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Josh Donaldson y Edwin Encarnación, un dúo de amigos en una misión

Josh Donaldson y Edwin Encarnación parecen un dúo improbable para llegar convertirse en buenos amigos.

Uno es extravagante y ruidoso, el otro es discreto e introvertido. Uno proviene de Alabama, vía Pensacola, Florida y fue un destacado 'All-American' con los Auburn Tigers. El otro se mudó a Puerto Rico a los 14 años procedente de República Dominicana, que no tenía las impresionantes fincas de peloteros que conocemos hoy en día, en busca de hacer realidad su sueño de jugar en Grandes Ligas.

Donaldson tuvo una destacada carrera que lo vio pasar de los Atléticos de Oakland a los Azulejos de Toronto después de la temporada 2014, un año antes de ser coronado Jugador Más Valioso de la Liga Americana. Y semejante a su personalidad, Encarnación pasó casi desapercibido con los Rojos de Cincinnati , hasta que fue recogido de 'waivers' por los Azulejos en 2010 y llegar a establecerse como uno de los mejores y más consistentes toleteros en el béisbol.

Cuando Donaldson arribó al camerino de los Azulejos, llegó armado con el estilo de los Atléticos, extendiéndoles la mano a los peloteros latinos para intentar cerrar la brecha y establecer una cultura ganadora en la que cree hasta hoy en día. Al principio, Encarnación se mostró escéptico, pero con el tiempo llegó a confiar y a creer en las buenas intenciones de ese joven atrevido y peculiar.

"Cuando llegué a Toronto allí estaban José Reyes, José Bautista, Navi (Dioner Navarro) y Edwin, una cultura latina bastante grande. Yo siempre quiero hablar con todo el mundo, así que les dije que quería comunicarme con todos ellos, y se lo hice saber", dijo Donaldson, riendo.

"Yo jugué en la República Dominicana (con los Leones del Escogido en 2011) y sé lo que se siente ser parte de un grupo más pequeño. Así que me propuse hacerles saber que estaba interesado en ellos y quería demostrarles que estaba allí para ayudarlos a ganar. Así empezamos a establecer una relación personal. Y sí, algunas personas se preguntan cómo, pero muchos de mis mejores amigos son tipos más reservados".

"Cuando yo lo conocí a él en Toronto me di cuenta inmediatamente del tipo de persona que él era. Sí, somos completamente diferentes. Pero eso no importa, cada quien tiene su forma de ser. Porque aunque él haga las cosas de una forma, y yo tengo la mía, eso no es porque uno puede tener una buena amistad", explicó Encarnación. "Todo es que nos respetamos ambos. Yo lo respeto mucho y él me respeta mucho, y yo creo que eso es lo primordial. Yo tengo confianza y creo en él y él tiene confianza y cree en mí. La relación que tenemos uno con el otro tanto en el terreno como fuera del terreno es muy cercana".

Junto a José Bautista, se convirtieron no sólo en buenos amigos, sino también en uno de los mejores tríos de poder en Grandes Ligas, combinándose para conectar 221 cuadrangulares entre ellos entre 2015 y 2016. Los Azulejos clasificarían a la Serie de Campeonato de la Liga Americana esas dos temporadas, siendo campeones del Este el primer año y llevándose el comodín el segundo, jugando en playoffs por primera vez desde que Toronto ganó la Serie Mundial en 1992 y 1993.

Eso significa que tanto Donaldson como Encarnación tienen cuentas pendientes en octubre, pues llegaron a la Serie de Campeonato, pero nunca más allá. Y aunque ninguno de los dos lo admitiría abiertamente, tienen la espina clavada de probarles a los Azulejos lo que podrían haber logrado con más tiempo juntos.

Encarnación siempre ha dejado todo por la paz, y es muy reservado en sus comentarios después de su partida de Toronto, pero es ampliamente conocido que la mísera oferta del equipo lo hizo escoger firmar con los Indios de Cleveland cuando llegó a la agencia libre en el invierno de 2015.

Y no es un secreto que la salida de Donaldson de los Azulejos fue controversial, con múltiples informes sobre el mal manejo de su más reciente lesión de pantorrilla y negociaciones contractuales. El antesalista de 32 años estuvo limitado a jugar sólo 36 partidos para Toronto, y nadie sabía cuándo o si volvería a jugar en 2018.

Los Azulejos terminaron obteniendo un retorno insignificante en su canje por el MVP de la Liga Americana, con su valor siendo disminuido por su lesión, de cara a unirse a la próxima clase de agentes libres, la cual ha sido una historia principal esta temporada al incluir a Manny Machado y a Bryce Harper.

Después de que fue cambiado a Cleveland, nunca estuvo claro si Donaldson jugaría alguna vez con el uniforme de los Indios. Pero demostró estar lo suficientemente saludable como para contribuir, bateando para .280/.400/.420 con tres jonrones en el último mes de la campaña, asegurando un puesto en el plantel activo para la Serie Divisional, lo cual parecía improbable hace un mes.

"En Toronto, fue una de esas situaciones en las que definitivamente no fue la forma en la que quería que todo terminara", señaló Donaldson. "Hubiera querido que las cosas fueran diferentes en lo que respecta a mí estar en la lista de lesionados y no poder jugar. No quería que terminara de esa manera. Estaba trabajando duro para volver lo más rápido posible porque sabía que en algún momento algo iba a suceder".

Y esa ha sido la prioridad para Donaldson, volver a estar en acción en el terreno y ser un pelotero de impacto en el tiempo que tenga dondequiera que esté jugando.

"Esas cuestiones de agencia libre, eso a mí no me importa", sentenció Donaldson. "Esas cosas se resuelven por sí solas. Mi enfoque nunca ha sido estado en la agencia libre, mi enfoque ha sido: '¿Cómo puedo ayudar a mi equipo a ganar?' Y cuando no estoy en el terreno, obviamente no puedo hacer eso. Ya yo he ganado suficiente dinero. Ahora todo se centra en ganar para mí".

Ahora Donaldson y Encarnación están nuevamente juntos en postemporada, esta vez como parte de la cultura ganadora de los Indios, rodeados de atletas competitivos que han demostrado mucho en el máximo escenario del béisbol.

"Eddie y yo tenemos muy buenos recuerdos de jugar juntos. Y ahora tenemos otra oportunidad. Si miras alrededor de este camerino, muchos de nosotros hemos tenido experiencias similares", agregó Donaldson. "Sabes que Eddie estuvo de un lado a otro y después se estableció en Toronto. Yan Gomes, más o menos lo mismo, dando vueltas por ahí, lo trataron de convertir en utility, y encontró su camino aquí. Yo subí y bajé cinco veces con los Atléticos. Mira lo que pasó con Melky (Cabrera). Aquí hay peloteros que los han puesto a prueba. (Corey) Kluber, recuerdo que cuando llegó por primera vez era un jugador que no se sabía si haría el roster, y resultó ser un ganador del Cy Young. Yo creo en que el carácter de las personas y los peloteros que están en el camerino son los que hacen a la organización".

"Es algo que cuando uno pierde en ese momento, le duele. Duele estar tan cerca", explicó Encarnación. "Le duele porque uno lo que aspira siempre es llegar a la Serie Mundial y ganar ese anillo. Pero ya aquí juntos, vamos a seguir hacia delante y a pedirle a Dios que nos de salud para lograrlo, todos nosotros los Indios juntos".

"Han pasado cosas que uno no quiso que pasen, pero así es la pelota", continuó el dominicano. "Los numeritos personales no es lo mismo que ganar en equipo, ganarse un anillo de la Serie Mundial. Eso es lo que todo el mundo aspira ganar. No es fácil. No es nada fácil. Pero no es imposible. Pero ahora estamos en un nuevo año, una nueva etapa y yo creo que Dios mediante vamos a dar el cien por ciento de nosotros para llegar. Nosotros estamos aquí en el escenario y yo creo que cualquier cosa puede pasar".

Y para Donaldson en particular, compartir el escenario de los playoffs con su amigo Edwin podría ser una forma de cerrar un capítulo de su vida que aún tiene un final abierto.

"Tratas de no adelantarte a las cosas, pero aquí sentado hablando de ese tema, creo que sería algo muy grande", admitió Donaldson. "Tenemos muy buenos recuerdos de jugar con Edwin en la postemporada. Que sigamos avanzando juntos sería como intentar dar punto final a algo que ya habíamos empezado. Hemos estado cerca antes. Y al venir aquí, si puedo ayudar en algo, y con Edwin obviamente haciendo lo suyo, tal vez podamos lograr algo que siempre nos propusimos hacer".