Pese a que ha venido a los entrenamientos de primavera desde hace años al desierto de Arizona y que estará en la misma casa, la dirección del trabajo de Baker cambió, al igual que su vida.

"Todo esto es nuevo. Estas instalaciones de entrenamiento son nuevas, el parque de pelota es nuevo, la ciudad es nueva, y los jugadores son nuevos", señaló Baker el jueves, cuando efectuaba el viaje relativamente corto desde Scottsdale a Mesa y comenzó su primer día de entrenamientos de primavera al frente de los Cachorros de Chicago.

Hace menos de cuatro meses, después de que Baker llevó a los Gigantes de San Francisco a la Serie Mundial, que perdieron en siete juegos, el tres veces Mánager del Año de la Liga Nacional se mudó con su talento y su perspectiva de triunfo a uno de los equipos más perdedores del béisbol.

Por ello, si logra levantarlos, su logro será aún mayúsculo.