seis millones de dólares del máximo organismo internacional y de haber falsificado el informe final del balance de 2000 para ocultar esa presunta maniobra.

La FIVB anunció el lunes que ha designado para formar parte de la comisión reorganizadora a Aníbal Oscar de Sarro, Carlos Benítez, Alejandro Guillermo Tavcar, José María Cuadrillero y Héctor Adolfo, ex dirigentes del deporte argentino y profesores de educación física.

"Es una barbaridad. ¿Cómo podemos permitir que alguien en Suiza nos imponga dirigentes? No tiene ningún sentido", afirmó Goijman al referirse a la creación de un nuevo organismo en lugar de la Federación Argentina.

"Rechazamos la decisión de Acosta", añadió el dirigente, mientras que Antonio Rodríguez, presidente del Comité Olímpico Argentino, tomó distancia del asunto y dijo que la entidad que preside "sólo resguarda a los deportistas".

La FIVB autorizó a las federaciones provinciales argentinas a efectuar una asamblea general electiva "sin la participación de las personas suspendidas" con la finalidad de "no penalizar al voleibol, a jugadores ni a equipos argentinos".

Pero los dirigentes locales no aceptaron esa decisión, debido a lo cual la FIVB resolvió designar una comisión reorganizadora en funciones de federación, "integrada por personas ajenas a los actuales dirigentes" para "colaborar en la tarea de mantener activa la participación del voleibol argentino a nivel nacional e internacional".