NUEVA YORK -- La última vez que Los Angeles Dodgers pisaron territorio de El Bronx ocurrió en el sexto juego de la Serie Mundial de 1981 ante los New York Yankees.

En esa ocasión, el entonces dirigente de los Bombarderos, Bob Lemon, con el juego 1-1 y el equipo abajo en la serie 3-2, decidió sacar al estelar Tommy John en la cuarta entrada para darle paso al bateador emergente Bobby Murcer con hombres en primera y segunda.

Todo el mundo quedó sorprendido con esa apuesta, puesto que John estaba lanzando bien y el juego esta aun en sus inicios. Pero falló en su estrategia y al final los Dodgers se impusieron 9-2 para ganar el Clásico.

Ahora, 31 años después, el equipo que una vez jugó en Brooklyn, que todavía tiene una larga y nostálgica fanaticada en la "ciudad que nunca duerme", regresa a El Bronx a partir de este martes para medirse a los sus antiguos rivales de Serie Mundial en una serie de dos partidos.

De esta forma los Dodgers se convierten en el último equipo de la Liga Nacional en visitar a los Yankees desde que se instauraron los juegos interligas en 1997.

Los Dodgers regresan en un ambiente diferente y con una figura neoyorquina que es una leyenda y que debutó un año después de aquella Serie Mundial.

El viejo Yankee Stadium, ese lugar legendario donde Esquivadores y Mulos se enfrascaron en once ocasiones por el título de Serie Mundial -- 8 triunfos de los Yankees y 3 de los Dodgers -- ya no existe. Ahora está el nuevo parque de pelota, que alberga a unos Yankees que han perdido algo de su mística.

Mientras, con el equipo angelino regresa a casa un favorito del publicó, una figura que consiguió el estatus de cuasi-leyenda como lo es Donald "Don" Mattingly.

Mattingly, que por 14 años vistió y defendió la casaca rayada de los Yankees, es ahora dirigente de los Dodgers, con quienes trata de hacer su nombre en una posición que los mismos Yankees le negaron en 2008.

"Fue una dura decisión", dijo el gerente de los Yankees Brian Cashman sobre su decisión de elegir a Joe Girardi sobre Mattingly, "Lo único que Donnie tenía en contra, en ese entonces, era que no había dirigido antes. Ese era un gran obstáculo cuando quieres poner a marchar a tu equipo", indicó Cashman.

El tiempo le dio la razón a Cashman, puesto que un año más tarde Girardi guió a los Yankees a su cetro número 27 de Serie Mundial. Mientras que Mattingly ha tenido un año y medio de muchas altas y muchísimas bajas.

El regreso de "Donnie Baseball" al condado que lo vio crecer como jugador no se da en las mejores condiciones para su equipo, puesto que son últimos en el Oeste del viejo circuito (29-39), todo a pesar de una cuantiosa inversión en jugadores de la talla de Matt Kemp, Carl Crawford, Hanley Ramírez y el estelar inicialista Adrián González.

De su lado, los Yankees han sido consistentes a pesar de las ausencias de estelares como Derek Jeter, Mark Teixeira, Curtis Granderson y Alex Rodríguez, pero una mala racha los llevó al tercer puesto, ahora con foja de 38-31.

En este primer duelo saltarán al montículo de los sustos el derecho Hyun-Jum Riu (6-2, 2.85) por Los Angeles y Phil Hughes (4.89) por Nueva York.5).-

NUEVA YORK --Todavía no ha sido presentado oficialmente como e nuevo entrenador de los Brooklyn Nets y ya Jason Kidd está recibiendo apoyo de los jugadores.

Este miércoles los Nets, en una rápida decision, anunciaron que contrataron al ahora ex armador para que dirija las riendas del equipo a partir de la temporada 2013-2014. Esto, por supuesto llegó de inmediato a los oídos de uno de sus seguidores más fervientes, el base estrella Deron Williams, quien le dio todo el apoyo a quien una vez fue su compañero en el equipo olímpico de Estados Unidos.

Aunque lo hace con algo de escepticismo debido a que el que fuera hasta unas semanas jugador de los New York Knicks no tiene ni siquiera experiencia como asistente de entrenador, Williams cree que es una apuesta de cara al futuro.

"Es un riesgo. Nadie sabe si él sera un gran coach", dijo Williams según el Daily News. Le va a tomar algunos años. Pero al mismo tiempo, será un gran entrenador. Creo que es alguien con el que podemos crecer", dijo la estrella del conjunto de Brooklyn.

Kidd, que jugó esta última temporada en Manhattan con los Knicks, tiene fuertes raíces con la franquicia de los Nets. Durante seis temporadas, los mejores de su carrera, Kidd vistió la casaca del equipo cuando éste jugaba en East Rutherford, Nueva Jersey, llevándolo a dos finales de la NBA seguidas (2002 y 2003), y las únicas de la fraquicia, las cuales perdieron ante Los Angeles Lakers de Shaquille O'Neal.

"Creo que será un gran entrenador. Probablemente él ha estado dirigiendo en la cancha en los últimos cino o seis años. Y yo he jugado junto a él en el el equipo olímpico (2008) y ví cuán inteligente es. Ví realmente cómo nos dirigía en la cancha", agregó Williams. Otro punto en el que reflexionó Deron es que su amistad con Kidd no afectará su relación de jugador-entrenador.

"Pienso que es mi entrenador, así que voy a dar todo de mí. Me tendrá que decir cuándo no estoy hacienda las cosas bien que estoy supuesto a hacer", apostilló.

Lo que en un principio pareció como la base para llegar lo más lejo posible, al final terminó siendo una verdadera pesadilla para los New York Knicks. Los veteranos simplemente se quedaron cortos y la defensa se cayó totalmente, y parte de ese fracaso tiene que ver en alguna medida con el base Jason Kidd y el centro Tyson Chandler.

Ninguno de los dos aportó lo esperado en los playoffs, especialmente ante los Indiana Pacers, un equipo cuya juventud y potencia terminó imponiéndose en seis partidos de la semifinal de la Conferencia Este.

Chandler, titular en la posición cinco del conjunto neoyorquino, simplemente fue una sombra de aquel jugador que dominó la pintura en las dos postemporadas previas. Fue dominado a su antojo por el joven y ascendente estrella Roy Hilbert, algo que el Jugador Defensivo del Año 2012-2013 achaca a la lesión en el cuello y la gripe que lo afectó en el último mes del calendario regular.

"Traté de dar todo lo que tenía al equipo", dijo un resignado Chandler en las instalaciones de los Knicks. "Le di el cien por ciento, le di todo lo que tenía", señaló el pívot de 30 años.

Pero ese cien por ciento que les ofreció a los Knicks no fue suficiente para detener a Hilbert, y mucho menos para imporner su presencia debajo de los tableros en los momentos más apremiantes para su equipo. Es cierto que se vio fuera de ritmo por el tiempo perdido, pero para eso el equipo lo firmó como agente libre antes de la temporada pasada; para imponerse y ser el catalizador en la defensa.

Hilbert, de 7'2", superó a Chandler en todos los aspectos: Promedio de 13.3 puntos, 10.3 rebotes y 3.2 bloqueos en los seis cotejos, comparado con los 6.2 puntos, 6.0 rebotes y 1.7 bloqueos por juego del centro del conjunto neoyorquino.

"No estuve donde quería estar. Hubiera deseado tener al menos dos partidos antes de que los playoffs comenzaran. Siento como que nunca entre en ritmo", dijo.

Fue tan pobre su actuación, que en los dos últimos encuentros de la serie ante Indiana apenas pudo anotar cuatro puntos cuando los Knicks tenían la soga al cuello enfrentando la eliminación. Por eso se siente algo culpable.

"No he podido dormir en los últimos dos días, en las últimas dos noches", expresó.

Pero si lo de Chandler es para rascarse la cabeza, lo de Kidd es para llorar.

El veterano armador de 40 años desapareció totalmente en todo la postemporada, incluyendo la serie ante Boston Celtics. Incluso, en los últimos diez juegos no anotó un sólo punto y ante los Pacers apenas repartió cinco asistencias en cinco juegos que vio acción.

"Decepcionado. Es todo lo que puedo decir ahora", dijo Kidd. "No estuvimos a la altura".

Sobre su futuro sólo el propio jugador lo sabe según la opinión general del camerino neoyorquino.

"No sé en dónde está su mente ahora mismo. Creo que él se dará algún tiempo para pensar en su fururo. Creo que en estos momentos todo es emocional", dijo Chandler sobre su compañero, con quien ganó la corona de la liga con Dallas Mavericks hace dos campañas.

En lo que eso sucede, tanto el dirigente Mike Woodson como el gerente general Glenn Grunwald le abrieron las puertas para que regrese y eso esperan que haga.

"El fue parte de nuesto éxito y esperamos que regrese con nosotros en la próxima temporada", dijo Grunwald, que además tendrá la tarea de buscarle un anotador efectivo que acompañe a Carmelo Anthony en el ataque.

J.R Smith es una buena opción, pero como es agente libre y por la clase de temporada que tuvo es seguro que pedirán un sustancial aumento de salario, y no se sabe si regresa. Al menos su hermano menor, Chris Smith, quien fue invitado por los Knicks al pasado campemento de verano de los Knicks, dio un indicio que J.R. podría continuar en Nueva York luego de poner un tweed diciendo que "volvía con su hermano mayor. Será una bendición ponerme mi uniforme de los Knicks"

Mientras que Amar'e Stoudemire tendrá ahora todo el tiempo del mundo para terminar de sanar sus rodillas y llegar con más fuerzas para recuperar su sitial dentro del sistema de Woodson.

De igual forma, Woodson y Grunwald deberán reforzar la ayuda para Chandler, ya que es casi un hecho que ni los veteranos Rasheed Wallace (retirado) ni Kurt Thomas regresan, por lo que tendrán que indagar en el reclutamiento universitario o la agencia libre.

Lo cierto es que los Knicks dieron un paso gigante en esta campaña, pero deberán hacer mucho más si es que quieren enfrentarse al Miami Heat en una potencial final de conferencia, como era la meta hace dos semanas.

BROOKLYN --Se dice que el tiempo siempre da la razón en las decisiones que toman las personas. Y tal parece que el gerente general de los Brooklyn Nets, Billy King, la tuvo al no dejar ir a su centro Brook López.

El pivot estuvo cerca de salir del equipo por el fallido cambio por Dwight Howard, pero King decidió dejar a un lado el circo que podría representar Howard y le dio un contrato a largo plazo a López, y hasta el momento la jugada ha sido acertada.

Tan acertada que López evitó este lunes que el equipo neoyorquino fuera eliminado de la primera ronda de los playoffs y en su casa. El centro fue sólido en toda la faceta del juego y con sus 28 puntos, 10 rebotes y 4 asisstencias ayudó a que los Nets superaran 110-91 a los Chicago Bulls.

El hombre grande se calzó los zapatos de líder cuando los Nets más lo necesitaban y cumplió, y lo ha venido haciendo en toda la serie ante los Bulls, algo que Howard no pudo hacer con Los Angeles Lakers, quienes fueron barridos por los San Antonio Spurs.

Brook ha sido el anotador más consistente de la tropa que dirige P.J. Carlesimo en estos primeros cinco encuentros, promediando 20 o más puntos por encuentro. En total lleva 118 tantos en 189 minutos de acción.

Los Nets se pusieron ellos mismos contra la pared el sábado pasado en el cuarto cotejo cuando desperdiciaron una ventaja de 14 puntos con 2:53 por jugar del tiempo reglamentario, cuando Nate Robinson anotó 12 puntos consecutivos, y ligó 23 de sus 34 unidaes en el último cuarto.

La actuación de López, que culminó con un doble-doble, demuestra que el hombre está para cosas grandes como él y que no se achica.

"Cómo se puede decir que él no es uno de los dos mejores centros de la liga", se preguntó su compañero Reggie Evans tras la victoria. "No estoy hablando en el Este (conferencia). Estoy hablando de la liga, listo. Cuántos hombres altos pueden bajar y confiar para realizar un disparo, hacer una jugada en el poste bajo", prosiguió Evans.

"La gente no sabe, Brook va a ser uno de los mejores centros antes de que se den cuenta. Así que Brooklyn tiene algo realmente especial para estar agradecidos".

Tan agradecidos de que se haya quedado y que Howard, cuyo futuro con los Lakers está en el limbo, haya ido a la costa oeste.

Howard tuvo una actuación decente en los cuatro juegos que vio acción, anotando 20 o más puntos dos veces -20 en el primero y 25 en el tercero- y en los rebotes superó el doble dígito dos veces -15 en el primero y 11 en el tercer juego-, pero en el partido de eliminación apenas aportó 7 puntos y 8 rebotes en 21 minutos, y lo peor fue que fue expulsado en el momento más importante de la temporada para el conjunto angelino.

Es por eso que King y la fanaticada de los Nets deben estar contentos, independientemente de que ganan o no la serie ante Chicago, de que tienen en López un hombre de equipo que apenas comienza a mostrar en la cancha todo su potencial.

Nueva York.- Desde que regresó de una ausencia de tres partidos el 20 de marzo después de lidiar con problemas de rodilla, Carmelo Anthony ha estado imparable, a tal punto de que es ya líder de anotación de la liga con promedio de 28.4 por partido junto a Kevin Durant. Así mismo como está Carmelo, están los New York Knicks, intratables.

Anthony se ha unido a su compañero J.R. Smith, para formar uno de los combos de puntuación más letales de la NBA, encaminando a los Knicks (50-26) a su primera temporada de 50 victorias desde la campaña 1999-2000, y los tienen a la puerta de conseguir su primer título de la División Atlántico desde el 2004. Eso se puede conseguir este martes cuando el equipo reciba a los débiles Washington Wizards en el Madison Square Garden.

Un triunfo que les daría a los fanáticos de la Gran Manzana un motivo para sonreír después de una temporada de altas y bajas pero que al final los dejará como campeones de su división, y también el final de una década de malos ratos y frustraciones, y renovadas esperanzas de cara a los playoffs, donde Nueva York apenas ha ganado un partido desde 1999.

Eso se debe al juego e ímpetus de Melo y Smith, ambos jugando a nivel de MVP y mejor sexto hombre, respectivamente. Son una combinación a lo Batman y Robin, que tienen como misión ayudar y proteger a Ciudad Gótica.

Los Knicks es actualmente el equipo más caliente de toda la liga. Ni el mismo Miami Heat (60-6) lo está. Llevan 12 victorias al hilo, la última de ella una verdadera demostración ofensiva ante el poderoso Oaklahoma City Thunder (56-21) con marcador de 125-120 en la "arena más famosa del mundo".

Casi nadie, por no decir ninguno, vio venir combinación Anthony-Smith. Se suponía que Melo estaría solo en la ofensiva ante la ausencia de Amar'e Stoudemire y que Smith sería un jugador de reparto. Pero durante la ausencia del jugador estrella del conjunto, Smith se vistió de líder y mantuvo los mantuvo a flote a los Knickerborkers.

"Se está formando así", dijo Smith, de 27, dijo de su asociación con Anthony, de 28 años.

Pero esa asociación ya una vez dio sus frutos varios años atrás cuando él y Carmelo eran las caras de los Denver Nuggets.

"Cuando llegué por primera vez a Denver éramos un dúo anotador", comentó Smith, que ha promediado 20 puntos en ocho de los 12 partidos de la racha de victorias. "Pero aparte de eso, es lo mejor que se ha sentido en la medida que yo salgo de la banca y nos entendemos juntos. Nos alimentamos el uno al otro muy bien".

Durante la racha de los Knicks, Smith con promedio general de 17.2 puntos por partido- ha anotado al menos 30 puntos en cuatro ocasiones, mientras que Anthony lo ha hecho en seis, incluyendo su soberbia actuación de 50 puntos frente al Heat el pasado martes. Y mientras que los Knicks acumulan victorias y buscan mantener a raya a Indiana Pacers (48-29) para el segundo sembrado de la Conferencia Este, Anthony también ha sido testigo del crecimiento de su compañero.

"He estado con él desde que tenía 18 años, 19 años y lo he visto crecer a lo largo de su carrera", dijo Anthony. "En este momento no lo he visto jugar de la manera que está jugando en estos momentos".

Obviamente para los Knicks y el entrenador Mike Woodson, quien desde un principio confió en su talento, es una bendición y se segunda opción más confiable a la hora de realizar su esquema ofensivo.

NUEVA YORK -- Los New York Knicks atraviesan por un gran momento con siete triunfos seguidos y con la oportunidad de extender la racha a ocho si vencen a los Boston Celtics en el Madison Square Garden. De igual forma está su sexto hombre, el alero J.R. Smith.

Y es que de la manera que Smith está jugando sería descabellado decir lo contrario. El jugador "reserva" de la escuadra neoyorquina pasa por su mejor momento como un knickerboquer y en su carrera.

Ante los Celtics irá por su cuarto encuento seguido anotando 30 puntos o más. Su explosión ofensiva estalló el viernes ante los pobres Charlotte Bobcats con un total de 37 puntos, máximo anotador en el triunfo de los Knicks.

A parte de todo eso, el ex alero de los Denver Nuggets está fino de cara al aro, conectando para un 50 por ciento es sus disparos en los ùltimos seis encuentros, promediando 27.5 puntos por juego con un acierto del 56 por ciento desde la línea de tiros libres.

Está caliente, realmente caliente, y él mismo lo admite.

"No había estado de esa manera. La última vez que estuve así fue cuando estaba en la secundaria y era muy fácil", dijo el firme candidato para el premio de mejor sexto hombre de la liga.

Pero Smith no se atribuye para él solo el éxito, sino que lo comparte con sus compañeros.

"Tengo un gran elenco con Melo (Carmelo Anthony) y Ray (Raymond Felton). Tenemos tantas amenazas en el equipo. Es difícil honrrar a cada jugador en cada juego, dependiendo a quién le toque. Ahora es mi turno", expresó.

Smith nunca había promediado más de 15.4 puntos por partido en una de sus rachas anteriores. Además, de por vida tiene un 43 por ciento de promedio de disparos al canasto.

"Estoy haciendo un gran esfuerzo en atacar la canasta, conseguir ir a la línea de tiros libres", indicó. " Afortunadamente, he acertado la mayoría de mis tiros libres y convertido layups. Voy a continuar yendo hacia al aro, eso es seguro, así que la defensa contraria tendrá que averiguar cómo detenerme", replicó.

Esas palabras demuestran su total compromiso con la causa del dirigente Mike Woodson y del conjunto, y más ante las grandes ausencias de jugadores de la talla de Amar'e Stoudemire y del estelar centro Tyson Chandler.

Su aporte ha sido significativo para que los Knicks pasen por la presente buena racha. También para que estén liderando la División Atlántico (45-26) con cuatro juegos de ventaja sobre los Brooklyn Nets (42-31), y estén luchando por el segundo puesto general de la Conferencia Este.

NUEVA YORK -- El primer objetivo ya fue alcanzado por los New York Knicks al asegurar un puesto en los playoffs. El siguiente paso es ganar la División Atlántico por primera vez en casi una década.

Y las buenas noticias se siguen sumando, algo que no le estaba sucediendo muy a menudo al conjunto de la Gran Manzana. El escolta Iman Shumpert está volviendo a su nivel defensivo que le hizo ganar mucha simpatías en el entorno, y la agradable actuación del veterano Kenyon Martin sigue llamando la atención.

Shumpert dio una gran demostración de sus cualidades defensivas en victorias sucesivas el fin de semana de su equipo ante los Toronto Raptos el viernes en Canadá, pero en especial el sábado en Nueva York con una actuación de cuatro robos y ocho puntos encestados. Un paso importante para recobrar el ritmo, lo mismo que su ofensiva, especial desde los tres puntos, donde estuvo de 4-2 ante Toronto.

Para el dirigente Mike Woodson es una buena señal, ya que va a necesitar mucho más de su jugador de segundo año si es que quiere avanzar más allá de la primera ronda de la postemporada. Mientras que para Shumpert será una revancha personal luego de salir peligrosamente lesionado en la rodilla izquierda en el tercer cuarto del primer partido de la ronda inicial de los playoffs ante el Miami Heat en 2012.

"Es la etapa emocionante del año. Me lastimé en mi primer playoffs. Estoy contento de volver a la postemporada", dijo Shumpert.

Por su lado, Martin ha sido providencial para Nueva York ante las ausencias en su momento por lesión de Marcus Camby, Amare Stoudemire y Kurt Thomas, al igual que Tyson Chandler. Su presencia le da al dirigente la opción de ponerlo de centro y delantero de poder, algo que ha hecho bastante bien hasta el momento.

Su liderazgo y juego agresivo debajo de los tableros ha suplido la falta de los lesionados, especial el de Chandler, quien podría regresar este martes ante los Celtics en Boston. En los 11 partidos que ha visto acción su aporte es de 5.3 rebotes y 8.3 puntos en una media de 23.1 minutos por encuentro, y ha sido un factor importante en la actual racha los Knicks de cuatro triunfos seguidos.

Pero su tiempo de juego se verá afectado con la entrada de Chandler. Woodson ya anunció que enviará a Martin a la banca.

"Tyson hace las mismas cosas que hace Kenyon. Ambos son muy similares como jugadores en jugadas de pick-and-roll. Ambos son jugadores de mente defensiva. Ambos pueden bloquear disparos. Ambos finalizan las jugadas cerca del aro. Traer a Kenyon desde la banca, podría convertirse en una doble amenzada y no perdemos mucho espacio", dijo el entrenador sobre su sustituto de emergencia.

Lo cierto es que los Knicks van a necesitar de Martin y Shumpert para los próximos ocho compromisos, los cuales son ante equipos de playoffs, inciando con Boston (36-33) y el día siguiente (miércoles) a los Memphis Grizzlies (47-22).

NUEVA YORK.- Desde antes de iniciar la temporada la NBA siempre hubo duda acerca del rendimiento de los New York Knicks a lo largo de la temporada regular. No se sabía a ciencia cierta cuánto iba a resistir la plantilla repleta de jugadores veteranos y lesionables. El dirigente Mike Woodson sabía que no tenía un equipo atlético y consistente como el Miami Heat, pero salió al ruedo lleno de esperanzas de que sus muchachos resistieran.

Noviembre (11-4) y (9-5) diciembre fueron prometedores, pero desde enero (7-6) y febrero (10-9) el barco se ha ido hundiendo poco a poco, especialmente por la vejez de su caparazón. Elementos que fueron contratados como Rasheed Wallace, 38 años, no pudo aguantar y está fuera tras una cirugía en un pie, lo mismo le ocurrió a Amar'e Stoudemire, 8 años más joven (30), y quien se perderá seis semanas tras una lesión en la rodilla izquierda; Carmelo Anthony, de 28 primaveras y su principal jugador, salió lastimado en el juego ante su ex equipo, los Denver Nuggets, en una rodilla, y en ese mismo encuentro se lesionó en una rodilla el centro Tyson Chandler, 30 años,. En esa lista hay que mencionar al veterano centro Marcus Camby, quien ha visto poca acción por una lesión en un pie.

Tienen un buen récord todavía de 38-24, pero con un desgaste evidente, y con tres de sus principales jugadores lesionados, y dos veteranos como Wallace y Camby fuera, los Knicks tienen pocas opciones para desempeñar el plan ofensivo y defensivo que quiero Woodson en cada partido en la cancha.. Y más ahora que están en una intensa gira por el oeste, donde ya cayeron ante los Golden State Warriors (37-29) y los Nuggets (44-22).

El jueves cayeron por 15 puntos contra los Portland Trail Blazers, un equipo que está en pelea por colarse en los playoffs, el domingo les toca Los Angeles Clippers (45-21), cuartos en la Conferencia Oeste, y el lunes el Utah Jazz, también en plena lucha.

Estos tres reveses ya le costaron a la escuadra neoyorquina el segundo puesto en el Este a manos de los Indiana Pacers (40-24), y también peligra su liderato en la División Atlántico ante los Brooklyn Nets (38-27), quienes están a juego. Y la pregunta que muchos se hacen ¿hasta dónde llegarán los Knicks? La respuesta era prometedora hasta febrero, pero ahora es una muy incierta.

Todavía falta algo más de cinco semanas para la postemporada y la , pero los Knicks no lucen en condiciones de aguantar la presión y la racha de lesiones que los afecta. Pudieran soportar las ausencias de Amar'e, Camby y Rasheed, tal vez la de Chandler, pero parecen no estar preparados para estar sin Melo.

Veremos qué pueden hacer en estos tres compromisos que les resta en la gira. Pero lo que es innegable que sin Anthony es poco lo que puedan hacer.

NUEVA YORK -- Los Brooklyn Nets están teniendo una bonita luna de miel con su fanaticada, especialmente cuando juegan en casa. Desde que P.J. Carlesimo asumió la dirección técnnica del nuevo equipo neoyorquino, las cosas le han salido tan bien que llevan una racha victoriosa de 8 partidos jugando en el Barclays Center, y además empataron la marca de triunfos de la franquicia en un mes de enero, al conseguir la número 11.

Consiguieron la más reciente proeza este lunes ante Orlando Magic con marcador de 97-77, guidados por 20 puntos y 9 asistencias de Deron Williams, para barrerle la serie de cuatro juegos al quinteto de Florida.

Los Nets han tenido un calendario bueno ante equipos de no jerarquía durante este buen accionar. Pero a partir de este miércoles recibirán la visita de dos equipos de peso y contendores en la Conferencia Este, como el Miami Heat y los Chicago Bulls.

El Heat, encabezado por los tres mosqueteros: LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh, irá este miércoles al Barclays Center como el mejor conjunto del Este (28-13). Luego, el viernes, los Bulls (27-17), el tercer mejor equipo en la conferencia, harán lo mismo el viernes.

Esta semana represanta para Carlesimo la más dura, por mucho, con varios equipos de calidad para ser campeones de la liga, en lo que tiene como entrenador de los Nets. En general, Brooklyn tiene marca de 10-18 contra equipos de calidad.

Para algunos jugadores estos compromisos son una gran oportunidad para probarse como contendientes.

"Son buenos juegos para nosotros. Es una buena prueba para nosotros", dijo Williams tras el triunfo ante Orlando.

Los Nets han tenido apenas algunos destellos contra los llamados grandes. Ganaron ante los Angeles Clippers (23 de noviembre, dos veces ante los New York Knicks y una vez ante Oklahoma Thunder (3 de enero). Pero ante Miami y Chicago están de 0-3, respectivamente.

"Victorias son victorias, pero ante estos equipos es bueno saber en qué nivel estamos", continuó diciendo Williams sobre lo que se aveciana.

Luego de estos cotejos ante el Heat y los Bulls, los Nets tomarán unos tres días de descanso para luego recibir la visita de Los Angeles Lakers.

Nueva York.- En el Madison Square Garden todo es buena noticia por estos días.

Aparte de que vencieron este jueves a los Boston Celtics a domicilio 89-86, y que son uno de los equipos más sólidos en la Conferencia Este, también es el más poderoso en el aspecto económico.

La escuadra de la Gran Manzana recibió una noticia que está haciendo frotar las manos del dueño, James Dolan: es la más cara de la NBA.

Según la prestigiosa revista Forbes, los Knicks son el equipo que mejor se cotiza en el mercado, con un valor que sobrepasa los mil millones de dólares, resultando en un aumento de un 41 por ciento con respecto al año pasado.

Esta alza comenzó en febrero pasado cuando surgió el fenómeno del "Linsantiy" de Jeremy Lin, y ha alcanzado su punto máximo con el buen inicio en la temporada regular con marca de 26-14. También ha influenciado el arreglo masivo que se hizo en el Garden para el deleite de los aficionados.

"La renovación creó más oportunidades de patrocinio corporativo, más ganancias en los asientos premium, y esto le ha dado al equipo la oportunidad de incrementar los ingresos por concepto de entradas", dijo en un comunicado el editor senior de Forbers, Kurt Babenhausen, quien contribuyó en el reporte de la importante publicación.

Esta renovación, la cual se espera que sea completada en el verano, ayudó a ingresar a las arcas de Dolan y MSG unos 243 millones de dólares la temporada pasada. De esta forma, los Knicks le arrebataron el título de "equipo más caro" a Los Angeles Lakers, cuyo valor es de mil millones de dólares exactamente.

Otro equipo de la "Ciudad que nunca duerme", los Brooklyn Nets, entró a la lista en el noveno lugar, al estar valorados en $530 millones.

En total, los equipos de la liga de baloncesto más poderosa del mundo aumentaron en un 30 por ciento desde el 2012.

A los Knicks y Lakers los siguen los Chicago Bulls (800 millones), Boston Celtics (730 millones), Dallas Mavericks (685 millones), Miami Heat (625 millones), Houston Rockets (568 millones), Golden State Warriors (555 millones), Brooklyn Nets (530 millones) y los San Antonio Spurs (527 millones).

NUEVA YORK - La hora cero se acerca y los nervios están de puntas tanto para Iman Shumpert como para los New York Knicks. No es para menos. Este jueves, en un territorio que ni siquiera pertenece a Estados Unidos, el escolta sensación de la temporada 2011-2012 hará su tan esperado debut en la presente temporada ante los Detroit Pistons en el 02 Arena de Londres.

Shumpert, fuera de juego desde que se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda el 28 de abril durante la primera ronda de playoff ante el Miami Heat, ha estado practicando a toda capacidad desde la semana pasada para ponerse a tono para tan emotivo momento.

"Al final del día, me aposté en un lado de la cancha por un rato para pensar en todo", dijo Shumpert después de las prácticas de los Knicks el lunes. "Ir a Londres, mi primera oportunidad de jugar baloncesto otra vez. Ha sido un largo camino, así que me siento contento de que lo haya logrado", acotó el jugador experto en las tareas defensivas.

Pero no sólo es Shumpert quien está contento de su regreso. También el entrenador Mike Woodson, quien ha visto como la una vez temida defensa de los Knicks ha bajado de nivel, por lo que tenerlo será como un bálsamo para aliviar ese "pequeño" dolor de cabeza que ya le ha costado varios juegos.

"Obviamente, estoy extremadamente contento. Probablemente le darán escalofríos, estará algo ansioso allá. Pero espero que esté lo mejor preparado y listo para jugar", expresó Woodson, quien planea ponerlo a jugar ante los Pistons en algún momento del partido.

"Si no tiene ningún contratiempo, jugará el jueves, absolutamente", enfatizó el entrenador del conjunto de la Gran Manzana. "Nos va ayudar muchísimo. Ya lo probó la temporada pasada como novato. El trae mucha energía, y su resistencia en el aspecto defensivo", dijo.

Los Knicks han perdido ese toque defensivo del que habla Woodson, permitiendo ahora 96.8, un aumento de tres puntos por juego en relación a los primeros 15 juegos de la campaña. Incluso, ha permitido 100 o más puntos en siete de sus últimos 12 compromisos.

Shumpert, un jugador atlético y de brazos largos que puede evitar, incluso, jugadas de tres puntos, y puede defender en la posición de escolta y de pequeño delantero.

"Sí, siento que puedo ayudar. Soy bastante bueno en jugadas paradas y hacer cosas de la nada, y puedo aplicar presión a los guardias, tanto ofensiva como defensivamente. Así que eso es lo que pienso hacer", comentó Shumpert.

Por otro lado, sobre su tiempo en el tabloncillo, Woodson indicó que lo llevará despacio, por lo que su tiempo de juego será corto.

"Tenemos que llevar las cosas paso a paso con él. Tendrá los minutos restringidos una vez entre a juego y veremos a partir de ahí como marchan las coas. No podemos apresurarlo. Tenemos que tener pendiente que acaba de regresar de una operación de alto riesgo", apostilló.

El partido entre los Knicks, que serán los visitantes, y los Pistons está previsto iniciar a las 3:00 pm, hora del este de Estados Unidos.