Get ADOBE® FLASH® PLAYER
Barristas encaran a jugadores de Rayados: "Si sus jefes no se los dicen, nosotros sí"
VIDEOS RELACIONADOS video

LOS ÁNGELES -- Aún hay piedras debajo de las cuales hurgar en el affaire envenenado entre los jugadores y algunos fanáticos de Rayados. No toda la verdad se ha dicho.

Ex futbolistas defienden a los futbolistas; algunos aficionados reniegan de esos fanáticos que increparon a los jugadores, aunque hay otros que se identifican con ellos; los directivos guardan silencio, acaso han emitido solamente un timorato panfleto babeando obviedades y obviando soluciones.

Los promotores hacen su chamba, defienden a su, culeca y todo, gallina de los huevos de oro. Exigen a Monterrey custodia, seguridad, vigilancia. Los representantes de jugadores, plañideras de su propia ambición, imploran por su jugador, pero más por el puñado de monedas que representa, que por el ser humano.

Hablan de reuniones al interior de FEMSA y de Monterrey. Pero, claro, no se investigan entre sí mismos. Prefieren que la mano derecha no se entere de lo que hace la mano izquierda. Las versiones crecen y aseveran que los embajadores de nadie, que sitiaron a los jugadores, fueron azuzados por algún directivo. Y de ser así, ellos saben quién es. ¿Quién tiene nexos inmediatos y casi delincuenciales con los barristas rayados?

Claro, hay también una postura cínica de los dirigentes. La veintena de fanáticos que se apostó afuera de El Barrial, hizo la chamba de esos pasmados de cuello blanco. Esa veintena hizo también la chamba de Javier Aguirre.

Cuestionar, apostrofar a los jugadores, es tarea de quienes administran. Increpar, interrogar, con mejores modales, es tarea de directivos y entrenador. Porque éstos tienen la autoridad, el rango, la estatura jerárquica, el derecho, el deber, y la obligación de hacerlo. Mimar a los futbolistas que, apóstoles del valemadrismo, provocan una crisis, es ser cómplice de ellos.

¿Alguno de los mencionados, es decir Aguirre o González Ornelas se atrevería a encarar a Rodolfo Pizarro o a Rogelio Funes Mori o a Sebastián Vegas con esas mismos argumentos y pruebas fehacientes por su bajo rendimiento? Ciertamente deberían hacerlo. Insisto, es su derecho y su deber. ¿O hay más temor de ellos hacia los jugadores que de los jugadores a los fanáticos?

El escenario, pues, no miente: Rayados pervive bajo el régimen del miedo.

En Hamlet, Shakespeare reflexiona: “La conciencia nos hace cobardes a todos”. La culpa se enquista y paraliza.

Sin violencia física, pero, sin duda, con violencia verbal innecesaria, la cuadrilla de arrejuntados que quiso interpelar, con canastillas de huevos incluidos –que tal vez hacen más falta en la mesa familiar–, arrancó, al menos, promesas de mayor compromiso institucional a los futbolistas. Pizarro tratará de ser el que desde hace años no ha sido, y el mismo Vegas juramentó a nombre de toda la plantilla.

Insisto, estos tipos hicieron la chamba que en un escenario más digno, menos hostil, deberían haber hecho ya los dirigentes y Javier Aguirre. Los primeros deberían ser responsables de que los millones de dólares que les paga FEMSA no se vayan a la cloaca. Y el técnico, personaje recio, duro, inteligente, les ha permitido que sobajen su trayectoria.

Apueste Usted –yo lo hago–, a que el Vasco preferiría tener en Rayados a los 22 espartanos de aquel Leganés que desciende en medio de latrocinios arbitrales. Aguirre preferiría tener a aquellos tipos sin renombre y bajos salarios, que se batieron como leones hasta su última batalla ante el Real Madrid.

El Vasco preferiría tener a Omeruo, a Guerrero, a Manu, a Amadou y demás, por encima de los aburguesados, de esos que hoy dispone en Monterrey, más pendientes todos de su vientre y su sexo, que de la responsabilidad ineludible e imperativa de cobrar un penalti, al menos, bajo el rigor de la dignidad y la gallardía.

Ciertamente, es injusto, innecesario y detestable, que el futbolista, dedicado a uno de los oficios más mediáticos del universo, deba salir a la cancha con miedo. Porque, queda claro, los espíritus endebles, anoréxico, frágiles, bulímicos, como los de muchos de estos jugadores, pueden sucumbir gravemente, ante la espada de Damocles, que se contonea sobre sus cabezas en el cadalso público que perniciosamente se ha montado ante la puerta de El Barrial.

Es, además, un escenario en el que pocos ganan. ¿Y si acaso viéramos a un insólito Pizarro devorarse la cancha y al San Luis, y a un Funes Mori anotar en cada ocasión que tenga la pelota en posición y en posesión? Esto, puede desencadenar, puntualmente, que se siga la línea del hostigamiento, de la amenaza, de la persecución en otros equipos.

Si Pizarro y el Mellizo la rompen ante los casi desahuciados del San Luis, mandan un mensaje perverso. Cualquier día, en Coapa, en Verde Valle, donde sea, pueden acudir fanatizados personajes para recurrir a estrategias similares. ¿O lo duda Usted?

Recordemos que con este tipo de acercamientos, con este tipo de confrontaciones, comenzó, por ejemplo, la pandemia de las barras bravas en Argentina. En su momento llegaron a secuestrar clubes, a chantajear jugadores, a extorsionar entrenadores. Y la violencia entre los núcleos de vándalos tiene una estela escarlata de delitos y tumbas.

Según un recuento de la organización argentina #SalvemosAlFutbol, la primera muerte originada por este tipo de violencia ocurrió el 30 de julio de 1922, y fue un menor de edad. Y en su listado de tragedias reporta 341 incidentes, algunos de ellos con más de un fallecimiento.

¿Tiene el derecho el aficionado de interpelar a un jugador cuando su equipo vive una crisis como Rayados? La respuesta sería sí. En la forma, en el modo, es donde hay aún un horizonte para encontrar medios coherentes para hacerlo, y que no terminen, insisto, en crear un clima patibulario, que no sólo amedrenta a jugadores, sino también –lo más grave–, a sus familias.

A través de Twitter nos recordaban un ejercicio exitoso en Raza Deportiva de ESPN. Por primera y única vez, en su momento, Jorge Vergara y Miguel Herrera respondieron directamente, en vivo, a preguntas del auditorio. Hubo respeto y hubo un recurso de sanación en la relación entre el directivo y la afición de Chivas, y entre El Piojo y la afición del América.

Rayados deberá trabajar con mayor compromiso e inteligencia, para determinar si alguien de dentro de su esfera directiva estuvo detrás de esos inquisidores apostados afuera de El Barrial, porque lo curioso es que el sujeto que los lideraba tenía más tablas para manejar ese tipo de situaciones que un líder sindical petrolero.

Y no, directivos de Rayados, no basta, ni para la institución, ni para los jugadores, ni para el cuerpo técnico, ni para la afición, emitir un babeante boletín mediático, que confunde más todo, y no soluciona nada.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


LOS ÁNGELES -- La MLS es, y ha sido, saqueada por los futbolistas mexicanos. Sólo dos en su historia han satisfecho el paquete completo de ansiedades de la liga estadounidense: Cuauhtémoc Blanco y Carlos Vela. El resto, unos con más pudor y otros con mucho cinismo, ofrecieron cuentas de vidrio y se llevaron el oro.

La referencia es inapelable. Se les califica bajo una fórmula infalible con estos elementos: el salario, expectación, expectativas, minutos jugados, impacto mediático y resultados.

En el listado, la mayor decepción para la MLS es, sin duda, Javier Hernández. Un salario de 6 millones de dólares por año y hasta el momento sólo 713 minutos disputados en este 2020. Es decir, 8,415 dólares por minuto. Sólo dos goles, ¿costosos? Un poquito: 3 millones de dólares cada uno. Y ahora, al quedar el Galaxy fuera de los playoffs, otros cuatro meses de vacaciones.

Procedente de la banca del Sevilla, 'La Leyenda', como eligió autonombrarse en la pila bautismal de su inagotable soberbia, sólo ha reembolsado al Galaxy con una poderosa oleada de venta de ropa las primeras semanas; por cierto, su camiseta es la más cara de la plantilla: 136 dólares. Y, claro, una agenda cargada de visitas a los programas de televisión más populares en inglés, en Los Ángeles.

Javier Hernández ha estado más activo en redes sociales. Ahí también disiente de los valores del Galaxy y de la MLS, que piden un comportamiento correcto, respetuoso. Basta ver uno de los videos del jugador en el que reparte 11 palabras altisonantes que hieren el código de conducta de la liga, de cada diez que pronuncia.

¿Por qué no es sancionado por la MLS por empañar la imagen con semejante léxico? “Es un tema que le corresponde al Galaxy, es su jugador y es la imagen del club y es el club el que debe proceder”, explicaron fuentes de la MLS. “Pero, sí desagrada ese comportamiento. No es el que pretendemos de un jugador de esta liga”.

¿Cómo llegó al Galaxy? Jovan Kirovski, director deportivo, estaba obsesionado con él desde 2015. El salto de Javier de la banca del West Ham a la banca del Sevilla, creyó el directivo que era la señal para satisfacer sus caprichos y firmar al seleccionado mexicano con más goles totales y especialmente en partidos amistosos. Y, además, para intentar ponerle un parche a la salida de Zlatan Ibrahimovic después de su exuberante campaña.

Lesiones, baja forma física, bajo rendimiento, y poca simpatía y menos empatía con las urgencias del club, sólo le han permitido disputar siete juegos como titular en 2020. Y en 713 minutos, 18 disparos a gol (uno cada 40 minutos jugados) y sólo dos anotaciones. Analistas que siguen al Galaxy en el día a día, coincidieron en un veredicto: el equipo juega mejor sin él.

DOS SANTOS Y UN DEMONIO…

¿El segundo lugar en las decepciones? Tampoco es complicado. Giovani dos Santos. Y también en el Galaxy. Después de un fulgurante debut con el Barcelona, y siete años después y siete equipos después de decepciones, el Balón de Plata del Mundial Sub 17 en Perú aterrizó en Los Ángeles.

Llegó del Villarreal en una operación estimada, según fuentes de ESPN, en 34 millones de dólares. Entre 2015 y 2018, jugó 77 partidos y marcó 26 goles con el Galaxy.

Su primer año fue promisorio, pero, después, entre bajas de juego, lesiones musculares que reflejaban descuido extra cancha, todo terminó en un rompimiento amargo con el Galaxy, el 1 de marzo de 2019, después de más de un mes de ni siquiera entrenar con el equipo. Al dejarlo libre, y a pesar de tener contrato, la MLS no pudo colocarlo en ningún otro equipo de la liga.

El equipo angelino decidió retener a tres jugadores bajo el sello de franquicia: su hermano Jonathan, Zlatan Ibrahimovic y Romain Alessandrini. “No hay nada personal, se tomó la mejor decisión para todos”, explicó el gerente deportivo, Denise Te Kloese. Gio desembarcó en El Nido de Coapa, donde el América sigue, también, esperando y esperando.

OTRAS LÁGRIMAS…

La lista de grandes decepciones no para ahí. Algunos pusieron en rojo el termómetro. El paso de Rafa Márquez fue lamentable. Su ambiente en el vestidor no mejoró al decir que si lo rodearan jugadores tan buenos como él, el equipo de Nueva York estaría mejor. Después terminó como Bicampeón con el León, recuperó su cinta de capitán y acudió a dos mundiales más con el Tri.

Hugo Sánchez llegó al Dallas Burn por su fondo de retiro, y casos similares ocurrieron con Luis Hernández en el Galaxy, donde sólo recuerdan cómo, intransigentemente, siempre estacionaba su auto en zona de discapacitados.

El Galaxy ha sido desafortunado contratando a jugadores mexicanos y tal vez sólo Jorge Campos retribuyó momentos de alegría en la cancha, con su dualidad espectacular como portero y como delantero. Fue todo un imán de taquilla.

En tanto, la aventura de Chivas USA tuvo los últimos momentos de talento de Ramón Ramírez y Claudio Suárez, mientras que Paco Palencia adquirió un segundo aire. La lista de mexicanos con participación en la MLS es de casi un centenar desde su fundación, pero la mayoría pasaron desapercibidos o dejaron sólo una triste memoria.

DE CHILE, MOLE Y PICADILLO…

En la actualidad, en el presente torneo, con Chicharito a la baja y Carlos Vela apenas saliendo de lesiones, la mirada se centra en el resto de la legión mexicana en la MLS. Y el horizonte no es alentador.

Jonathan dos Santos se la pasa entre algodones y Guillermo Barros Schelotto no lo consideraba, por esa fragilidad, entre sus imprescindibles, a pesar de ser uno de los mejor asalariados como jugador designado. En 2020 apenas suma siete juegos como titular y un total de 700 minutos. Con el Galaxy ya eliminado, también, cuatro meses de vacaciones muy bien pagadas.

Rodolfo Pizarro, el que pensaba dar el gran salto a Europa desde la MLS, ha vuelto a su estilo de la Liga MX: inconsistencia. Aparece de vez en cuando, marca goles con todas esas permisividades que otorgan los defensores de la liga, dando latifundios de espacio y eternidades de tiempo para disparar. Los números lo hacen ver menos grave de lo que es: cuatro goles y cinco asistencias en 18 partidos.

Alan Pulido trata de rescatar su campaña. Se ha perdido ocho juegos, pero en los 12 en que ha participado, suma seis goles y cinco asistencias. Su adaptación ha sido dentro de lo previsto, en un equipo de baja exigencia como Kansas y en una ciudad donde no puede tener una vida tan disipada como ocurría en las noches de Guadalajara. Además, esta semana se lesionó de los ligamentos de la rodilla izquierda y está en duda para los playoffs de la MLS.

¿Y el hombre del Lamborghini? Nada ha cambiado en el Atlanta United para Jürgen Damm. Veloz para el nivel de la liga, aplica un poquito de picardía, sigue peleado con el gol, pero, al menos, en el cruce de la frontera de México a Estados Unidos, en alguna tienda de descuento, debió comprar una brújula porque en 13 partidos, seis como titular, lleva cuatro pases para gol, siete disparos a la portería, cero anotaciones y como 293 centros afuera del estadio. Normal, pues.

Al lado de Damm, está Erick 'El Cubo' Torres, con cuatro juegos como titular en el Atlanta, con un gol y una asistencia, y muy lejos de aquellas temporadas cuando marcó 15 goles con Chivas USA, y 14 con Houston Dynamo. Tiene 27 años y le queda poca cuerda, que sólo podrá desarrollar en la MLS.

¿El resto? Es decir, Oswaldo Alanís es defensa del equipo más castigado de la MLS, el Terremotos de San José, con 47 goles recibidos en 22 juegos, aunque suma los mismos goles que Chicharito, es decir, dos, y una asistencia. Otro delantero que fue alguna vez promesa de Chivas, Carlos Fierro, suma 12 juegos como titular y en 1,030 minutos de juego, acumula dos goles y tres asistencias con los mismos Terremotos de Matías Almeyda.

MENOS DE AQUELLOS, MÁS DE ESTOS…

Suspiros debe haber en la MLS por un jugador: Cuauhtémoc Blanco, quien llegó a prepararse para su retiro al Chicago Fire, pero, motivado por el técnico colombiano Juan Carlos Osorio, tomó un poderoso segundo aire.

El Temo pobló las tribunas, hizo goles, dio asistencias, hizo show, revivió 'Cuautemiñas', convirtió al equipo en competitivo, y de repente era fascinante ver cómo jugadores secos, fríos, torpones, prototipos del estilo de la MLS, empezaron a alegrar la cancha con taquitos, túneles, rabonas y demás filigranas. Los contagió para hacer travesuras en la cancha.

Sí, Cuauhtémoc dejó una escuela futbolera, que duró poco, al regresar a México e ir haciendo su gira de despedida y la recolección para su fondo de retiro, con Santos, Veracruz, Irapuato, Dorados, etcétera.

En ese tiempo, la venta de camisetas de Cuauhtémoc Blanco sólo era superada por la de David Beckham, el ícono resplandeciente del Galaxy, pero el encorvado mexicano llenaba las plazas donde su equipo se presentaba.

Y claro, la MLS anhela a otro Carlos Vela, que parecía que llegaría a hacer turismo, ver juegos de basquetbol y beisbol, y seguir sobrellevando un oficio que reiteradamente ha dicho no era su pasión, ese oficio de jugar al futbol.

Pero se adueñó de la escena. Pasó de ser Vela en Europa a ser una antorcha inponente en la MLS.

Después de una buena primera temporada con el LAFC (28 juegos, 14 goles), para 2019, fue la estrella de la liga. 31 partidos jugados y 34 goles, lo colocaron como el mejor jugador de la semana y del mes en repetidas ocasiones.

Aprovechando su oficio, su técnica, su calidad futbolística, marcaba no sólo goles importantes, sino competía para el mejor gol del torneo, por supuesto, aprovechando la siempre tibia, lenta, desparpajada y bobalicona forma de marcar que hay en la MLS. Sin embargo, supo capitalizarlo.

2020 no ha sido su mejor año. Las lesiones se ensañaron con él. Y en su reciente regreso ha vuelto a la tónica de los goles majestuosos, insisto, ante la marcación de la MLS tan peculiar, como respetando 'la sana distancia' que se recomienda por la pandemia del Coronavirus. Suma seis juegos, tres como titular, tres goles y dos asistencias en 377 minutos.

Por eso, es especialmente sorprendente para la MLS cómo los dos referentes mexicanos hacia los que había escepticismo, han terminado por rebasar todas las expectativas y cumplir con la expectación generada.

Hoy, por eso, en la MLS quieren más Velas, más Cuauhtémocs y menos Chicharitos o… menos 'Leyendas' apócrifas.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


LOS ÁNGELES -- Rodolfo Pizarro hereda el desafío inevitable e irrechazable de todos los mexicanos recién llegados a la MLS: ser mejores que Carlos Vela, amo y señor de los reconocimientos individuales en 2019.

Y su primer reto es precisamente ante el mismísimo Carlos Vela, quien llega inflamado tras su protagonismo en la eliminación del León en la Concachampions.

Así, Inter de Miami debuta visitando al LAFC este domingo. Y el impacto será más allá de las garitas fronterizas de EEUU. En México habrá atención sobre los dos jugadores que pertenecieron a Chivas.

Si bien Pizarro tuvo un buen año, colaborando con un título de Liga, Carlos Vela jamás debutó en el Guadalajara, porque tras el título mundial Sub 17, empacó ilusiones con rumbo al Arsenal de la Liga Premier.

Pizarro tiene un palmarés para presumirle a Vela: títulos de Liga con Pachuca, Chivas y Monterrey. Con Tuzos y Rayados su incidencia fue apenas tangible.

Vela sólo ha levantado trofeos individuales con sus equipos, o con el LAFC, para ser exactos, sin olvidar un estupendo año con la Real Sociedad, cuando incluso fue colocado en disputa por la excelencia del torneo con Cristiano Ronaldo, Lionel Messi y Diego Costa. Cierto, imposible que ganara, pero al menos su nombre cupo en el mismo párrafo donde se citaba al argentino y al portugués.

Sin embargo, en una MLS poblada por ex militantes de Chivas, la atención se mantendrá en este juego, así como en los enfrentamientos de Pizarro y Vela ante los equipos de Javier Hernández, Alan Pulido, e incluso el técnico Matías Almeyda.

Distintos en su estilo de juego, ambos en esferas ofensivas, poco coincidirán en las parcelas del estadio angelino, aunque con el desafío de poner de relieve sus cualidades.

Vela se ha convertido en el Atila de la MLS. Las defensivas de la Liga saben que sólo necesita unos segundos y unos metros para cuajar en la red, para, incluso, ornamentar con lujos y sofisticación sus goles.

Rodolfo Pizarro ya sabe de qué se trata. Su estilo de juego corto, confrontación y caracoleo, le permitirá sin duda regodearse ante algunos equipos con algunos defensas atribulados por la ingenuidad.

Pizarro ya entendió que penetrando al área, encontrará, desde zagueros patidifusos ante sus recortes cortos hasta grandes oportunidades de propiciar una falta que iría directa al manchón penal.

Diego Alonso, quien llega de fracasos con Rayados, sabe de la zona de gravitación de su jugador estrella, a quien ha acompañado de atletas del futbol, aunque, evidente, con destellos de calidad.

Pizarro no tendrá quehaceres defensivos. Lo suyo es exigir el balón y dedicarse a generar futbol al frente. Y eso, seguramente, le encaja perfectamente con lo que desea, especialmente, por la laxa marca.

Tiene sin embargo, una preocupación Inter de Miami: Bob Bradley mastica pero no traga ante las amenazas de jugadores de este tipo. Y sabrá organizar un dos a uno, sobre Pizarro, desde su zona de encare, fuera del área.

Y seguramente, Vela aprenderá que el trabajo defensivo de sus adversarios será más rudo y áspero de lo que está acostumbrado, y posiblemente Román Torres y Nicolás Figal le harán una mejor marca en la zona final que los defensas del León el jueves pasado.

El reto, al final, es para ambos mexicanos. Pizarro debe empezar a escribir su propia historia con los éxitos de Vela como referencia, y Vela debe mejorar su propia versión

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Tiene condiciones extraordinarias, pero también tiene un mercado interno que lo reclama y necesita. Rodolfo Pizarro no estará en Rusia 2018, pero debe apurarse para que lograr su "salto" al siguiente nivel competitivo. Si se queda en México, jamás sabremos la clase de jugador que pudo haber sido. Europa lo espera, cuanto antes, sin ninguna escala que, a sus 24 años, ponga en riesgo el sueño de verlo triunfar entre los mejores de este deporte. Para Pizarro era importante el Mundial, pero es más importante que vaya a algunas de las Ligas europeas a seguir desarrollando sus magníficas habilidades.

CIUDAD DE MÉXICO - Para Rodolfo Pizarro es más urgente jugar en Europa que ir a un Mundial. La única forma de probar si es uno de esos "futbolistas elegidos" es que dé e salto al siguiente nivel competitivo. Y ese nivel no está en Chivas, ni en Rayados, ni tampoco en una selección que pronto jugará el Mundial. El verdadero parámetro de Pizarro no es Rusia. Es jugar y desarrollarse en alguna Liga europea de mayor valía.

Por increíble que parezca, en un futbol donde el jugador mexicano tiene cada día menos protagonismo y más dificultades para sobrevivir, la lista o pre-lista mundialista de la selección para el Mundial de Rusia encontró espacio para la controversia.

Esa controversia se llama Rodolfo Pizarro. Y más allá de que merecía o no estar entre los "28 mejores" futbolistas actuales, persiste la sensación de que el simple hecho de generar la duda o la polémica, nos ofrece una idea clara de la clase de futbolista que México tiene en sus manos.

En momentos donde las nóminas de los clubes mexicanos están plagadas de futbolistas extranjeros -porque las reglas y los negocios favorecen a esa condición- Pizarro que ha tenido una sobresaliente temporada y que está llamado a ser una de las grandes joyas al futuro del futbol mexicano, pero lo único que hizo Juan Carlos Osorio es afianzarse con la base de futbolistas que están "a muerte" con él y que lo llevaron hasta la cita rusa. Por más que un jugador de último momento se haya ganado un pasaje al Mundial basado en sus buenas actuaciones -está Pizarro y está "El Gallito" Vázquez, por ejemplo-, el entrenador iba a ratificar a quienes han estado con él, en las buenas o en las malas y bajo cualquier tipo de presión. Con mucha anticipación, Osorio dijo que había una lucha en medio campo -un sitio donde de pronto aparecen y destacan jugadores de buen trato con el balón y condiciones diferentes para jugar- y que en esa "batalla" estaban futbolistas como Giovanni Dos Santos, Marco Fabián de la Mora y el propio Pizarro. Al final, se inclinó por la trayectoria -podemos llamarle jerarquía- del jugador del Galaxy y le dio, según parece, un valor al hecho de que Marco Fabián actúe en una liga tan demandante como la alemana. El tiempo de Pizarro llegará. Ha tenido un semestre bueno en el Guadalajara y nadie tiene duda de que pronto podría dar un salto para jugar en un futbol de mayores dimensiones que el mexicano. Es joven, pero no tanto, tiene 24 años y debe apurar un destino europeo antes de que las necesidades del mercado interno lo atrapen y la idea de probarse en el mayor nivel del juego quede como una promesa incumplida.

Chivas ha admitido que tiene ofertas por él en la mesa. Supongo que una de ellas, quizá la más atractiva, proceda del norte. Pero jugar en los Rayados es lo mismo que hacerlo en Chivas. Pizarro requiere probarse en la siguiente escala, para saber si realmente pertenece a ella o su lugar será siempre el nivel mediano del futbol mexicano.

Puede que el Mundial hubiese sido una vitrina atractiva, pero él puede crecer más y desarrollar todas sus habilidades como jugador si accede a Europa cuanto antes.

"El problema es que los directivos mexicanos pedirán 15 o 20 millones y nadie va a pagar eso ahora", me dijo hace un par de semanas Javier "El Chicharito" Hernández durante una plática en Londres. "Él tiene el nivel para jugar aquí. Yo estoy seguro de ello".

Más que Juan Carlos Osorio, el verdadero obstáculo de Pizarro podría ser las necesidades del futbol doméstico y hasta el hecho de que su club actual, Chivas, atraviese por una crisis económica que le obligue a venderlo al mejor postor y si la oferta del mercado interno supera lo que ofrecerían en Europa, no habrá ninguna vacilación en dejarlo en el futbol doméstico. El tiempo pasa rápido. Un futbolista debe tomar la decisión correcta. Jugar en Europa es más urgente para Pizarro que ir a un Mundial.

@Faitelson_ESPN

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


LOS ÁNGELES -- En la cima del oficio. En la sima de la ansiedad. Así deberán ejercer Chivas y América en el cierre de Semifinales de la Concacaf.

Malherido, con tres heridas en el pecho, América tiene la ventaja de emboscar en El Nido a un Toronto reposado y con una médula espinal de oficio, sin Mundial, cierto, pero con oficio, y un bajito con los focos encendidos como Giovinco.

El 3-1 oscila en esa fascinación anunciada, innegable, entre la tragedia y la hazaña. El águila obligada al rol enigmático del Ave Fénix.

Chivas, en tanto, consiguió un reintegro apenas del pase a la Final. El 1-0 del miércoles por la noche tiene ese saborcito de insuficiencia. Matías Almeyda fue inteligente: "Estamos 0-0". Ni más ni menos.

Como sea, la victoria contrasta. En Guadalajara hay una sonrisa nerviosa, pero en El Nido hay un falleciente y desfallecido en terapia intensiva.

Con la única ganzúa que tiene, Rodolfo Pizarro, Chivas colapsó la caja de caudales que le montó Red Bulls en su estadio, que lejos del trapío de su mote, parecían los Toros Rojos más lívidos, pálidos, mojigatos prófugos del arado, sembrando surcos en la cancha del Akron.

Mientras Rodolfo Cota sólo una vez desquitó el sueldo, ante la paranoia vacuna por no perder, Pizarro se convirtió de nuevo en la figura de Chivas. Le sentó bien la Fecha FIFA porque le quedó claro que tiene que ser más y hacer más que el convaleciente Giovani y el resucitado Marco Fabián, si quiere ir a comprar matrioskas.

Pizarro repitió la faena del viernes ante Morelia: robó, enfiló, pero esta vez sirvió a Brizuela, que dejó de ser un patético conejito de Pascua, y evolucionó en Roger Rabbit, para definir de manera compleja, pero eficiente, a la salida del arquero.

A sabiendas que Pompi (por Luis Pompílio Päez, auxiliar del Tri), entregó notas reprobatorias en la Copa Oro, Pizarro ha decidido conseguir lo que nadie ha podido: que Juan Carlos Osorio esté en sus cabales, y lo convoque. No será fácil.

Sin embargo, cabe la pregunta: ¿Si Osorio tan impacientemente paciente, tan intolerablemente tolerable para tratar de encontrar ese Sergio Busquets que Diego Reyes no lleva dentro, no podría dedicar un poco de terquedad a Pizarro?

Porque si Osorio dijo en Nación ESPN que "Diego Reyes es el jugador con mejor salida" en la selección mexicana, podría tal vez, total, ya en esa doctrina del autoengaño, de la alucinación, ver en Pizarro dotes de Mbappé. Digo, si de alucinar se trata.

Por lo pronto, Pizarro tiene en sus manos su visado a Rusia. Si el tándem colombiano, que fue capaz de forzar las salidas de Santiago Baños y Raúl Gutiérrez, no lo quiere, ahí estarán, en ese estricto orden, Dennis Te Kloese, Gerardo Torrado y Memo Cantú, para abogar por él.

Reasumiendo y resumiendo del tema original, Chivas y América tienen ese oficio en situaciones de alta tensión que no tienen Red Bulls ni Toronto, aunque éste último tiene cartas ocultas.

En la vuelta, Toronto jugará con la desesperación americanista y seguramente levantará ese muro fronterizo, deportivamente hablando, ante las embestidas americanistas.

Con Red Bulls será distinto. Incluso no sería extraño que el estadio se poblara de rojo y blanco, pero no tanto por la pasión local, sino por la migración mexicana con pasión por Chivas.

Claro, al final, todo se resuelve con futbol. Y, por supuesto, por las debilidades de los árbitros y las debilidades avariciosas de la Concacaf, porque recordemos que en sus entrañas, se piensa, se habla y se elucubra, no en inglés, sino en estadounidense.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.