Yovani Gallardo
Matt Kartozian/USA TODAY
Los Orioles de Baltimore deben considerar las posibilidades de su futuro competitivo ya que discuten los posibles fichajes del lanzador Yovani Gallardo y el jardinero Dexter Fowler, escribe Peter Schmuck.

Los Reales de Kansas City jugaron la última entrada del último juego de la Serie Mundial en 2014, y en el último otoño dieron el siguiente paso al vencer a los Mets de Nueva York por el campeonato. Este grupo de jugadores de Kansas City acabó logrando lo que los Orioles no tienen desde 1983.

Pero la posible ventana para el éxito de los Orioles es similar a la de los Reales, que han apostado mucho en los próximos dos años, antes de que Lorenzo Cain, Eric Hosmer y Mike Moustakas sean elegibles para la agencia libre.

Como escribió en su artículo Schmuck, los Orioles no pueden tomar a la ligera la idea de perder sus primeras dos selecciones en un momento en que su sistema de granjas está considerado como uno de los peores de béisbol. Keith Law clasificó al grupo de prospectos de Baltimore en el puesto 27 en las mayores. La organización de Baltimore ha sido saboteada en gran medida por las lesiones de sus mejores lanzadores jóvenes de ligas menores, Dylan Bundy y Hunter Harvey.

Con los Azulejos construidos para otra carrera por el título de la división, los Medias Rojas mejorados por las incorporaciones de David Price, Craig Kimbrel y Carson Smith, y los Yankees y los Rays de nuevo formidables, no está ni siquiera claro que los Orioles puedan ser lo suficientemente buenos para competir en la parte superior de la División Este, como lo hicieron en 2014. Algunos evaluadores rivales creen que los Orioles deben ser realistas, seguir el ejemplo de muchas otras franquicias de empresas medianas y pequeñas en el mercado y centrarse en la repoblación de la cual podrían resurgir dentro de otros cuatro o cinco años.

Pero hay factores que empujan a los Orioles a utilizar cualquier método. Manny Machado es el mejor jugador de Baltimore, y el equipo va a tratar de firmarlo en un contrato a largo plazo antes de que se convierta en agente libre en el otoño de 2018, a los 26 años. Los Orioles tendrán que competir contra la posibilidad de que Machado podría conseguir un acuerdo en el rango de $ 300 millones o más. Si los Orioles no pueden volver a firmar Machado, ellos no tienen más que otras tres temporadas con él.

Baltimore acaba de firmar al toletero Chris Davis por un acuerdo de siete años, y los Orioles pueden esperar razonablemente que Davis seguirá siendo un buen jugador, por lo menos durante las primeras temporadas de dicho contrato. El jardinero central Adam Jones está bajo contrato por tres temporadas más. El campocorto J.J. Hardy, de 33 años, tiene dos años restantes en su contrato actual y una opción para el 2018. El lanzador Chris Tillman, tan importante en el título de división de los Orioles en el 2014, tiene dos años más antes de la agencia libre. El receptor Matt Wieters aceptó la oferta de calificación de los Orioles y podría ser un agente libre de nuevo en el otoño.

El peor lugar en el que los Orioles pueden estar es atascarse en el medio, no ser lo suficientemente buenos como para ganar, pero tampoco lo suficientemente terribles como para terminar al final de la tabla de posiciones y seleccionar en o cerca de la parte superior del draft. Deben, o bien moverse hacia adelante, o dar un paso atrás, y mientras, la firma de Gallardo y/o Fowler puede no ser suficiente para que vuelvan a la postemporada, la decisión de seguir adelante sería comprensible.

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En las últimas dos temporadas, menos de una docena de peloteros han conectado más cuadrangulares que Chris Carter, quien tiene 61. Y apenas tiene 28 años de edad.

En las últimas cuatro temporadas, solo 10 jugadores han conectado más jonrones que Pedro Álvarez, quien acaba de cumplir 27 años en esta temporada, a los 28 años. Mark Trumbo no cumplirá los 30 hasta el mes que viene, y tiene tres campañas de por lo menos 29 cuadrangulares en su historial.

Pero la semana pasada, Carter y Alvarez fueron dejados libres por sus respectivos equipos - simplemente cortados sin que su equipo recibiera algo a cambio - y Seattle salió de Trumbo en un recorte salarial.

Les recordamos que estos jugadores no son caros. Los tres llegan a la temporada baja siendo elegibles para arbitraje salarial y de acuerdo con el portal MLB Trade Rumors, Carter estaba encaminado a conseguir cerca de $5.6 millones en caso que los Astros retuvieran sus servicios. Álvarez, $8.1 millones. El precio de Trumbo será de cerca de $9 millones.

Hace treinta años, o incluso hace 10 años atrás, jugadores con este tipo de poder hubiesen sido bien cotizados y con buenos contratos, a pesar de sus otros fallos. En los viejos buenos días, podías tener problemas para atrapar la pelota y poncharte mucho y aun así retener tu valor, mientras siguieras conectando muchos cuadrangulares.

Sin embargo, en algún momento en los próximos tres o cuatro días, Jason Heyward - un jardinero derecho alto con alcance que confundió a los Bravos porque no conecta muchos cuadrangulares - va a recibir mucho dinero mayormente porque sobresale a la defensiva. Yoenis Céspedes tiene oportunidad de conseguir un mejor acuerdo que Justin Upton porque Céspedes puede ser un mejor defensor, con la habilidad de jugar el jardín central. Los Angelinos cedieron su mejor lanzador prospecto, Sean Newcomb, por un torpedero que les ofrece poco a la ofensiva, Andrelton Simmons.

El juego está cambiando, y basado en lo que hemos visto en las transacciones en este invierno, el toletero que tiene una sola herramienta ya casi no tiene el mismo valor que en el pasado.

Lo que nos trae a Chris Davis.

Y dejemos esto en claro: Davis no es todavía un jugador de una sola herramienta. Davis es un muy buen inicialista, con buenas manos y la habilidad para tirar, y tiene la suficiente forma física para ser un jugador útil a tiempo parcial en los jardines e incluso en la tercera base. En el 2014, Davis jugó 21 partidos en la tercera base, y en el 2015, apareció en 30 juegos en el jardín derecho.

Pero en un momento en el que más y más gerentes creen que el pico defensivo de un jugador cae en el rango entre los 26 y los 28 años, existe algo de escepticismo sobre cuánto le quedaría a Davis - quien cumplirá 30 años en marzo - siendo un buen defensor. Si estás de acuerdo con que Davis merece un contrato de siete u ocho años, ¿por cuánta cantidad de ese contrato podrías tener un jugador que no es muy diferente a Carter, o a Alvarez, o a Trumbo?

Esa pregunta es precisamente la que podría dictar algo del interés en Davis, cualquiera que este sea. He aquí los otros grandes rasgos: En los últimos cuatro años, Davis tiene más cuadrangulares que cualquier otro jugador en el béisbol, con 159. Además tiene 749 ponches, y bateó .196 en 2014, .262 el año pasado.

Los Orioles quieren a Davis de vuelta, y le ofrecieron un contrato de siete años por cerca de $150 millones; yo estimo que el valor actual del contrato está cercano a los $154 millones, incluyendo pagos diferidos. Cuando esa oferta no fue aceptada, los Orioles retiraron formalmente la oferta de la mesa - mientras dejaban en claro al agente Scott Boras, quien representa a Davis, que ellos están dispuestos a reabrir las conversaciones pero con los parámetros ya discutidos.

Pero ellos no aumentaron su oferta - ni un solo centavo, según dijo una fuente el jueves - y vale la pena recordar que el dueño de los Orioles Peter Angelos ha estado llevando la batuta en las conversaciones por el lado de Baltimore. Como abogado litigante de 86 años, él ha negociado acuerdos por más de medio siglo, y quizás compita contra Cal Ripken por el título del Hombre Más Terco en la historia del gran Estado de Maryland.

Los Orioles creen que ellos le hicieron a Davis una oferta buena y justa, una oferta que reflejaba su deseo de retener al jugador, y una oferta que ellos creían que reflejaba el lugar de Davis en el mercado.

Quizás haya otro equipo en los otros 29 dispuesto a pagarle más a Davis more - de seguro, solo Boarss no sabe - pero los Cardenales aparecen enfocados en Jason Heyward, por ahora, y los Gigantes parecen estar más interesados en Gordon o Céspedes, debido a su defensiva y porque ellos les costarían menos de lo que los Orioles le ofrecieron a Davis. Los Angeles no están interesados en añadir un jugador que juegue la 1b y que sea DH, porque ellos tienen que estar preocupados por cuantos turnos como designado tienen que comprometer con Albert Pujols en las siguientes tres temporadas. Si Davis retrocediese en tres o cuatro años, los Angelinos tendrían un problema bien grave en sus manos.

Si Davis se va, los Orioles se sentirían decepcionados, porque él es su objetivo No. 1 - pero no descorazonados. Existen otras personas dentro de la organización de los Orioles exhortando al liderato del equipo a que se muevan, que utilicen el dinero que iban a comprometer con Davis para contratar dos o tres jugadores, como un lanzador abridor y un jardinero. Con o sin Davis, ellos seguirán hacia delante con su intento de mejorar el equipo para el 2016.

Algunas veces uno tiene que tener la paciencia y algunas veces tienes que moverte, dijo Dan Duquette. De la historia de Roch Kubatko:

"Mucho interés, pero ahora es ese momento del año en el que hay que abrocharse los cinturones y hacer que la gente tome decisiones, para que hagan lo que vayan a hacer con sus equipos y para que los jugadores selecciones a dónde van a jugar. Yo creo que estamos haciendo poco progreso aquí tratando de entender cómo vamos a tener un equipo junto este año.

"Algunas veces uno necesita paciencia y algunas veces uno tiene que moverse. Nosotros nos estamos moviendo con las cosas que podemos movernos. Puedo ver que nuestro equipo va a ser muy bueno el año que viene"

La necesidad de un bate zurdo se intensificará si los Orioles no logran firmar de vuelta a Davis, pero siguen en la batalla por Justin Upton. A allos además tienen a Alex Gordon y han hablado con Boras sobre Pedro álvarez y Denard Span.

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En lo que ha sido una decepcionante temporada para los Yankees de Nueva York, el regreso de Masahiro Tanaka este domingo, 21 de septiembre, parece demasiado poco y demasiado tarde.

Tanaka subirá a la lomita del Yankee Stadium por primera vez desde el 28 de junio, donde lanzó nueve entradas completas y permitió sólo dos carreras en la derrota 2-1 ante Boston; Mike Napoli pegó un jonrón en solitario con dos outs en la novena para darles el triunfo a los Medias Rojas.

Fue entonces apenas la tercera derrota de la campaña para Tanaka, líder en efectividad en la Liga Americana con un espléndido ERA de 2.10. Aquellos Yankees, con marca de 39-35, se habían mantenido en la pelea del Este de la Americana de la mano de las 11 victorias del as japonés, la mayor cantidad en todo Grandes Ligas.

Dos salidas después, tras sentir molestias en el codo derecho después de su salida en Cleveland el 8 de julio (una derrota 5-3 para Nueva York), Tanaka fue diagnosticado con un desgarre parcial del ligamento cubital, lo cual es generalmente sinónimo con cirugía de Tommy John.

Los tres especialistas consultados por el equipo dictaminaron que el desgarre era lo suficientemente leve como para no requerir una reparación quirúrgica y se decidió que Tanaka se sometería a un proceso de rehabilitación que incluía descanso, inyecciones de plasma rico en plaquetas y un programa sistemático de lanzamientos.

La prueba de fuego de ese proceso de rehabilitación será este domingo en el Bronx.

Muchos se preguntarán por qué "poner en riesgo" a Tanaka si los Yankees ya están para todos los efectos fuera de playoffs por segunda campaña consecutiva por primera vez en más de dos décadas (desde 1992-1993).

La respuesta es simple: porque hay que determinar precisamente cuál será el curso de acción en la temporada baja para el jugador y eso sólo podrá establecerse si pone a prueba el brazo, no en simulacros ni sesiones de lanzamientos, sino en un partido de Grandes Ligas.

Los Yankees confían en que la rehabilitación haya servido para que el derecho de 25 años, que firmó un contrato de siete años y $155 millones en enero, pueda recuperarse y evitar la cirugía Tommy John, la cual lo obligaría a perderse toda la temporada 2015 y parte de la 2016.

El gerente general Brian Cashman dijo que los Yankees estaban "esperanzados y optimistas" ante el hecho que Tanaka podría potencialmente evitar la cirugía al responder positivamente a la rehabilitación.

Tanaka era un fuerte candidato a Novato del Año y al premio Cy Young antes de ser diagnosticado con el desgarre, con un récord de 12-4 y efectividad de 2.51.

Es por ello que la salida de este domingo será tan crucial, no sólo para el equipo y su inversión, sino también para el lanzador y su programa de preparación en la temporada baja de cara a lo que sería su segunda temporada en Grandes Ligas.

Tras la incertidumbre ante la ausencia de Tanaka a principios de julio, el enfoque de los Yankees se centró en cubrir el hueco en la rotación, y la gerencia cumplió con su cometido.

En realidad, los malabares en la rotación habían iniciado a principios de temporada, con la cirugía Tommy John de Iván Nova, la suspensión y problemas de hombro de Michael Pineda y las complicaciones de degeneración de cartílago de rodilla de CC Sabathia.

David Phelps, Vidal Nuño, Brandon McCarthy, Shane Greene, Chase Whitley, Chris Capuano, Esmil Rogers y Bryan Mitchell, ocho lanzadores distintos, todos formaron parte de la rotación. McCarthy, Greene y Capuano llegaron para quedarse junto a la única constante, el veterano Hiroki Kuroda, y quien resultó ser el lanzador más sólido del equipo, aunque rodeado de controversia, Pineda.

Casi todas esas maniobras dieron buen fruto.

La mejor prueba está en el hecho que la actual rotación neoyorquina, con tres lanzadores que se incorporaron al equipo en el mes de julio, ha registrado una efectividad de 2.04 en sus últimos 10 partidos, con cada abridor lanzando al menos cinco entradas completas.

Lo que nadie esperaba era que los Yankees registraran un promedio de sólo 3.85 carreras anotadas por juego, uno de los peores para NY en las últimas dos décadas y efectivo para número 22 entre los 30 clubes de Grandes Ligas. Los Yankees han anotado tres carreras o menos en 77 partidos esta temporada, de los cuales ganaron sólo 20 (20-57).

La realidad es que los "Bombarderos" se quedaron sin ofensiva, y sin nada menos que perfección en el picheo, no había quién los salvara.

Ahora a ver qué les deparará la próxima campaña, con o sin Tanaka.

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Los Orioles de Baltimore, que ya tienen un pie dentro de los playoffs, jugarán parte de la postemporada sin tres jugadores clave, el receptor Matt Wieters, fuera por cirugía Tommy John, el tercera base Manny Machado, con un segundo desgarre de ligamento en la rodilla, y ahora el primera base Chris Davis, suspendido por 25 partidos por uso de anfetaminas.

Chris Davis #19 of the Baltimore Orioles
Mitchell Layton/Getty ImagesLos Orioles ya no cuentan con Machado, y ahora sufrirán la pérdida de Davis.
No obstante, resulta que la ausencia de Davis no sería por toda la posible postemporada de los Orioles.

Se supone que cada equipo tiene que nombrar a su plantel de 25 jugadores previo a cada ronda de la postemporada, lo cual significa que Davis se perderá por completo la Serie Divisional, pero Major League Baseball autorizó a los Orioles a colocarlo en el roster de la Serie de Campeonato de la Liga Americnaa, en caso de que los Pájaros Rojos lleguen a esa instancia de los playoffs.

Con 17 partidos restantes esta temporada regular, la suspensión de Davis abarcaría ocho partidos de postemporada. De extenderse al máximo de cinco juegos la Serie Divisional, si los Orioles llegan al campeonato de la Liga Americana, Davis podría jugar del cuarto partido en adelante.

Decenas de peloteros cuentan con exenciones para tomar el medicamento Adderall, que se utiliza mayormente para tratar el síndrome de déficit de atención, pero Davis no es uno de ellos. Aunque es un medicamento de uso común en los camerinos de Grandes Ligas, requiere una exención y receta médica.

El manager Buck Showalter dijo que Davis falló en tomar la decisión correcta, porque "todos sabemos cuáles son las reglas". Pero peor aún es que para recibir una suspensión de 25 partidos, tuvo que haber una primera prueba positiva, lo que significa que ésta no es la primera, sino la segunda vez que Davis violó las normas.

El acuerdo conjunto antidopaje entre Grandes Ligas y el sindicato de peloteros establece que un jugador recibe una advertencia por una primera prueba positiva por anfetaminas y una suspensión después del resultado de una segunda prueba positiva.

En un momento donde Baltimore ha dominado los titulares por el caso de Ray Rice, los Orioles habían sido el bálsamo de la ciudad, con un número "mágico" de ocho. Cualquier combinación de victorias y derrotas de sus rivales divisionales más cercanos que sumen ocho (hasta los partidos del viernes) les daría un boleto a la postemporada y hasta podría asegurarles su primer campeonato del Este de la Americana desde 1997.

Tras barrer a los Medias Rojas a principios de semana, los Orioles han seguido demostrando que son uno de los mejores equipos en la Liga Americana, llegando a liderar a los New York Yankees y Toronto Blue Jays Azulejos por 10 juegos, su mayor ventaja desde septiembre de 1979, sí, en 35 años.

El equipo se las ha arreglado sin Wieters, sin Machado, ¿pero podrá sobrevivir los próximos 25 partidos sin Davis?

La realidad es que los Orioles tienen un récord dominante de 14 ganados y sólo cuatro perdidos en los 18 partidos que han disputado sin Davis en la alineación.

El toletero no ha tenido la producción estelar de la campaña pasada, lo cual ahora será un fuerte motivo de discusión, pero los Orioles han mantenido su dominio divisional no sólo gracias a una división repleta de equipos defectuosos, pero también con la gran inversión que hicieron al adquirir a Nelson Cruz.

Y en el caso del jardinero dominicano, la estrella de la ofensiva de Baltimore esta campaña, es otro jugador que estuvo rodeado de una nube de dudas por su suspensión de 50 partidos por sus vínculos con la clínica Biogénesis.

Schowalter dice que ya probaron que podían dominar sin Wieters, sin Machado, incluso sin el frecuentemente lesionado campocorto JJ Hardy. El dirigente afirmó que tiene confianza en que serán capaces de compensar ahora por la ausencia de Davis, como lo han hecho a través de toda la temporada.

Las lesiones de Wieters y Machado hicieron que los Orioles perdieran no sólo grandes bates pero una estelar defensa. A pesar de su baja ofensiva, Davis había sido una fuente de una defensa sólida como sustituto ocasional de Machado en tercera, y la presencia de su bate siempre era una fuente de intimidación como muy pocos jugadores en los Orioles, fuera de Cruz.

Cuando Davis estaba enrachado, era uno de los bates más temibles en el béisbol.

La amenaza de un "posible" despertar ofensivo de Davis hacía de los Orioles uno de los favoritos para llegar a la Serie Mundial, y podría seguir siendo así de sobrevivir esa primera ronda de los playoffs, y a la vez traerá de nuevo a la luz la polémica de si un jugador suspendido por uso de una sustancia ilegal debería jugar en la postemporada.

Queda por ver cuánto los Orioles pueden sobrevivir en la postemporada.

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La suspensión del inicialista Chris Davis en medio de una carrera de los Orioles de Baltimore por su primer título divisional en dos décadas es otra prueba de que el sistema antidopaje de Grandes Ligas funciona y que no tiene favoritos.

Chris Davis
Joy R. Absalon/USA TODAY SportsLa salida de Davis es la más reciente en una plantilla de los Orioles que han sufrido otras ausencias por lesiones.
Davis fue suspendido por 25 juegos por el uso de anfetaminas. Eso significa que se perderá los últimos 17 juegos de la serie regular y los primeros ocho de la postemporada o algunos de la próxima campaña regular en caso de que Baltimore no alcance a jugar 25 veces el resto del año.

Desde que la oficina del comisionado y la Asociación de Jugadores acordaron establecer un programa antidopaje en el 2006, decenas de jugadores, incluyendo algunas estrellas con números suficientes para aspirar al Salón de la Fama, han sido suspendidos en Grandes Ligas y cientos en las ligas menores.

La percepción inicial de la sociedad hacia el programa del béisbol fue de escepticismo, incredulidad y sospecha. Una gran mayoría de aficionados, e incluso de periodistas, pensamos que el programa antidopaje tomaría un par de jugadores de poca monta como "chivo expiatorio" y los sacrificaría públicamente para calmar a las masas, pero que era poco probable que juzgara y condenara a los mejores en aras de proteger sus legados, sus equipos y los intereses económicos de la industria.

Casi una década después, debemos admitir que estábamos completamente equivocados. En sus nueve años de existencia, el programa antidopaje -- que ha sido modificado y endurecido en varias ocasiones -- ha sancionado a tipos como el cubano Rafael Palmeiro, los dominicanos Alex Rodríguez y Manny Ramírez y los norteamericanos Ryan Braun y Davis, entre muchos otros.

De paso, el sistema ha denunciado como antiguos usuarios de algún tipo de sustancias a notables estrellas como Barry Bonds, Roger Clemens, Andy Pettitte, Chuck Knoblauch y Eric Gagne, entre otros. El antiguo inicialista Mark McGwire, quien era sospechoso, más no acusado, confesó voluntariamente en 2010 que usó esteroides por cerca de una década durante su carrera en las ligas mayores.

La política antidopaje del béisbol condena el uso de 70 formas de esteroides, 55 estimulantes y ocho drogas de abuso. A diferencia de otras ligas, el programa contra sustancias para mejorar el rendimiento de las ligas mayores incluye prohibiciones expresas del uso de hormona de crecimiento humano y testosterona y faculta al comisionado para castigar sin el uso de una prueba positiva de violación del mismo.

En resumen, Grandes Ligas no solamente tiene el programa antidopaje más duro de los deportes profesionales, sino que además funciona. La sanción de Davis, el líder de cuadrangulares de la temporada pasada -- y uno de los críticos más ácidos del uso de sustancias-- es otra prueba de ello.

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Robinson CanoRich Schultz/Getty ImagesEl dominicano Robinson Canó debe ser el eje central en la renovación de los Yankees
Aunque las negociaciones entre Robinson Canó y los Yankees de Nueva York lucen complicadas, el beneficio de un acuerdo que retenga al jugador en la Gran Manzana por el resto de su carrera sería mutuo y es difícil imaginarse al intermedista dominicano en otro uniforme que no sea el de rayas.

Los Yankees necesitan a Canó como eje en torno al cual reconstruir un equipo que se envejeció y es hora de renovarlo de manera contundente.

Canó, como se esperaba, rechazó la oferta calificatoria de 14.1 millones, lo cual no significa necesariamente que las puertas de un pacto multianual con Nueva York se hayan cerrado.

El dominicano es uno de los peloteros más completos de todas las Grandes Ligas, aunque con tendencia a la pereza, dejando siempre esa sensación de que no explota sus condiciones en toda su potencia.

El gerente general, Brian Cashman, ha tratado de endulzarlo con frases enriquecedoras de su ego, prometiéndole que podría convertirse en el primer dominicano en ver su número retirado en el Monument Park, esa suerte de salón de inmortales de los Yankees.

Y nadie duda que lo logrará, de decidirse a pasar toda su carrera en el Bronx.

Asimismo, el equipo cree que el rapero Jay-Z, gran fanático de los Yankees y de quien Canó es cliente, podría jugar un papel fundamental en convencer al intermedista quisqueyano a permanecer en la Gran Manzana.

El problema es el precio que Canó (y sus agentes) están pidiendo por sus servicios.

El pelotero quiere 305 millones por diez años, una cifra que lo convertiría en el mejor pagado de toda la historia, mientras que varias fuentes citan en unos 200 millones y siete temporadas la oferta del equipo para retenerlo.

Canó se sabe el mejor agente libre disponible en el mercado en este invierno y como tal se ha sentado a pedir, aunque difícilmente convenza a los Yankees o a cualquier otro equipo de pagarle semejante cifra.

En primer lugar, porque se trata de un pelotero de 31 años, lo cual fijaría en 41 su edad para cuando concluya un pacto por diez campañas.

Y en segundo lugar, porque la historia ha mostrado más prponto de lo que se pensaba que esos megacontratos como los de Alex Rodríguez, Albert Pujols, Prince Fielder y Joey Votto son un rotundo fracaso, que hace que los peloteros se acomoden y dejen de entregarse en cuerpo y alma al juego.

Por lo pronto y anticipando cualquier descarrilamiento en las negociaciones, el equipo ya inició un acercamiento con el agente libre Brandon Phillips, ganador de cuatro Guantes de Oro en ocho temporadas con los Rojos de Cincinnati, incluida la del 2013, en la que consiguió 103 impulsadas, cifra máxima de su carrera.

El invierno pinta para largo para los Yankees, que dependen de la decisión final en el caso de Rodríguez para organizar mejor sus movidas en pos de la reconstrucción del equipo, de la cual Canó debe ser parte esencial.

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El venezolano Miguel Cabrera ganó en el 2012 la Triple Corona y aún así, hubo quien se atrevió a cuestionar si merecía o no el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Americana.

El debate entre los especialistas se polarizó tanto o más que el de demócratas y republicanos en torno al Obamacare, aunque al final, la votación lo favoreció amplísimamente sobre Mike Trout, el preferido de los sabermétricos.

Davis
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Trout
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En esta ocasión, aunque no consiguió repetir la hazaña de liderar en promedio de bateo, jonrones y carreras impulsadas, las cosas parecen más fáciles para la selección de Cabrera, con todo y que Trout vuelve a estar entre los aspirantes, junto al toletero de los Orioles de Baltimore Orioles , Chris Davis.

Ya sus colegas de profesión eligieron al venezolano como el mejor pelotero del 2013. Si ellos, que disfrutan de su juego en los Tigres de Detroit Tigers o sufren sus batazos en los otros 29 equipos, lo eligieron, ¿por qué no lo haría la prensa?

Cabrera logró en el 2013 su tercer título de bateo consecutivo y tuvo que batallar contra lesiones que limitaron su tiempo de juego a 148 partidos.

Aún así, sus números fueron mejores que en el 2012, cuando se agenció la Triple Corona.

Hace un año, el venezolano jugó en 161 de los 162 partidos del calendario regular, en los que bateó para .330, con 44 jonrones y 139 carreras impulsadas. Su promedio de slugging fue también el mejor del joven circuito, con .606 y su OPS llegó a .999.

Esta vez, en13 partidos menos, su average fue de .348, el más alto de toda su carrera, también despachó 44 bambinazos y remolcó 137 carreras, apenas dos menos que en el 2012.

Encabezó la Liga Americana en slugging (.363), promedio de embasamiento (.442) y OPS (1.087), todos ellos números superiores a los de su campaña de Triple Corona.

Davis fue su obstáculo en la consecución de esa hazaña en el 2013, al liderar los cuadrangulares, con 53, y las empujadas, con 138, convirtiéndose en una para muchos, sospechosa revelación, con 20 vuelacercas y 53 impulsadas más que en la campaña precedente.

Y Trout poco a poco sigue consolidándose como uno de los peloteros más completos de todas las Grandes Ligas, pero esta vez parece amenazar menos aún el dominio del venezolano.

El jardinero de los Angelinos mejoró algunos números en comparación con el 2012, cuando ganó el Novato del Año, pero bajó en otros, como las carreras anotadas, de 129 en el 2012 a 109 en el 2013, los jonrones, de 30 a 27, las bases robadas, de 49 a 33, el average, de .326 a .323 y el promedio de slugging, de 564 a .557, aunque en estos dos guarismos los descensos no fueron significativos.

Además, ni los jonrones e impulsadas de Davis o las cifras estables de Trout lograron darle a sus respectivos equipos el empujón suficiente para llegar a la postemporada.

Dudo mucho que sin Miguel Cabrera Detroit hubiera podido llegar a los playoffs. Si eso no es ser valioso, que alguien venga y lo explique.

Cerrada la lucha McCutchen vs Yadier

McCutchen
McCutchen
Goldschmidt
Goldschmidt
Molina
Molina
En la Liga Nacional, la lucha parece más cerrada entre el puertorriqueño Yadier Molina, de los St. Louis Cardinals, Andrew McCutchen, de los Pittsburgh Pirates, y Paul Goldschmidt, de los Arizona Diamondbacks.

Goldschmidt fue líder en jonrones (36), impulsadas (125), slugging (.551) y OPS (.952), pero sus números apenas le alcanzaron a los Diamondbacks para jugar justo para .500, con balance de 81-81.

La batalla se presenta entre Molina y McCutchen, quienes tienen el plus de haber sido fundamentales en el avance de San Luis y Pittsburgh a la postemporada.

A simple vista, los números de McCutchen son superiores que los de Yadier en casi todos los departamentos ofensivos.

El de los Piratas bateó para .317, con 185 hits, 38 dobletes, cinco triples, 21 cuadrangulares, 97 carreras anotadas, 84 impulsadas, 27 bases robadas, promedio de embasamiento de .404, slugging de .540 y OPS de .911.

El boricua lo hizo para .319, con 161 imparables, 44 biangulares, cero triples, 12 vuelacercas, 68 anotadas, 80 remolques, tres estafas, OBP de .359, slugging de .477 y OPS de .836.

Hasta ahí las cosas favorecen a McCutchen, pero es aquí donde entran a jugar intangibles que no siempre pueden ser medidos por las estadísticas.

El valor de Molina se multiplica cuando se calza los arreos y se sienta detrás del plato.

Su maestría indiscutible ya le hizo ganar este año su sexto Guante de Oro consecutivo, ratificándose como el mejor de su posición en todo el béisbol.

Y eso hizo crecer el joven pitcheo de los Cardenales, que este año no pudieron contar con el lesionado Chris Carpenter y perdieron desde mayo al mexicano Jaime García.

Con Wainwright como gran figura del staff, Molina se encargó de guiar con acierto a jóvenes abridores como Lance Lynn, Shelby Miller, Michael Wacha y Joe Kelly, así como a los apagafuegos Carlos Martínez y Trevor Rosenthal.

Pero está por verse si los votantes de la BBWAA se inclinan por los números fríos o por ese valor real que no siempre se mide en cifras.

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Chris DavisBrace Hemmelgarn/USA TODAY SportsDavis es el típico ejemplo del jugador barato con alto potencial.
El salario de Chris Davis en Grandes Ligas era de poco más de $400,000 cuando los Orioles lo adquirieron en su acuerdo en el verano del 2011, pero en realidad, todo se debió al dinero  pero no su dinero, que ahora luce loco, considerando que para muchos Davis es el jugador más productivo en las Grandes Ligas en el 2013.

Los Orioles y los Vigilantes habían regateado sobre los términos del acuerdo, y la última pregunta no era si Texas podría desprenderse de Davis, pero si Baltimore daría $2 millones para compensar el sueldo de Koji Uehara. Los Vigilantes habían acordado cambiar a Tommy Hunter y Davis, pero querían y necesitaban a Andy MacPhail  quien era el gerente del equipo en ese momento  para añadir dinero en efectivo, algo que en raras ocasiones se ha hecho a través de los años.

Pero este fue un caso en el que los Orioles tuvieron buena suerte y fueron buenos. Se beneficiaron del hecho de que el manager de Baltimore Buck Showalter había trabajado previamente con los Vigilantes y conocía a los evaluadores de talento que conocían a Davis, así que abogó por su adquisición. Si Penn es conocido como la Universidad de los Linebackers, como dijo alguna vez Showalter, entonces los Vigilantes serían conocidos como la fábrica de los inicialistas, porque a través de los años ellos han desarrollado a Mark Teixeira, Adrián González, Justin Smoak, Mitch Moreland y Davis.

A los Orioles les atrajo la forma física de Davis, y pensaban que él podría ser un buen defensor, sin importar donde fuese necesitado, y a pesar que Davis no había bateado lo suficiente como para establecerse en Grandes Ligas, MacPhail y Showalter pensaban que Davis había tenido demasiado éxito en liga menor  demasiado éxito  para que simplemente fuese un caso perdido. "Uno no encuentra jugadores con el tipo de resumé que tenía Chris", dijo Showalter, en referencia a los números que solía poner Davis cada año, en el vecindario de los .300/.400.

Los Vigilantes se habían dado cuenta de eso también, razón por la que le habían dado a Davis repetidas oportunidades de asegurar un puesto en Grandes Ligas, y simplemente no pudo. Davis era querido universalmente en la organización, y los Vigilantes vieron el potencial de poder, pero simplemente no estaba funcionando  de hecho, año tras año, su rendimiento había sufrido merma. Cuando los Vigilantes comenzaron a evaluar el valor de Davis en el mercado, hubo varios equipos interesados, porque él es el típico ejemplo del jugador barato con alto potencial.

El dueño de los Orioles Peter Angelos acordó dar el dinero en el acuerdo propuesto con los Vigilantes, y en menos de dos años, Davis se ha convertido en uno de los bateadores más prolíficos de las Grandes Ligas, en ritmo de conectar 59 cuadrangulares este año. El gerente de los Vigilantes Jon Daniels escribió en un correo electrónico que él está genuinamente contento por Davis. "Gran tipo", escribió. "Hubiese deseado que su éxito le llegase con nosotros. Pero me siento cómodo con el proceso de toma de decisiones que nos llevaron hasta aquí. Obviamente el resultado no fue a favor nuestro, pero el proceso no fue malo".

Davis conectó su cuadrangular No. 27 de la temporada el viernes, lo que le dio un total de 50 extrabases en su juego 73 en esta campaña  empatado en el quinto puesto en la lista de los jugadores que más rápido han llegado a esa marca en la Era de la Expansión (desde 1961), de acuerdo con el Elias Sports Bureau.

Los Orioles perdieron el viernes, a pesar del jonrón 27 de Davis, y Showalter fue expulsado de juego. No es común verlo tan enfadado.