Cada vez mejor

FECHA
16/06
2008
por Andrei Markovits
Los organizadores aquí en Viena obviamente aprenden rápido.

Tras el fiasco del subte el primer día de juego --el partido entre Austria y Croacia-- realmente encendieron la llama tan maravillosamente que el segundo partido, Austria vs. Polonia, fue un encanto. Las líneas del subte se llenaron eficientemente, la gente se manejó bien. Todo salió de maravillas.

Bravissimi a los organizadores a cargo de las mejoras en tan poco tiempo. También estoy impresionado por como los anuncios realizados antes, durante y después de los partidos se hacen en inglés y en el idioma de los equipos que juegan: con lo que en griego y ruso en el partido de ayer por la noche en Salzburgo, en español y suizo ayer por la noche en Innsbruck, y en polaco y alemán en Viena.

La atmósfera del partido de Austria vs. Polonia fue increíble: La mitad del estadio lleno de polacos, la otra mitad de Austríacos.

Queda claro que el torneo es completamente dominado por las nacionalidades de los equipos que están en acción: En Salzburgo eran todos griegos y rusos, en Innsbruck todos españoles y suizos. Se ve que hay pocos neutrales interesados en asistir a los partidos. Las llamadas 'zonas de fans' en las ciudades suizas de Zurich, Basel y Bern están desiertas porque los suizos están fuera del torneo. Su partido de hoy por la noche contra Portugal es insignificante. Si alguien asistiera a estas ciudades y eventos se preguntarían: ¿Dónde queda Europa? ¿Qué es Europa? Especialmente tras la debacle de la votación Pro-Europa este jueves pasado en Irlanda, es totalmente evidente que mientras Europa y la Unión Europea con construcciones burocráticas, económicas y hasta políticas, ciertamente no se las encuentra en los corazones y mentes de las almas de los europeos que andan por la calle. No hay un solo europeo en este torneo.

Banderas nacionales por todas partes, se gritan los himnos naciones en los estadios. Esta obligación de cantar el himno nacional es algo muy nuevo en el mundo internacional del fútbol. Se que Franz Beckenbauer demandó que en la Copa del Mundo de 1990 su equipo cante el himno. ¿Pero desde cuando esto se convirtió en una tendencia? ¿Y porque una obligación?

Austria recibió un empate del árbitro inglés Webb quien ahora debería ser un ciudadano honorario de Austria.

Austria estaba muerta en tiempo suplementario cuando un defensor polaco estaba tironeando de un delantero austríaco en la penalty box. Este tipo de comportamiento se ha vuelto mandatario en el fútbol los últimos cinco años. Que sea buena o malo es otra cosa totalmente distinta, pero se ha vuelto una norma en el juego.

Y entonces marcar una falta en los últimos dos minutos de un partido crucial y darle al equipo local una penalidad, y entonces un empate y al menos la esperanza de permanecer en el torneo es algo realmente preocupante a mi forma de ver.

En todo caso esto destaca cuan aleatorio y cuan arbitrario es el arbitraje en los deportes. Ahora claramente, en parte esto siempre seguirá siendo asi porque gracias a Diosestos partidos siguen siendo manejados por seres humano y no por máquinas. Pero de todas maneras, la FIFA y la UEFA podrían invertir tiempo para reducir los errores más burdos.

Pero simplemente no entiendo porque hoy algunas llamadas offside que definen un partido --como el sábado por la noche en el partido entre Rusia y Grecia en donde un sólido y perfecto gol de los griegos fue anulado a causa de una supuesta violación offside-- no puedan estar sujetas a revisión. Este procedimiento no anularía la autoridad de los árbitros, sólo aportaría la claridad que no existe. Ni siquiera se podría argumentar contra el tiempo que se necesitaría para analizarlas. Entonces debería haber algún tipo de sistema que analice las faltas para aumentar la veracidad de las mismas. Los árbitros y sus asistentes deberían trabajar conjuntamente para mejorar el sistema.

¿Y si son ellos mismos los que lo hacen, porque perderían autoridad y respeto a los ojos de los jugadores y espectadores? En este caso sería todo lo contrario. El mundo del arbitraje sería legitimado y validado.

Una reforma más merecedora de discusión: Estos jugadores son tan buenos, tan atléticos, tan rápidos y la cancha es tan grande que un solo árbitro con dos asistentes no es suficiente para abarcar lo que sucede en todo el campo. ¿Por qué no introducir un segundo árbitro y que cada uno se ocupe de una mitad de la cancha?

Sólo unos puntos para meditar ya que creo que hay muchos problemas en el sistema de arbitraje actual.

Último punto: Escuchando en la televisión a los comentadores alemanes, austríacos y suizos ayer por la noche, quedó tan claro cuan deleitados estaban de que los griegos hubieran sido eliminados del torneo. Básicamente quedó en claro que estos expertos nunca tomaron en serio el campeonato de los griegos del 2004, que nunca tomaron en serio a los jugadores griegos y que tomaron la situación como una farsa y se sintieron deleitados de que finalmente los griegos llegaran a donde realmente pertenecían: al fondo del fútbol europeo en lugar de a la cima.
VIENA Anoche estaba en la zona de fanáticos aquí en Viena cuando los turcos se volvieron locos luego de recuperarse y ganar su partido ante los suizos que ahora están ya fuera del torneo, el primer país en ser eliminado además de ser los co-anfitriones.

¡Muy embarazoso, sin duda!

Los fans turcos celebraron en las calles (Getty)

Los turcos jugaron una buena segunda mitad que (todos concuerdan) nunca hubiese sido permitida de continuar si no hubiese sido un partido de semejante magnitud en medio de tan importante evento global, en el cual la televisión dicta todo y en el cual no podría haberse conseguido un momento para la revancha en este apretado calendario. Me pregunto qué hubiese pasado si hubiesen habido relámpagos realmente peligrosos en lugar de una horrible lluvia que hizo que el campo de juego estuviese totalmente inutilizado en la primera mitad y transformara a este partido de fútbol en un evento de waterpolo.

De cualquier modo, los fanáticos turcos se volvieron locos porque realmente tienen mucho que demostrar. Europa, en su denominación de Unión Europea, está constantemente yendo y viniendo en su juego de permitir o no que Turquía pase a formar parte de ese exclusivo club denominado UE. Y los turcos están cansándose de este ir y venir, y saben muy bien que las poblaciones y los públicos europeos no los quieren en "Europa". Por eso, una victoria ante la rica Suiza, que dicho sea de paso no es miembro de la UE pero sí una parte importante de ella al estar en su mismo centro, fue muy celebrada por los turcos.

Si los turcos quieren unirse a Europa porque admiran a este exclusivo club de ricos que los trata tan despectivamente, entonces los suizos no querrán unirse a Europa porque ellos mismos miran con desprecio a este club que es de hecho más pobre que ellos mismos. Por eso, los turcos quieren unirse al club y los suizos quieren mantenerse alejado de él.

El partido entre Turquía y Suiza tuvo todo tipo de aditamentos indeseados debido a aquella terrible pelea en Estambul hace tres años entre ambos equipos, cuando la UEFA prohibió que Turquía jugase tres de sus partidos como local en Estambul, debiendo hacerlo en cambio en Frankfurt, Alemania. Por eso había muchísima mala sangre entre ambos equipos y entre todos los presentes.

Por eso, fue en este contexto que uno debió ubicar la exultación de los aficionados turcos anoche en la zona de fanáticos de Viena cuando celebraron la victoria de su equipo bajo la copiosa lluvia de Basilea. Esta tarde estaré en el Happe Stadim en Viena presenciando el choque entre Austria (el otro anfitrión del campeonato) y Polonia.

Éste es un partido que ambos están obligados a ganar.

Estoy seguro de que la atmósfera estará cargada eléctricamente, ,y potencialmente se podrá poner muy feo. Estos dos países no se llevan muy bien.

Pensemos en esto: ¿Qué país europeo tiene buenas relaciones con algunos de sus vecinos, ya sea adyacentes o distantes?

Cuando uno pasa un día entero en una de éstas sedes de la Euro 2008, está claro que el concepto y la idea de una Europa unificada es, como mucho, un concepto para y por las élites pero no para la gente. Nadie se siente "europeo", todos sienten muy profundamente sus identidades culturales, y con venganza. La virtud de unir a la gente que tiene el fútbol está totalmente desplazada por los aspectos que hacen que la gente esté dividida.
VIENA -- El lunes tuvimos un excelente ejemplo de cómo todos los deportes de equipos (incluyendo el fútbol) pueden tener tantas facetas diferentes, tantas personalidades, tantas características. Tanto es así que uno se tiene que esforzar mucho para verlos como un solo juego.

Francia y Rumania durmieron a todos (AP)

Primero, fue el 0-0 entre Francia y Rumania.

He aquí dos excelentes equipos con jugadores de nivel mundial, que produjeron un juego tan aburrido y de tan baja calidad que yo hubiese pedido que me devuelvan el dinero de la entrada si hubiese estado en el estadio viendo el partido. Fue verdaderamente patético.

Y luego, apenas una hora más tarde, ¡una joya!

Un partido para el recuerdo: Holanda derrotando a Italia en un clásico instantáneo por 3 - 0.

Lo que hizo a este partido tan maravilloso es que ambos equipos jugaron un fútbol soberbio con una sola diferencia: los holandeses aprovecharon sus oportunidades y los italianos no lo hicieron.

Pero no se equivoquen. Los italianos jugaron realmente muy bien en el campo de juego. Lo que hizo que me encanten los holandeses es que a diferencia de los checos y a diferencia de los croatas y a diferencia de muchos equipos en el mundo que básicamente construyen trincheras para defender sus ventajas de 1-0 y hacen de todo para proteger esa ventaja con una defensa espantosa, los holandeses continuaron atacando aún cuando estaban adelante por 3-0.

Forza Holanda, pero también ¡Forza Italia! Los italianos están lejos de estar muertos todavía.

Los holandeses me hacen acordar del fútbol total y de los días de la "Naranja Brillante" de los equipos liderados por el gran Johan Cruyff a principios de la década de 1970.

¡¡¡Una auténtica maravilla estética!!!

Espero que continúen jugando así y que lleguen muy lejos en este torneo.
VIENA -- El partido de apertura entre Suiza y la República Checa resultó ser una pesadilla para el equipo local que a pesar de demostró ser el mejor equipo que tuvo más oportunidades, perdió a su mejor jugador: Alexander Frei. Su lesión parecía realmente severa y el comentador para la estación de televisión alemana ZDF, quien será el nuevo entrenador de Borussia Dortmund la temporada próxima, el equipo donde juega Frei, mencionó una vez terminado el partido que había hablado con el médico de la selección suiza que le dijo que el delantero permanecerá fuera de juego por un mínimo de 12 semanas. Con lo que llegó el final de la Euro 2008 para él, que tampoco estará para el comienzo de la temporada de Bundesliga en agosto.

Además de la tragedia de la noche, el equipo suizo sufrió la eficacia de los checos que tuvieron una oportunidad y la capitalizaron ganando el partido por 1-0.

La calidad total del partido no fue muy buena, habrá sido como mucho, mediocre.

Pero luego tuvimos el segundo partido en el Grupo A que enfrentó a Portugal y Turquía. ¡Wow! Este sí que fue un partido fabuloso. En todas partes de la cancha, un fútbol de ataque impactante del equipo portugués claramente mostrando superioridad y venciendo por 2-0.

Si los portugueses juegan como lo hicieron en la apertura, deben ser considerados favoritos a ganar el torneo el 29 de junio.

Y una vez más quedó en claro a lo largo del partido cómo y porqué Cristiano Ronaldo es el mejor jugador del mundo. Cada vez que tocó la pelota, en el win derecho en la primera mitad, en el win izquierdo en la segunda, y como delantero hacia el final del partido, el hombre se mostró peligroso.

Claramente, su flirteo con la posibilidad de ir al Real Madrid y abandonar Manchester United no influyó en su juego. (Confesión personal: Como fanático de Manchester United, ciertamente espero que se quede con mi equipo y no nos deje por los madrileños. Pero me temo que nos dejará, no sólo por la increíble cantidad de dinero sino porque ya logró todo lo que quería lograr en United y estoy seguro que lo ve como un desafío hacer lo mismo con el Real).

Una nota más: Tal como escribo y argumento hace años, el nacionalismo en estos torneos realmente me enferma. Esta es una de las dos razones por la que prefiero el fútbol de club al fútbol de país: No hay nacionalismos enfermizos en el primero y -claro está- el fútbol de clubes tiene una mayor calidad. Sí, Ronaldo fue increíble con Portugal. Sí, Portugal fue increíble anteanoche. Pero el equipo -y Ronaldo- no llegaron a igualar el nivel futbolístico de Manchester United o alguno de los mejores 15 clubes en Europa.

Y el nacionalismo va mucho más allá de los equipos. Estaba observando la transmisión de la televisión alemana del partido Portugal-Turquía y el comentador no pudo evitar mencionar cada dos minutos cuan increíble era el árbitro alemán Herbert Fandel: que trabajo increíble estaba realizando, como es el segundo mejor árbitro del mundo, tras el retirado Markus Merk a quien Fandel quiso reemplazar como número uno.

¡Fue ridículo! Fandel aquí, Fandel allí, Fandel en todas partes -simple y únicamente porque es alemán-. No lo pude soportar más y cambié a la transmisión austríaca donde el tema principal eran los dos equipos jugando y no el árbitro, como debería ser.

Los alemanes y sus presentadores no son únicos en esto.

Cada país salta por la borda por mencionar constantemente lo que lo representa al momento en el torneo.

Este nacionalismo es realmente terrible y molesto.

Dejemos de lado el nacionalismo agresivo de algunos fanáticos, como los polacos o los alemanes que en anticipación del partido entre las dos partes en la ciudad austriaca de Klagernfurt arremetieron en batallas entre ellos y contra la policía austriaca.

Alas, este nacionalismo es el costado oscuro del fútbol internacional.

VIENA -- Efectivamente, aún antes del puntapié inicial y luego de la verdadera tragedia de la lesión que eliminó a Fabio Cannavaro de la Eurocopa (lo cual seguramente le quitará a la azzurra cualquier oportunidad de ganar el título) tenemos ya el primer escándalo del torneo.

Algunas revistas polacas publicaron una foto trucada de Leo Beenhakker, el entrenador holandés del equipo polaco, sosteniendo las cabezas arrancadas del entrenador alemán Joachim Loew y su capitán Michael Ballack. La revista Super Express publicó la foto con la siguiente nota al pie: "Leo, entréganos sus cabezas".

Esta foto de mal gusto quería expresar el deseo legítimo y el gran deseo de los polacos de finalmente poder derrotar al equipo nacional alemán, algo que nunca han hecho. Y poder lograrlo en un torneo importante, y en el primer partido para ambos equipos que se jugará el domingo 8 de junio a la tarde en la sureña ciudad austríaca de Klagenfurt.

Loew no le dio importancia al tema (Getty Images)

Claramente, esta foto no solamente fue de pésimo gusto, sino que también elevó el nivel de enemistad continua entre alemanes y polacos, quienes han tenido una historia compartida muy amarga y violenta a lo largo de varios siglos. Agreguemos a esto otras invocaciones de temas históricos, como el recordatorio hecho por un diario sobre la derrota de los caballeros teutones a manos de los señores feudales polacos en el siglo XV.

Dichas imágenes han sido constantes en la prensa amarilla británica, particularmente en la Euro 1996 jugada en Inglaterra, cuando Inglaterra enfrentó a España y hubieron constantes referencias a la Armada Invencible Española siendo derrotada por la más ágil y pequeña Armada Británica liderada por Sir Francis Drake.

Antes del partido ante Francia, la misma prensa británica invocó constantemente las derrotas francesas a manos de los británicos, desde los días de Juana de Arco hasta los tiempos napoleónicos, y aún más allá.

Y el partido ante Alemania fue constantemente acompañado por imágenes desfavorables de alemanes y de motivos bélicos alemanes invocando a la Primera y Segunda Guerra Mundial.

Pero ni siquiera las revistas británicas pudieron caer tan bajo como la desagradable muestra dada por sus contrapartes polacas, mostrando la decapitación de dos seres humanos vivos que representan al equipo alemán. Claro, las revistas alemanas (así como algunos políticos alemanes), usaron la ocasión para azuzar el fuego y emitir opiniones igualmente reprochables desde su parte.

Gracias a Dios, tanto Leo Beenhakker como el equipo polaco emitieron un documento inmediatamente denunciando la foto en el tono más enfático posible. Beenhakker pidió disculpas y dijo que la foto era una "cosa espantosa" hecha por gente "extraña y sucia y enferma".

El entrenador alemán Loew también desestimó el asunto y le dijo a los medios que tenía cosas más importantes de que preocuparse que no fueran esta caricatura de mal gusto.

Tal como es el caso a menudo, la mala sangre y la exacerbación del fanatismo no sale de los auténticos protagonistas, los verdaderos productores de estos maravillosos eventos, puntualmente los jugadores y los equipos de entrenadores, sino de los medios, los fanáticos, los consumidores de estos eventos.

En otro tema: aquí en Viena, la policía austríaca está realmente preocupada por la violencia y el comportamiento inapropiado por parte de fanáticos, no tanto en los estadios sino en las calles y otros espacios públicos. Ya veremos...

El defensor se lesionó en Baden (Getty Images)

VIENA -- La noticia más importante de estos días previos al torneo, en los que todos ocupan su tiempo y espacio con especulaciones, evaluaciones y opiniones interminables y ya están listos para la acción que aún no llega, es -por supuesto- la grave lesión que sufrió Fabio Cannavaro en el tobillo durante el primer día de entrenamiento liviano de la Squadra Azzurra en Baden.

En una práctica de equipo, Giogio chiellini atacó a Cannavaro con un tackle abierto, derribando inmediatamente al capitán.

Quedó tendido en el césped durante mucho tiempo antes de ser trasladado al hospital local de Baden y luego al hospital de la Facultad de Medicina de la Universidad de Viena, donde le hicieron una resonancia magnética y descubrieron que se había lesionado seriamente dos tendones del tobillo izquierdo.

Es una gran pérdida para la squadra, porque con Cannavaro pierden el segundo italiano, después de Roberto Baggio, que ha sido nombrado mejor futbolista del mundo. Además, Cannavaro es el único defensor que ha recibido semejante honor.
VIENA -- La Euro 2008 ha transformado esta hermosa ciudad como nunca antes la había visto. Todos los tranvías y los autobuses de la famosa Ringstrasse han dejado de funcionar desde ayer y gran parte del área ha sido transformada en una ciudad aparte, exclusivamente para el torneo continental.

Ambrosini entrenó con Italia (Getty)

Miles de puestos de comida, de lugares para ver los partidos, para caminar, para juntarse, han creado un espacio público completamente nuevo que dominará la ciudad desde hoy hasta el domingo del 29 de junio por la noche.

Hay literalmente miles de eventos que acompañan el torneo, todo un segmento de la ciudad -el Karlsplatz- ha sido dedicado a exhibiciones y actividades para aquellos ajenos al fútbol.

Hay muchos espacios relacionados con los niños. ¡Es extraordinario!

Entre los invitados que aparecerán en Viena durante la Euro, mencionamos algunas estrellas al azar: del mundo del piano, el genio chino Lang Lang, el gran Alfred Brendel, el brillante Maurizio Pollinni, y -en un género diferente- Sir Elton John.

Claro que Plácido Domingo estará presente, al igual que Bob Dylan.

Pero volvamos al fútbol. La Squadra Azzurra llegó de Italia y se alojará en Baden. Todos han estado analizando los recientes partidos de práctica de Alemania, Grecia, Austria, Croacia, Polonia, Portugal, para sacar conclusiones. El consenso general es que estos partidos ocultaron más de lo que revelaron, que todos los equipos se refrenaron y no jugaron a toda marcha.

Los austríacos, quienes tendrían por lejos el equipo más flojo del torneo, además de ocupar el último sembrado, esperan que la ventaja de local milagrosamente los empuje a la segunda ronda. Esperan avanzar detrás de Alemania, venciendo a Croacia y empatando con Polonia o viceversa.

Tengo mis dudas de que puedan derrotar a Croacia en el primer partido este domingo, pero han sucedido cosas más extrañas en los deportes, y en el fútbol.
Prater Stadium

El Prater Stadium, en 1931, recibió partidos para el recuerdo. (Getty)

La primera vez que me puse en contacto con el fútbol vienés fue de niño en el lugar donde nací, Timisoara, quizás más conocido por el nombre Húngaro de Temesvar. Mi padre era --como la mayoría de los hombres judíos de su época en Europa Central-- un fanático del fútbol. Su sueño era dejar su nativa Satu Mare (Szatmar) y viajar a Viena para estudiar en el Hochschule fur Welthandel (Escuela de Negocios y Economía). Sólo llegó hasta Budapest donde se enroló en 1930 para estudiar administración de empresas, concluyendo con un doctorado a fines de 1937.

En Budapest, se hizo fanático del clan azul y blanco MTK con el que se identificaban la mayoría de los judíos de la época --y aún se siguen identificando hasta el día de hoy. El enemigo número uno eran los Ferencvaros, que utilizaban los colores verde y blanco. MTK tenía un séquito de burgueses a su favor mientras que los Ferencvaros contaban con el apoyo del proletariado, de los suburbios industriales de Budapest, no judíos y virulentos anti semitas.

Desde niño escuché muchas historias del clásico MTK-Fradi --rivalidad a la que mi padre asistía en su época de estudiante. Durante un choque particular entre estos dos rivales, mi padre fue apaleado por los fans de Fradi y fue denunciado como un "judío sucio". Aún podía sentir su furia veinte años más tarde, su sentido de humillación no disminuido por el tiempo.

Budapest y su mundo futbolístico --tan similar en tantos aspectos al de Viena-- se hizo realidad para mí a raíz de las historias de mi padre en los 1950's. Y luego estaba Viena --el lugar distante, el lugar al que mi padre nunca llegó a pesar de su deseo de lograrlo. Viena era hogar de los clubes de fútbol Austria y Rapid: uno violeta (para mi muy parecido al azul del MTK), decididamente urbano, de clase media y apoyado por los judíos de clase media; el otro verde, clase trabajadora, definitivamente no-judíos con un tinte de antisemitismo.

Y Austria tenía una estrella, Matthias Sindelar, sin duda uno de los mejores jugadores que el fútbol austriaco ha producido. Mi padre había visto a Sindelar jugar en Budapest, para el legendario Wunderteam, dirigido por Hugo Meisl.

El increíble talento de Sindelar encantó a mi padre, quizás más que nada por la personalidad del Papierene (El popular apodo de Sindelar), como un judío honorario. Su antipatía hacia los Nazis fue legendaria y cometió suicidio en 1939 junto a su novia italiana mitad-judía. Y a pesar de una reciente historiografía de Sindelar parece crear algunas dudas con respecto a sus sentimientos anti-nazis como motivo de su suicidio, mi padre no sabía nada de eso cuando estaba en vida y definitivamente no le hubiera importado. Nada hubiera teñido su ilimitada admiración por este increíble jugador.

Y luego estaba Hakoah Wien, el club deportivo judío que, tras haber obtenido el campeonato austriaco en 1924/25 y haber sido el primer club europeo en vencer a una escuadra inglés en su propia cancha (en este caso a West Ham United), logró un status casi-celestial a los ojos de los judíos contemporáneos de mi padre de Europa Central. Y, claro está, Hakoah tuvo un gran jugador que asumiría un rol importante en mi vida un par de años más tarde. El jugador era el legendario Bela Guttmann, un judío-húngaro, genio del fútbol y verdadero cosmopolita, sintiémndose en casa tanto en Nueva York como en Budapest, Viena y Londres, y quién conseguiría un éxito singular con Benfica de Lisboa a comienzos de los 1960's. Pero a diferencia de Austria, Hakoah ya había desaparecido, parte de un ilustre pasado, que para mi, no personalmente, no lo pude vivir.

Y luego estaba la radio, mi único vínculo con el mundo del fútbol más allá de Stinta Timisoara. A través de la voz del locutor húngaro Gyorgy Szepesi, escuché una gran cantidad de clásicos entre el "equipo dorado" de Hungría y Austria con los que me familiaricé con jugadores tales como Walter Zehmann, Robert Dienst, Ernst Happel y --por supuesto-- el diplomático ingeniero Gerhard Hannappi. Recuerdo haber estado igual de confundido de niño en Rumania, que ahora de adulto en los Estados Unidos, de que la obsesión austriaca con los títulos no se detenía en la cancha. Y era más por sus cumplimientos académicos que mi padre admiraba a Hannappi. No sólo lo veía como un eximio jugador sino como un hombre culto de clase media que de alguna manera entró en este club de proletariado con sus fans anti-semitas.

A comienzos de septiembre de 1958, mi padre y yo llegamos a Viena con dos valijas en mano. Mi madre había fallecido en mayo, y Viena iba a ser una parada de tránsito en nuestro viaje a América. Y allí estábamos, totalmente desubicados, en tierra de nadie, esperando partir hacia la "Tierra Prometida". Claro está, decidimos ir a Wiener Stadion --por primera vez en nuestra vida-- para ver al legendario Juventus Turin con jugadores de nivel mundial como Omar Sivori, y Giampiero Boniperti contra Wiener Sportclub en el torneo Copa de Campeones de Europa. Nunca habíamos oído hablar de Sportclub, pero nunca olvidaríamos como destruyeron a los italianos por 7-0.

Esa noche de otoño en Wiener Stadion, mi primer partido bajo las luces, me convertí instantáneamente en un fanático de Sportclub.

Los fans del MTK viven el fútbol muy en serio (Getty)
Un par de semanas más tarde, mi padre y yo cenamos con algunos judíos húngaros que habían llegado a Viena a comienzos de la Revolución de 1956 y eran "veteranos" de la cultura local de fútbol. Cuando les conté acerca de Sportclub, el hombre de la casa me informó seriamente acerca del pasado Nazi de Sportclub. De esta manera, un judío no tenía motivo alguno por que alentar un equipo semejante. Estaba devastado. Y desde ese día, me convertí y me mantengo hasta ahora, fanático de Austria y despreciador de Rapid, aunque en lo más profundo de mi corazón aún siento afecto por Sportclub, como si fuera un primer amor que uno nunca olvida y ama en secreto. Sportclub ya no forma parte de la primera división del fútbol austriaco y se mantiene entre la tercera y la cuarta división.

Claro está, siempre fui conciente de ser un judío en predio futbolístico en Viena y siempre listo para experimentar expresiones de anti-semitismo. Con la excepción de un par de momentos desagradables en terreno local del Rapid en Hütteldorf durante unos duelos acalorados con Austria, nunca experimenté algo similar a lo que mi tío tuvo que soportar a fines de 1920's y comienzos de 1930, cuando estudiaba medicina en Viena. Tampoco lo que Michael John y Matthias Marschik describen en su estupendo estudio de anti-semitismo en el escenario deportivo austriaco contemporáneo.

Pero el fútbol austriaco no es distinto al de otros países europeos y quizás hasta un poco menos racista, sexista, antisemita y violento que sus contrapartes en Italia, Alemania, Holanda, Polonia, Croacia, Hungría e Inglaterra, varios de los que experimenté por mi cuenta. Comportamiento semejante se ha vuelto la norma en el fútbol europeo, el costado oscuro del panorama supuestamente cosmopolita de Europa. Para asegurarme, frecuenté el terreno futbolístico de Viena cuando --apenas 15 años después del Holocausto-- los judíos aún disfrutaban de un tipo de era protegida en el discurso europeo, que sin duda iba a desaparecer hacia mediados de los 1980's.

Cada sábado y domingo, mi padre y yo solíamos tomar el tranvía para seguir a nuestro amado equipo de Austria a los diversos predios en Viena. En ese entonces --y hasta mediados de 1960-- el fútbol austriaco esencialmente representaba al fútbol vienés. De hecho, la ciudad decoraba el hogar del legendario "Danube Football" de los 1920's y 1930's que --en ese momento-- era el mejor dentro del continente europeo, por no decir el mejor del mundo. Los 10 clubes de fútbol de la primera división en esa época, eran de Viena.

Para cuando mi padre y yo llegamos a Viena en 1958, esto había cambiado un poco, pero aún habían ocho clubes vieneses entre los 12 clubes de la liga nacional en Austria. Pasamos muchos partidos con Austria en tierra de Wacker, Admira, Viena, Simmering, WAC, Sportclub y --claro está-- Rapid. Con la excepción de Rapid y Austria, que continúan representando a los dos clubes más importantes del fútbol austriaco, el resto de los equipos dejaron de existir o juegan en divisiones inferiores en total oscuridad. Sus canchas ya son completamente irrelevantes. Esto es triste ya que junto con Buenos Aires y Londres, no hay motrópoli en el mundo que haya tenido clubes de fútbol más importantes de primera división que Viena.

El Praterstadion --ahora llamado Ernst Happel Stadion, en honor al famoso jugador del Rapid y luego internacionalmente exitoso entreandor del Feyernoord Rotterdam, la selección nacional de Holanda y el club alemán HSV, y el estadio donde se jugarán siete partidos de la Eurocopa que ya se viene, incluyendo la final el domingo 29 de junio-- significó para mi un espacio de internacionalismo, al menos en el campo de juego, sino entre sus espectadores. Aún ahí quedé enfrentado a una yuxtaposición fascinante --inclusive una contradicción-- en el deporte, donde el mundo del fútbol y los jugadores era más abierto, internacional y cosmopolita que el mundo de los fans, que enfatizaba lo tribal, local y atávico, como lo hace hasta el día de hoy.

Aquí sólo voy a mencionar un par de instancias. Recuerdo asistir a un partido entre equipos nacionales de Austria e Italia en los 1960's en donde los ojos de mi padre y los míos presenciaron el talento de un joven jugador italiano llamado Gianni Rivera. Aún un adolescente en ese entonces, el fútbol genial de Rivera era visible para cualquiera que quisiera tomar nota.

Como ávido coleccionista de autógrafos, yo también admiraba al gran Didí y recuerdo haber esperado en línea por los jugadores de Botafogo, equipo de Rio de Janeiro donde aparecía junto a jugadores como el magistral Garrincha, el único jugador con mayor genialidad de improvisación y mejor presencia George Best de mi amada Manchester United. De hecho, aún tengo mi autógrafo de Didí --que por alguna razón, aparece en la pagina de enfrente al de la cantante de Opera Hilde Gueden. Botafogo jugó un amistoso contra el equipo nacional austriaco en 1959 que resultó en un empate de 2-2. El mismo año, por primera vez en mi vida tuve el inmenso placer y privilegio de ver jugar medio tiempo al genial y único Pele, en un amistoso con su club FC Santos ante el campeón austriaco del momento Sportclub; y al igual que Sportclub venció a Juventud unos meses atrás, también venció a Santos por 3-0. También vi al club brasileño Bangu FC con el estupendo lateral de la Selecao Nilton Santos y al mediocampista Ademir.

Luego hubo dos partidos inolvidables en el Praterstadion: El primero fue en mayo de 1961 entre Rapid y el campeón portugués Benfica de Lisboa, liderado por Bela-Guttmann, en el partido de vuelta de las semifinales del Campeonato de Europa. Benfica había vencido al Rapid por 3-0 en casa en el Esadio da Luz y era el favorito para avanzar. Pero Rapid --apoyado por sus fanáticos-- utilizó su mejor arma, la condición de local con su Hombre Nº12 (los fanáticos), y anotó un empate en los últimos 15 minutos. La tribuna explotó de emoción y cuando el árbitro cobró un penal a favor de Benfica en una jugada controversial, el lugar estalló y el partido terminó antes del tiempo regular. Recuerdo haber alentado a Benfica contra Rapid y fui probablemente el único que salió con júbilo del estadio.

Por último recuerdo haber asistido a la final del primer Campeonato Europeo de Clubes que se llevó a cabo en Austria el 27 de mayo de 1964 entre Inter Milan, liderado por el mano dura Helenio Herrera, poseedor de la dudosa distinción de haber inventado el eficiente, pero no tan atractivo estilo defensivo candado (catenaccio) y un Real Madrid en decadencia, pero aún poderoso, con jugadores gloriosos como Alfredo di Stefano, Francisco Gento y aquel viejo comandante del armada húngara, Ferenc Öcsi Puskas. . Real Madrid ya era dueño de cinco campeonatos europeos y estaba disputando su séptimo título habiendo perdido el sexto contra Benfica (en manos de Guttmann) en 1962.

Con la ayuda de dos fabulosos goles de Sandro Mazzolla, el "Nerazzurri" de Milan ganó el partido facilmente con un claro 3-1, y asi, siguió en los pasos de su odiado rival y vecino AC Milan --los Rosoneros-- que liderados por Gianni Rivera, había who, led by Gianni Rivera, había ganado el campeonato un año antes al vencer a Benfica en la final.

Un episodio importante en la historia deportiva de posguerra de Viena, este partido también fue el primer --y único-- al que no fui con mi padre. Fui con Daphne Scheer, el primer romance serio de mi vida. Tras haberla llevado a Forum Kino en Stadiongasse para ver "Lawrence de Arabia", esperana que llevarla a este partido demostraría lo profundo de mi afecto --lo que creo que ella apreció, a pesar de que parecía no entender los momentos más importantes del partido. Al tiempo de haber terminado nuestra relación amorosa, permanecimos amigos hasta que murió a los 50 años de edad.

Fue en la primavera de 1967 que fui por última vez a un partido de fútbol en Viena. Tras mi partida permanente en el verano de 1967, nunca regresé a partidos en mis escapadas de América. Quizás a causa de la asociación a mi padre y a los recuerdos de grandes tardes de fútbol, seguidas por incesantes análisis post-partido, que me proveyeron una cercanía emocional y serenidad que nunca podría encontrar con mi padre ni con nadie otra vez.

En memoria de mi padre, Ludwig Markovits y Daphne Scheer, una amiga que siempre echaré de menos.
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