Hasta pronto.
De pronto, estando tan lejos uno se pone a reflexionar; yo tengo 29 años y no vine a Perú a probar o a tener una experiencia. Vine con la firme idea de triunfar.
Marín quiere triunfar en Perú (Mexsport) |
Este es un país que no es el mío, pero que hasta el momento me ha tratado muy bien, y como dijo Dios, nadie es profeta en su tierra, así que "me la voy a romper" para que las cosas salgan bien y pueda tener la posibilidad de regresar siendo un mejor jugador.
¿Qué les cuento?, acá hay muy buenos jugadores de media cancha hacia delante; son hábiles, técnicos y rápidos. Atrás son algo bruscos y yo ya me he comido algunos codazos y patadas en los juegos que llevamos, pero no importa, para eso estamos. Este deporte es rudo, por eso se dice que es un "deporte de hombres". Y además, yo soy como "un carrito chocón".
Mi familia no se ha podido venir acá conmigo, pues hace mucho frío y la ciudad es muy pequeñita; además, el curso de la escuela empieza en marzo, no como en México, que comienza en agosto. Eso lo hace más complicado y está medio pesado darles un cambio tan radical.
Así que allá se quedaron y la verdad los extraño muchísimo, pero todo lo que hago es por ellos.
La liga acá parece fácil, pero es muy competida, a pesar de que tiene carencias. Eso me hace luchar más y además, nunca voy a perder la esperanza.
Por desgracia no pudimos contra Millonarios de Colombia en la Copa Sudamericana, pero seguimos adelante en la liga, aunque a veces yo no sea ocupado por Juan (Reynoso), pero entiendo cuál es la situación y espero paciente mi momento, dándole todo el apoyo a mis compañeros.
Todos los muchachos, muy bien. Juan armó un equipo que si bien es muy joven, también es muy buen grupo, nada maleado. Buenos chicos.
Hay de 18 hasta 24 años, incluso de 26, como Ortensen. El otro mexicano, Hernández, tiene 27, yo 29 y Cominges 33.
El lema que Juan les está metiendo, es "trabajo y convivencia". Hay veces que falta algo y Juan lo pone de su plata, y los muchachos se dan cuenta y valoran las cosas, por las carencias que hay.
La cancha donde entrenamos es muy bonita, también el estadio, aunque el vestidor es pequeño, pero eso es lo de menos.
La verdad me llevo muy bien con todos y de repente salgo a comer con algunos, pero cuando salimos, todos andamos juntos. Nadie se separa, porque acá es todos o ninguno, y eso no se ve en México.
Bueno, ya les conté un poco de lo que estoy viviendo en Tacna con el Bolognesi. Por ahora es todo y seguimos en contacto.
Su amigo Erick Marín les manda un abrazo.
Ya pudo celebrar como lo hacía en México (Mexsport) |
Con respecto a lo otro, al terremoto que hubo en Perú, es muy feo lo que pasó. Mucha gente está sufriendo.
Está difícil, aunque acá, en Tacna, no se sintió.
La verdad, ves la tele y te das cuenta de todo lo que pasó, es muy feo y aunque a uno no le haya sucedido nada, es horrible mirar los rostros de la gente que sobrevivió en lugares como Ica, Pisco y Lima, pero la vida tiene que seguir y aunque las cosas estén así, ¿qué hacemos?, sólo pedir por esa gente.
En lo personal, estoy contento, ya que poco a poco estoy consiguiendo un lugar en Bolognesi.
Tengo una lucha directa con el otro 9, Paúl Cominges, quien además de ser un tipo con experiencia, tiene 33 años, así que es un referente en el equipo.
Siempre he entrado (a la cancha) por él, pero Juan (Reynoso) me dice que no desespere, que siga trabajando igual porque en cualquier momento me puede llegar mi oportunidad.
Cuando las cosas no se me dan fácil, es cuando me va mejor, creo yo. Siempre, gracias a Dios me llega una oportunidad y la trato de aprovechar al máximo.
Estoy motivadísimo, me siento como cuando llegué a San Luis, donde sabía que ahí estaban Ariel González y Giménez, así que trabajo con todo y espero que Dios me dé la mía para ya no salir más.
Ahora que fue convocado tanto muchacho por Hugo Sánchez, estando fuera y peleando el título de goleo acá, me siento motivado y con la esperanza de que el técnico de la Selección Mexicana repare en que acá en Perú, también hay un delantero que se la está "rifando" y que quiere estar ahí.
Pero sé que eso también depende de mí, así que tengo la ilusión, y ya vendrá, si ando bien y si Dios quiere, ¿verdad?
Les mando un abrazo y ojalá no se olviden que sigo en Perú. Hasta la vista. Les envía un saludo su amigo Erick Marín.