Aaron Judge sigue encantando al béisbol, con su cara infantil y su furiosa ofensiva en busca de la historia.

Judge, quien ganó un puesto en el roster de los Yankees de Nueva York la última semana de los entrenamientos primaverales, ha tenido el debut más impresionante en décadas en las Grandes Ligas, para no ser absoluto.

Este lunes acaba de imponer una nueva marca para debutantes, al despachar sus jonrones 49 y 50, dejando atrás el récord anterior, impuesto 30 años atrás por Mark McGwire, entonces con los Atléticos de Oakland.

A la corona de los cuadrangulares en la Liga Americana, Judge, con 25 años de edad, suma los liderazgos en carreras anotadas (124), bases por bolas (120) y ponches recibidos (203), además de sumar 108 impulsadas, segundo en el joven circuito.

Aaron Judge HR Yankees
AP Photo/Seth WenigAaron Judge es apenas el sexto bateador en la historia con 50 vuelacercas y 120 boletos en una campaña, y el primero en lograr 50 jonrones y 200 ponches en una temporada.
Es el séptimo pelotero con 50 jonrones antes de cumplir 26 años, uniéndose a un selecto grupo que integran los miembros del Salón de la Fama de Cooperstown babe Ruth, Jimmie Foxx, Ralph Kiner, Willie Mays y Mickey Mantle, además del recientemente retirado Prince Fielder.

Judge es también apenas el sexto bateador en la historia con 50 vuelacercas y 120 boletos en una campaña.

Antes lo hicieron Ruth, (cuatro veces), McGwire (dos) y Mantle, Barry Bonds y Jim Thome.

Además, dentro de la gloriosa franquicia neoyorquina, es el quinto con medio centenar de palos de vuelta entera.

El Bambino lo hizo cuatro veces y Mantle dos, mientras que Roger Maris y Alex Rodríguez lo consiguieron en una oportunidad cada uno.

Su primera mitad de la campaña fue de ensueño, que tuvo como colofón su espectacular triunfo en el Derby de Jonrones durante las celebraciones por el Juego de las Estrellas en Miami, en julio pasado.

Entonces, el comisionado de Grandes Ligas, Rob Manfred, lo señaló como la posible nueva cara del deporte de las bolas y los strikes, mientras la exigente afición en la Gran Manzana se rendía a los pies del gigante de 6.7 de estatura y 282 libras de peso, cada vez que el Juez dictaba sentencia con sus kilométricos batazos.

Vino entonces un slump profundo en agosto que llevó a muchos a cuestionarse cuán brillante era en realidad la estrella del joven jardinero derecho de los Yankees.

Su cifra de cuadrangulares de pronto se detuvo, mientras aumentaba a ritmo alarmante su casillero de abanicados, pero con la misma fuerza que golpea a la pelota, tuvo el poder mental para manejar la situación y salir de la mala racha.

Luego de tres vuelacercas y 41 ponches el mes pasado, el Juez tomó un segundo aire en septiembre, donde lleva 11 bambinazos y ha reducido sus chocolates a 26.

Es como si la corte hubiera entrado en receso y se reanudaron las sesiones en septiembre.

A falta seis partidos para completar el calendario regular de los Yankees, está por verse cuántas sentencias más dictará el Juez, para extender más aún el récord y ponérsela cada vez más difícil a las futuras generaciones de peloteros.

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Aroldis Chapman
Elsa/Getty ImagesAroldis Chapman fue clave en la victoria de los Yankees el lunes, reclamando su puesto como cerrador en el bullpen.
NUEVA YORK - Ahí estaba, la totalidad de los 6 pies 4 pulgadas y 250 libras de peso de Aroldis Chapman, luciendo como el hombre de $86 millones. Las rectas volaban a velocidad supersónica.

¡Whoosh! ¡100.5 mph! El caliente Joe Mauer dejó pasar el primer lanzamiento de Chapman para un strike.

¡Boom! ¡101 mph! Mauer la pellizcó de foul.

¡Zoom! ¡102 mph! Mauer la abanicó y la falló.

Chapman le siguió al lanzar una recta de 100.8 mph para forzar a Byron Buxton a conectar un elevado de out al derecho.

Así como tal - con apenas cuatro lanzamientos -- Chapman despejó el problema que heredó de Dellin Betances, quien dejó las bases llenas con 1 out en la octava entrada y comenzó lo que terminó siendo un salvamento de cinco outs. Chapman terminó la novena entrada con tres outs fáciles, coronados con una recta de 103.7 mph para ponchar al antesalista de los Mellizos de Minnesota Eduardo Escobar, y los Yankees de Nueva York vencieron a los Mellizos 2-1 el lunes en un anticipo de lo que podría ser el juego de comodines de la Liga Americana.

La victoria no aseguró la ventaja de localía para el juego de vida o muerte que da inicio a la postemporada, pero se necesitaría un colapso épico para evitar que sea así. Los Yankees tienen ventaja de cinco juegos sobre Minnesota y tienen sus ojos posados en un botín mayor, el banderín de la División Este de la Liga Americana, cuya cima la ocupan los Medias Rojas de Boston, y quienes aventajan a Nueva York por tres partidos luego de vencer a los Orioles en 11 entradas el lunes.

Mientras vemos que Chapman ha logrado recuperarse, ahora Betances luce un poco perdido. El manager de los Yankees Joe Girardi sonaba como un hombre que podría optar por bajar temporeramente a Betances, un Todos Estrellas en cada una de sus cuatro temporadas completas, para tratar de arreglar sus problemas. Eso funcionó cuando Chapman tuvo problemas hace un mes.

Girardi movió a Chapman más abajo en el orden de jerarquía del bullpen, a situaciones de menor importancia, para encontrarse a sí mismo. Lo logró, y ahora Girardi está recurriendo a Chapman para socorrer a Betances. El manager se corrió el riesgo de sobreutilizar a Chapman en un salvamento de más de una entrada.

Girardi podría usar a David Robertson y Chad Green en vez de Betances, pero el manager ha sido creativo en el uso de sus relevistas, en rol tipo puente a la Andrew Miller para dominar a los rivales en las entradas medias tanto con Green como con Robertson.

"A uno le gusta tener roles, pero si tienes que hacer ajustes, los haces", dijo Girardi. "Esa es la conclusión. Estamos en esa época del año que si tienes que hacer ajustes, los haces".

Betances ha sido muy bueno por cuatro años, pero Girardi no puede dejar que su salvajismo le cueste a los Yankees un partido mientras intentan atrapar a los Medias Rojas en el Este LA mientras se les acaba su calendario de temporada regular. El lunes, Betances dio dos boletos y permitió un hit mientras solo lograba un out al tiempo que fue abucheado al salir de juego.

"Hoy, tuvimos suerte", dijo Betances al decir que "Chapman hizo un trabajo increíble. Yo lo puse en una situación difícil. Y no puedo seguir haciendo eso. Tengo que mejorar".

Betances dijo que se ha sentido mejor últimamente, pero el lunes estaba 'halando' sus pitcheos, utilizando su físico de 6 pies 8 pulgadas lo suficiente como para tirar los mismos de forma salvaje.

"Mi ritmo no era el mejor", dijo Betances.

Betances es tanto un tipo de Nueva York como cualquier otro en el camerino de los Yankees, así que sabe qué decir y cómo decirlo. Betances es la rara persona que creció en Nueva York, como fanático de los Yankees, y que labró su camino para ser una estrella con ellos. Es una Criatura de las Gradas (grupo de fanáticos de los Yankees que corea los nombres de los jugadores desde las gradas en cada partido local) de corazón, que incluso estuvo presente en el juego perfecto de David Wells en 1998. Betances sabe lo que demanda la gente en las gradas. Incluso con su pasado éxito, no hay tiempo para quejarse sobre la forma en que vaya a ser utilizado.

"Yo voy a lanzar cuando me toque", dijo Betances.

Hace un mes, era Chapman que el que tenía que mejorar. El descenso le ayudó a recuperar su forma.

En este momento, Chapman está mucho mejor. Con Robertson y Green lanzando bien, los Yankees tienen un bullpen monstruoso con tres cabezas. Si Betances logra volver a su forma correcta, ellos podrían conformar algo realmente peligroso para los Yankees en octubre.

El lunes, mientras los Yankees ponían un poco más de distancia entre ellos y los Mellizos, todo lo que ellos necesitaron fue a Chapman, el hombre que de nuevo está de vuelta en el tope del orden del bullpen de los Yankees.

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NUEVA YORK - El hecho que Aaron Judge haya vuelto a ser un bateador temido es un testamento a su cabeza.

Aunque el tamaño de Judge siempre sobresale, su éxito comienza con su cerebro. Ha pasado más de un año desde que Judge fue ascendido a Grandes Ligas, y desde el día que llegó ha mostrado una actitud más acorde con un veterano de 10 temporadas que un novato.

Por eso es que no es sorpresa para nadie que parezca que está empezando a sacudirse de su mala racha en la segunda mitad. Ha conectado dos cuadrangulares en dos de sus pasados cuatro juegos para ampliar su ventaja en el liderato de ese departamento en la Liga Americana con 43. Su OPS en los últimos 10 partidos es de calidad de la primera mitad -- 1.309.

Aaron Judge
AP Photo/Frank Franklin IISe le puede dar tanto crédito al cerebro de Aaron Judge -- al igual que a su musculatura -- por su recuperación, en la que ha logrado OPS de 1.309 en sus últimos 10 juegos.
Si se extiende ese número un poco más allá, su OPS no es de calibre de JMV pero sigue siendo respectable, ya que ha acumulado .890 en el último mes.

La razón por la que Judge podría volver por sus fueros nuevamente es su actitud. Si hubo algo que aprendimos de Judge de sus 84 turnos en el 2016, fue su forma de batear. Se ponchó 42 veces, pero incluso aunque se ponchaba una de cada dos veces que se paró en el plato, nunca cambió antes o después de los partidos.

Judge tuvo la confianza como novato de convertirse en el DJ de los Yankees de Nueva York tras su llegada. Por años, desde la era de Derek Jeter, casi nunca los Yankees tenían música en el camerino. Cuando Judge llegó, notó la inconsistencia en las canciones en el camerino. Con la bendición de CC Sabathia y Aaron Hicks, quien en algunas ocasiones anteriores se había encargado de la música, Judge se convirtió en Casey Kasem. Y no dejó de hacer cuando no jugaba bien.

Luego de los partidos, siempre estaba parado frente a su casillero, respondiendo preguntas. Sus respuestas eran buenas. No eran particularmente perspicaces, pero eran directas. No parecía perder la confianza, algo que suele pasarle con facilidad a un novato.

Con su cabeza en el lugar correcto, Judge solo necesitaba una forma de levantar su tasa de contacto. El manager de los Yankees Joe Girardi ha predicado desde el inicio de los entrenamientos primaverales que si Judge puede conectar la pelota, la misma va a llegar lejos.

Y los números confirman esto, al mirar como muestra los pasados 25 partidos. En los primeros 15 de ese periodo, conectó para .157, y con ponches en el 32 por ciento del tiempo, y con boletos en el 18 por ciento. Pero en los pasados 10, ha promediado .294, y aunque su tasa de ponches ha descendido ligeramente a 30 por ciento, ha aumentado su tasa de boletos a un 24 por ciento. Está dejando pasar más malos pitcheos.

Si vamos a números más profundos, encontraremos que esto es más cierto aún. Su tasa de abanicadas y falladas ha descendido un 5 por ciento en ambos periodos de información. En esos 15 juegos, falló el 32 por ciento del tiempo que abanicaba, mientras que en los pasados 10 ha bajado a 27 por ciento.

Quizás esos números no parezcan grandes, pero debido a lo grande y fuerte que es Judge, que mide 6-7 y pesa 282 libras, causa un gran impacto. Mientras más pelotas coloque en juego, más probable que ocurran cosas buenas porque batea la pelota tan o más duro que cualquiera en el deporte.

Judge intenta mantener las cosas simples. Cuando tuvo su primera mitad de calibre de JMV, nunca se le subieron los humos a la cabeza ni actuaba como si hubiese resuelto todos sus problemas. Y cuando comenzó a tener problemas en la segunda mitad, nunca se le vio con la cabeza abajo. Es un buen augurio para el futuro - cercano y lejano, así como alto, lejos... y desaparecido.

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A pesar de su segunda mitad miserable, Aaron Judge es el único candidato lógico para ganar por unanimidad el premio de Novato del Año de la Liga Americana.

Luego de su épico triunfo en el Derby de Jonrones, Judge se ha desplomado como cae un piano desde un edificio, indetenible, contundente.

Desde que se reanudaron las acciones tras la pausa del Juego de las Estrellas disputado en Miami el 11 de julio, el jardinero derecho de los Yankees de Nueva York ha disparado 31 hits en 165 turnos, para un anémico average de .188, con 73 ponches, que representa abanicar en el 44.2 por ciento de las oportunidades.

Pero el Juez no es Joc Pederson, aquel jardinero central de Dodgers de Los Angeles que tuvo una primera mitad extraordinaria en su año de novato en el 2015 que hasta fue al Juego de las Estrellas, para luego entrar en un slump que le dura hasta nuestros días, al punto de andar errando por las Ligas Menores de la organización angelina.

En la primera parte del calendario, el gigante de 6.7 de estatura y 282 libras de peso puso números extraordinarios que en cierto momento lo tuvieron a la cabeza de la Triple Corona del joven circuito.

Al momento de la pausa por el clásico veraniego, Judge promediaba para .329, llevaba 30 cuadrangulares y había impulsado 66 carreras.

Fue tan estrepitosa su caída que llegó a sumar una seguidilla de 37 juegos consecutivos con al menos un ponche.

El hombre que dos meses atrás estaba cada día en los titulares por sus descomunales batazos, pasó a ser noticia por su incapacidad de darle a la pelota.

Pero aun así, es el Juez y no otro el que merece el premio de mejor debutante.

Porque como mismo es cierto que lidera las Mayores en ponches recibidos (182), encabeza la Liga Americana en departamentos trascendentales, como las carreras anotadas (102), jonrones (38), bases por bolas (104), promedio de embasamiento (.412), slugging (.570) y OPS (slugging + OBP), con .982.

Son siete sus liderazgos, incluido el de los ponches, sobre todos los demás bateadores del joven circuito.

Pero si lo comparamos con los otros novatos, ni el cubano Yuli Gurriel (Astros de Houston), ni Andrew Benintendi (Medias Rojas de Boston) y Trey Mancini (Orioles de ) siquiera se le acercan en los principales indicadores ofensivos.

Gurriel encabeza a los debutantes en average (.293), hits (135) y dobletes (36), y Ben Gamel, de los Seattle Mariners, es el que más triples ha bateado (4).

Todos los demás departamentos están ampliamente en manos del Juez.

No existe un premio de novato de la primera mitad del año y otro para la segunda parte. Es la suma de lo que se haga a lo largo de los 162 partidos del calendario regular.

Fijarse sólo en la debacle del mes de agosto a la hora de votar sería un acto de injusticia.

La sentencia está en las manos de los miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA). Caso cerrado.
NUEVA YORK - Era el año 2007 y los Yankees de Nueva York estaban en problemas, así que recurrieron a un joven jugador de liga menor para que les ayudara. Joba Chamberlain era un preparador, pero les salvo la temporada. En 24 entradas increíbles en relevo, ponchó a 34 bateadores y permitió apenas una carrera limpia.

Para el final del Verano de Joba, los Yankees estaban en los playoffs, y uno de los dueños, Hank Steinbrenner, predecía que Chamberlain sería el próximo Roger Clemens.

Así que aquí tenemos al toletero de 6 pies y 7 pulgadas Aaron Judge, en el medio de su propio verano. ¿Sigue siendo considerado como la siguiente cara del béisbol?

Cuando Judge fue enviado a la banca esta semana, el manager de los Yankees lo catalogó como "un día mental", lo que es un buen eufemismo moderno. Judge ha pasado de ser considerado candidato al JMV de la Liga Americana en la primera mitad a ser el jugador que los Yankees preferirían sustituir por Jacoby Ellsbury en algunos días.

Si Judge se va a recuperar, el equipo necesita que él no solo sea mejor, sino que tenga mejor suerte.

En 84 juegos en la primera mitad, bateó .329 con 30 jonrones y 66 remolcadas. Su OPS estaba en la misma atmósfera que el de Barry Bonds con 1.139. Se ponchaba mucho, casi en tres de cada 10 turnos, la 11ª peor tasa en todo el béisbol. Pero lograba mitigar eso con muchos boletos (61 veces). Su fiorma de batear de que "un boleto es tan bueno como un hit" le permitió llegar a base a un ritmo de .448.

Aaron Judge
Adam Glanzman/Getty ImagesAaron Judge se ha enfriado en la segunda mitad, pero parte de esa mala racha se debe a la mala suerte.
En 41 juegos en la segunda mitad, batea apenas .179 con siete jonrones y 16 impulsadas. Su OPS en la segunda mitad parece como elde Ellsbury con .692. Sus ponches han aumentado a casi el 36 por ciento de sus turnos, la tercera peor tasa en todo el béisbol.

Pero he aquí el potencial giro positivo: El promedio de pelotas en juego de Judge en la primera mitad fue de .426 pero eso ha bajado a .257 en la segunda mitad. Se ubicaba cuarto en las mayores en tasa de pelotas bateadas duro antes del receso del Juego de Estrellas (25 por ciento de sus turnos terminaron con lo que se define como "contacto duro "). Desde el receso se ubica en el puesto 105 con 16 por ciento. Pero Judge sigue recibiendo boletos: Ha logrado "pasar el batón", para utilizar una de las viejas frases de Alex Rodriguez, en 35 ocasiones.

Sería fácil decir que Judge podría estar entre lo bueno que fue en la primera mitad y lo malo que ha sido en la segunda mitad. Una temporada de 162 juegos tiene el hábito de demostrar lo grandioso y lo no tan grandioso de un jugador. Sin embargo, realmente no existe una forma de predecir eso. El ex manager de Grandes Ligas Bobby Valentine solía decir que las estadísticas eran mejores prediciendo el pasado que el futuro.

Una década más tarde, Chamberlain está fuera de béisbol. Se llegaron a establecer las Reglas Joba y tuvo una carrera que podría ser objeto de un documental '30 for 30' algún día, pero nunca volvió a ser la sensación del 2007.

Probablemente Judge no sea como Joba. Ambos tienen corazones grandes, pero la cabeza de Judge parece estar mejor preparada para aguantar momentos difíciles. Además, es de mayor edad, ya que tiene 25 años, comparado con Chamberlain, quien apenas tenía 21 en el 2007.

Judge ha sido comparado con Derek Jeter debido a la forma en que hace su trabajo, como es un líder, y cómo no suele poner excusas. Parece apropiado. Por ejemplo: el hombro izquierdo de Judge parece molestarle más de lo que deja ver. Esa es una cualidad parecida a la de Jeter. Judge desplegó el año pasado el tipo de maquillaje mental que tiene cuando se ponchó en la mitad de sus 84 turnos al bate, y nadie lo vio quejándose. Volvió con más fuerza, y para el receso del Juego de Estrellas de este año muchos lo consideraban como la siguiente cara del béisbol.

Chamberlain prosiguió su carrera hasta lograr casi $11 millones en salario en su carrera, algo que no es demasiado lamentable. Está fuera del béisbol a los 31 años luego de tener una carrera sólida, pero nada espectacular. Este es el telón de fondo del siguiente mes a medida que Judge intente encontrar quien es verdaderamente y demostrar de lo que está hecho.

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Aaron Judge
AP Photo/Kathy WillensEl fenómeno de los Yankees Aaron Judge no ha estado ni cerca de igualar la producción lograda en la primera mitad. Sus rivales le lanzan de forma más inteligente. Ahora es tiempo de que él haga sus ajustes.
En la primera mitad de la temporada, Aaron Judge fue la versión del béisbol del bateador perfecto.

El novato de los Yankees de Nueva York tuvo promedio de .329 con OPS de 1.139 y 30 jonrones al llegar al receso del Juego de Estrellas. Parecía que no podía hacer nada malo en el plato, justo al llegar al Festival de Cuadrangulares, el que logró ganar con una actuación asombrosa.

Pero el béisbol es un juego de ajustes. Y desde ese entonces la liga se ha ajustado a Judge.

El jardinero derecho está teniendo problemas en la segunda mitad, con promedio de .182, OPS de .710 y cinco jonrones en 22 juegos.

Así que, ¿qué le pasó? Echemos un vistazo a los ajustes que ha hecho la liga ante Judge.

SIGESPN Stats & InformationLas rectas están viniendo mucho más altas para Aaron Judge que lo que le estaban llegando a principios de la temporada.

Lanzamientos más poderosos

Uno de los ajustes más grandes que los lanzadores han hecho ante el novato en la segunda mitad es lanzarle más rectas y colocarlas fuera de la zona de strike. Además le han estado lanzando más alto en la zona y por encima de la zona.

Judge pasó de ver lanzamientos con mayor regularidad en el medio del plato a ver más lanzamientos alrededor de sus ojos. En ocasiones se ve obligado a hacerle swing a esos pitcheos con resultados altamente desfavorables.

Colocación del slider

Los lanzadores también le están lanzando sliders a Judge con mayor frecuencia -- 28 por ciento del tiempo en comparación con el 22 por ciento antes del receso del Juego de Estrellas. Y también los están localizando mejor, como muestra abajo el mapa de calor.

Judge ha visto 119 sliders en la segunda mitad, ha hecho swing a 56 de ellos y ha fallado 36. No tiene hits y ha hecho 20 outs ante ellos.

SIGESDesde el receso del Juego de Estrellas, los sliders han sido colocados en lugares más difíciles de alcanzar para Aaron Judge.

Esto se veía venir

Lo que le ha ocurrido a Judge no es sorpresivo. Después de todo, el ritmo que llevaba en la primera mitad era de otro mundo.

Judge tuvo promedio de bateo de .426 en pelotas en juego (BABIP, por sus siglas en inglés) en la primera mitad de la temporada. Si hubiese mantenido ese ritmo en la temporada completa, habría logrado el mayor BABIP en la era de la pelota viva (desde 1920), rompiendo la marca de .423 establecida por Babe Ruth en 1923. El último jugador en llegar a 15 puntos de Ruth lo hizo hace 40 años (El miembro del Salón de la Fama Rod Carew, .408 para los Mellizos en 1977).

Su BABIP desde el receso del Juego de Estrellas es de .237. ¿Qué causó su declive?

Las tasas de rodados y de líneas de Judge han bajado un 8 y 7 puntos porcentuales, respectivamente. Su tasa de elevados ha aumentado 16 puntos porcentuales. Los elevados son las pelotas bateadas más difíciles con las cuales conseguir hits.

Dato para notar: La tasa de Judge de jonrones por cada elevado al llegar el receso del Juego de Estrellas (42 por ciento) habría sido la más alta en una temporada completa desde que la estadística estuvo disponible por primera vez en 2002.

Solo dos jugadores han logrado alcanzar una tasa del 32 por ciento (Jim Thome en 2001 y Ryan Howard en 2006).

Los elevados de Judge promediaron 100.3 mph en la primera mitad. En la segunda mitad, promedian apenas 95.5 mph.

Otra señal que Judge no está bateando las pelotas tan bien como antes: En la primera mitad, tuvo slugging de 1.056, el mejor en las mayores, ante "lanzamientos erróneos" (pitcheos sobre el tercio medio de la zona, tanto en altura como en anchura). Eso fue 283 puntos mejor que el siguiente en esa lista (George Springer).

El porcentaje de slugging de Judge en esos pitcheos desde el receso es de .500, lo que lo ubica en el puesto 78. En otras palabras, los rivales le están lanzando de forma más inteligente y mejor.

Ahora queda en sus manos el hacer sus ajustes.

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Aficionados y Fanáticos al Rey de los Deportes: El final más dramático en la jornada del jueves se presentó en Yankee Stadium cuando Brett Gardner dejó tendidos a los Rays con cuadrangular en la décimoprimera entrada, luego de que Tampa Bay pudo haberse llevado la victoria en 9 entradas, pero una confusión entre Tim Beckham y Adeiny Hechavarría, que no se pusieron de acuerdo para atacar la rola de Gary Sánchez que hubiese sido el último out del juego, permitió anotar la carrera del empate y a la postre darle el triunfo a Nueva York, convirtiendo a Gardner en el único primer bat de los Yankees en la historia con dos cuadrangulares para ganar juego dejando en el terreno al rival, ya que también lo había conseguido el 11 de agosto de 2013 ante Detroit.

Lo peor para los ganadores fue que durante la intensa celebración, Aaron Judge sufrió un "pequeñísimo" percance, cuado un casco se impactó contra él y terminó perdiendo parte de un diente que, afortunadamente para sus seguidores, se confirmó que no fué la muela del juicio. ¿Se imaginan ustedes al "Juez" SIN muela del juicio?

Aaron Judge
P Photo/Frank Franklin IIAaron Judge recibió un golpe en su rostro con el casco de Brett Gardner luego de este conectar el cuadrangular de la victoria sobre los Rays en la entrada 11, aunque se espera que no se pierda ningún partido.
De cualquier forma, un percance en celebración de victoria siempre nos hace recordar aquella fractura de tobillo de Kendrys Morales, que literalmente lo dejó fuera de circulación por más de un año, y cambió por completo su carrera.

Los Yankees informaron que Judge no perderá ningún juego, y que seguirá impartiendo justicia como lo ha hecho a lo largo de la campaña. Difícilmente veremos otra tan grave como esa.

Llegamos a Los Angeles para un fin de semana más de rivalidad, en esta ocasión, la mejor del Oeste. Hace dos semanas estuvimos en Boston para el Yankees-Medias Rojas. La semana pasada en Chicago para Cardenales y Cachorros; hoy, Gigantes y Dodgers se verán las caras en nuestro Domingo de Grandes Ligas, completando así la gira no solo por las tres rivalidades más fuertes en las mayores, sino por los tres estadios más antiguos en donde se juega pelota: Fenway Park, Wrigley Field y Dodger Stadium.

El fin de semana será espectacular: no solo la serie entre San Francisco y Los Angeles en el sur de California, sino la ceremonia de entronización al Salón de la Fama en Cooperstown el próximo domingo con el boricua Iván Rodríguez incluído, y por si fuera poco, el lunes llegamos a la fecha límite para cambios libres, asi que tendremos cuatro días muy movidos en el terreno, en el templo de los inmortales y en las oficinas de los equipos...

¡No hay nada mejor!

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Clint Frazier and Aaron Judge
Jim McIsaac/Getty ImagesEl Este de la Liga Americana está al alcance de los Bombarderos. Y Aaron Judge le ha bateado bien a los rivales divisionales. Pero es el momento para distanciarse de Tampa Bay.
NUEVA YORK - La División Este de la Liga Americana está al alcance de los Yankees de Nueva York. De los 63 partidos que le restan en su calendario, 36 de ellos son ante rivales divisionales, comenzando el jueves con una visita de los sorpresivos Rays de Tampa Bay. Los Yankees comenzarán la serie con la menor cantidad de derrotas entre los cinco equipos en la división.

Con la celebración de su juego No. 100 de la temporada el jueves y con la fecha límite de cambios a horas de distancia, entramos en la recta final de la campaña.

"Estos juegos son realmente importantes", dijo el manager Joe Girardi.

Para este calendario repleto de duelos ante rivales divisionales, los Yankees tienen a Aaron Judge, quien se ha alimentado de los oponentes divisionales. De los 32 cuadrangulares de Judge, 18 han sido ante lanzadores del Este LA. Ha dominado a los Orioles y los Azulejos, con 11 jonrones en 78 turnos, y está cerca de ese ritmo ante Tampa con tres bambinazos en 33 turnos. Tiene uno ante los Medias Rojas en 18 turnos. Si el seguro favorito para el Novato del Año en la Liga Americana también quiere ganar el premio de JMV en la LA, tiene que añadir más peso a esos números.

La primera tarea que tienen por delante los Yankees (53-46) es distanciarse de los Rays, lo que dada su diferencia en nómina (alrededor de $200 millones comparada con $70 millones), parecería bastante fácil. Pero así no es que opera el béisbol. Los Rays (53-49), aunque no son favoritos para ganar la división, no pueden dejarse fuera de la discusión.

El choque inicial de lanzadores es uno fuerte, ya que CC Sabathia (9-3, 3.44) se medirá a Chris Archer (7-6, 3.77). Los Yankees suelen tener problemas ante Archer; el derecho tiene efectividad de 2.73 ante ellos, y ha maniatado a los Bombarderos a promedio de .202.

"Él tiene un gran slider", dijo el recién llegado a los Yankees Todd Frazier, quien se ha ido de por vida de 6-0 con tres ponches ante Archer. "Suele utilizarlo mucho. Su recta es eléctrica. Tiene esa energía que su equipo suele utilizar para impulsarse. Tienes que conectarle temprano y con frecuencia. No puedes fallar el pitcheo. Básicamente vas a tener un pitcheo en cada turno para batearle. Contra él, muchos chicos suelen fallarlo, así que tienes que estar muy atento".

CC Sabathia
Adam Hunger/Getty ImagesCC Sabathia (9-3) estará en el montículo por los Yankees el jueves en la noche ante Chris Archer (7-6) en el primer partido de la serie ante los Rays en Nueva York.
Mientras tanto, Sabathia ha lucido bien últimamente ante los Rays. Los Yankees tienen una racha de siete victorias en fila ante Tampa Bay en aperturas hechas por Sabathia. En los últimos dos años, Sabathia tiene marca de 4-0 con efectividad de 3.05 ante los Rays.

El ex as Masahiro Tanaka, quien abrirá el viernes, sigue siendo un problema para los Yankees. Su decepcionante temporada es una de las principales razones por las que los Yankees están en búsqueda de un abridor antes de la fecha límite de cambios.

Tanaka (7-9, 5.37) no ha lucido muy bien ante muchos equipos esta temporada, pero ha sido especialmente malo ante los Rays. En dos aperturas, duró apenas 5 2/3 entradas, permitiendo 13 carreras con 17 hits. Los presagios comenzaron en el Tropicana Field el Día Inaugural, cuando Tanaka permitió siete carreras limpias en 2 2/3 entradas.

A Tanaka le seguirá el sábado Sonny Gray (es broma... eso creo). Pueden esperar que Gray o algún otro abridor llegue al equipo antes de la fecha límite de cambios del lunes porque es difícil imaginarse a los Yankees dándole la confianza al novato Caleb Smith con la pelota cada cinco días con el banderín divisional en juego. Por ahora, Smith (0-1, 8.10 ERA) está pautado para tener la pelota ante Blake Snell (0-6, 4.86 ERA) el sábado. Los Yankees usualmente logran pegarle temprano a Snell, pero sin mucho daño. Tiene efectividad de 2.38 ante ellos en cinco salidas pero solo ha durado 22 2/3 entradas.

El domingo, el novato Jordan Montgomery (7-5, 3.92 ERA) cerrará serie vs. Jacob Faria (4-1, 2.52). Montgomery hizo su debut ante los Rays en abril, lanzando 4 2/3 entradas y permitiendo tres carreras.

En todos estos juegos en el Este LA no solo se disputa la división, sino también los comodines. Los Yankees llevan ritmo para terminar entre 86 a 87 victorias, lo que probablemente los pueda meter en los playoffs pero que no van a ser suficientes para ganar la división. La Liga Americana, fuera de Houston, no es particularmente fuerte. Como vimos, los Astros del 2015, con 86 victorias, ganaron la menor cantidad de juegos para llegar a octubre como comodín. El segundo comodín de esta temporada en la Liga Americana podría bajar un poco la barra.

Los Yankees quieren ganar la división. Pero para eso necesitan separarse de sus rivales más cercanos. Y este fin de semana tendrán oportunidad de comenzar a hacerlo.

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NUEVA YORK --- Con una racha de siete derrotas en fila fresca en su mente y con su equipo fuera de la cima en su división, el manager de los Yankees de Nueva York Joe Girardi no estaba en ánimo de endosar a nadie. Así que cuando se le preguntó si Chris Carter seguía siendo su primera base, Girardi no le dio exactamente un gran respaldo.

"Eso es lo que tenemos", dijo Girardi.

Imagínense a su jefe en su trabajo diciendo algo así. ¿Cómo le van las cosas a Jim en contabilidad?

"Eso es lo que tenemos".

O su esposa. ¿Cómo es Bob como marido?

"Eso es lo que tenemos".

Tyler Clippard
Frank Franklin II/AP
Girardi no estaba en ánimo de defender a Carter, quien promedia .201 con ocho jonrones, 66 ponches en 159 turnos y quien cometió un error crucial en el partido del martes.

Sin embargo, Carter no es el mayor problema de los Yankees. Es el pitcheo. No tienen suficientes brazos, lo que va a hacer más difícil superar a los punteros Medias Rojas de Boston en el Este de la Liga Americana a menos que hagan algunos acuerdos o quizás suban al cotizado prospecto Chance Adams.

El liderato de Boston es de apenas medio juego, así que no es nada por lo cual alarmarse todavía. Sin embargo, si le damos credibilidad a los pronósticos pretemporada sobre los Medias Rojas -- "los Golden State Warriors del béisbol", de acuerdo al gerente de los Yankees Brian Cashman en el invierno - y pensamos que el roster de Boston es más profundo, entonces esa es una mala señal.

Los Yankees están haciendo lo contrario a lo que estuvieron haciendo hasta hace una semana atrás. Están encontrando la forma de perder. El martes, cuando sufrieron su séptima derrota en fila, fue Tyler Clippard quien implotó al permitir tres carreras en el séptimo episodio en la derrota 8-3 ante unos Angelinos de Los Angeles sin Mike Trout y que juegan para .500.

"Es algo frustrante", dijo Clippard.

Girardi parecía estar considerando retirar a Clippard del rol de encargado de la séptima entrada. Falló en darle la pelota a Dellin Betances y Aroldis Chapman. Con el próximo regreso de Adam Warren, Girardi podría comenzar a usar a Clippard en situaciones menos importantes.

El problema para los Yankees ahora mismo es que ni Aaron Judge ni Gary Sánchez pueden lanzar, que sepamos. Pero seguro que pueden batear.

Su poder natural es algo de admirar. En la quinta entrada, Judge hizo esa cosa en la que no le da con todo a la pelota pero la conecta bien alto. Incluso al irse hacia la banda opuesta, su poder puro es lo suficientemente grande para enviar la pelota por encima de la cerca para lograr su 24º cuadrangular de la temporada, la mejor cifra en las mayores.

Sánchez también tiene poder especial, así que imitó a Judge una entrada más tarde, al irse hacia la banda contraria para lograr su 12º jonrón de la campaña. Eso empató el marcador antes del desplome de Clippard.

Los problemas que están surgiendo no pueden ser ignorados. Michael Pineda estuvo bien pero no lo suficiente, al permitir tres carreras (una limpia) en 5T entradas, ya que su defensa - lease el impopular Carter - le falló.

Para el momento en el que Clippard entró a juego, el marcador estaba empatado. Clippard falló, y los Yankees ya no son los líderes de la División Este de la Liga Americana, aunque Girardi dice que todavía cree en ellos.

"Yo no creo que los resultados en los primeros 60 partidos fueran un accidente", dijo Girardi. "Jugamos muy bien durante esos juegos. Cada equipo pasa por momentos malos. Esa es la conclusión. Puede ocurrir por diferentes razones. Pero me gusta el equipo que tenemos".

Pero no parece muy emocionado por la primera base. Greg Bird está lastimado de nuevo y acudió a un especialista sobre sus problemas en las piernas. Tyler Austin podría ser una opción para reemplazar a Carter.

Pero la ofensiva no es el mayor problema a largo plazo. Es el pitcheo - desde que Pineda no sea lo suficientemente bueno a Clippard ser realmente malo. Es lo que Girardi tiene, y eso no es demasiado bueno en este momento.

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El jugador de 6 pues 7 pulgadas y 282 libras de peso conocido como Aaron Judge es una fuerza tal de la naturaleza, que podría ser lo suficientemente poderoso como para cambiar la historia de los Yankees y cambiar el panorama de varias carreras legendarias. Con cada poderoso swing, Judge se acerca más a convertirse en el nombre más grande en todo el béisbol de Grandes Ligas.

Incluso antes de su jonrón de casi 500 pies de distancia el domingo en el Yankee Stadium, Judge ya era el que más votos había recibido para el Juego de Estrellas en la Liga Americana.

Judge está despedazando pelotas hoy en día. En el futuro, podría poner un detente a la idea de que Bryce Harper, pautado para convertirse en agente libre luego de la temporada 2018, esté destinado a ponerse el uniforme a rayas.

La premisa del matrimonio Harper-Yankees hace mucho sentido desde el arranque. Pero la misma está basada en algunos supuestos:

1. Se suponía que los Yankees estarían en modo de reconstrucción, con un declive en su popularidad, hasta la temporada 2019. Ellos iban a necesitar un nombre grande para atraer fanáticos. Harper sería un candidato natural.

2. Los Yankees, habiendo limpiado su nómina, estarían dispuestos a gastar los $400 millones más o menos que se necesitarían para firmar a Harper porque él acabaría de cumplir 26 años en octubre de 2018.

3. En ese punto, se supone que los jugadores jóvenes de los Yankees estarían llegando a la madurez, convirtiendo a Harper en el ingrediente principal en otra posible dinastía.

Pero Judge podría deshacer esos supuestos como rectas de 92 mph. Por lo menos, si Judge sigue bateando cercano al ritmo que lleva - ahora mismo, es líder en las tres categorías de la Triple Corona - será el jugar más mercadeable en el deporte. Su impacto detendrá la tendencia a la baja de las asistencias a los partidos de los Yankees. Podría eliminar cualquier razón auxiliar - más allá del ganar - para firmar a Harper.

Para los Yankees, Judge es una amenaza financiera doble. Su salario es una bagatela y su producción podría servirle de apalancaje potencial para el futuro.

Aunque el reloj de la agencia libre de Harper comenzó cuando era joven - va a ser agente libre en sus medianos 20 años - Judge ya tiene 25 años, por lo que no será agente libre hasta que tenga 31 años. Judge solo se gana el salario mínimo en la liga esta temporada con $535,000 y para el año que viene solo le tocaría un aumento mínimo pre arbitraje, mientras que Harper recibirá casi $14 millones este año y casi $22 millones la temporada que viene.

Harper podría terminar en el Bronx en dos años, pero si Judge es de verdad, entonces los Yankees se sentirán un poco menos desesperados - y una mejor posición de negociación cuando se sienten frente al agente de Harper, Scott Boras.

Aaron Judge
Mike Stobe/Getty ImagesHoy, el novato Aaron Judge está conectando enormes cuadrangulares. En el futuro, podría poner un detente a la idea de que Bryce Harper está destinado a ponerse el uniforme a rayas.
Quizás algún día cercano los Yankees (lease: en el siguiente par de años) intenten firmar a Judge con un acuerdo a largo plazo, utilizando la ventaja del hecho que la agencia libre está tan lejos de él para firmarlo a precio de descuento. Eso le permitiría a ellos retener los recursos para firmar a Harper, lo que hace salivar a los fanáticos con la posibilidad de tener una combinación del 2 al 5 en su alineación de Gary Sánchez, Harper, Judge y si se endereza, Greg Bird.

Para el invierno del 2018, es posible que siga siendo muy atractivo, pero los Yankees podrían necesitar encontrar pitcheo en vez de otro jardinero. Su sistema tiene profundidad con Clint Frazier y Dustin Fowler en Triple-A y algunos buenos prospectos en los niveles inferiores. Y no solo sobre los jardineros.

Gleyber Torres, uno de los mejores prospectos en el béisbol, podría ser un Yankee el mes que viene, y otra estrella que bloquea una potencial firma de agente libre como Manny Machado. Con Starlin Castro en la segunda base y Didi Gregorius en el campocorto, Torres podría moverse del medio del cuadro interior a la tercera base en el Bronx.

Pero Torres sigue siendo prospecto, que aún no ha hecho nada a nivel de Grandes Ligas. Sin embargo, Judge lo está haciendo todo.

Es el hombre más fascinante en el béisbol con sus hábitos peculiares y sus valores estadounidenses de poner al equipo por encima de todo. Cuando se le hace una pregunta sobre sí mismo, Judge casi siempre convierte el tema en una alabanza a sus compañeros.

Cuando comienza un partido, se echa dos pedazos de goma de mascar a la boca, y como cuestión de buena suerte, no cambia esas piezas hasta que hace un out. Cuando corre desde el jardín derecho hacia el dugout para cerrar una entrada, siempre espera en las escaleras para dejar que sus compañeros jardineros entren primero.

Todo eso forma parte de la leyenda de Aaron Judge. Todavía es demasiado temprano en su carrera. Quizás de algún modo todo esto sea un espejismo, pero de seguro que ahora mismo no se siente como eso. Judge está haciendo historia en los Yankees - y posiblemente, cambiarla también.

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