La división welter junior le ha dado ilustres nombres y campeones mundiales al boxeo argentino. Y el sábado Jeremías Ponce tendrá la oportunidad de ingresar a esa lista, cuando se mida con el puertorriqueño Subriel Matías, en una velada que transmitirá ESPN KNOCK OUT.
El argentino de Mármol, Buenos Aires, dirigido por Alberto Zacarías, llega a esta instancia invicto en 30 peleas con 20 ganadas antes del límite. Su rival, Subriel Matías, tiene 18 peleas ganadas, todas por nocaut, y una derrota. Estará en juego la corona de la división de las 140 libras (63,500 Kg) dejada vacante por Josh Taylor para la Federación Internacional de Boxeo.
La velada se efectuará en The Armory, en Minneapolis, y contará como atracción especial a otro argentino, Alberto “Beto” Palmetta (18-1, 13 KO) ante el local Jamal “Shango” James, que tiene una campaña de 27-2-1 con 12 nocauts.
Con los relatos de Renato Bermúdez y los comentarios de Salvador “Chava” Rodríguez, más la Tarjeta de Hierro de Fernando Barbosa, ESPN KNOCK OUT está preparando, además, una previa con la presencia de importantes figuras invitadas, para palpitar la noche, que se presenta cargada de expectativas.
La historia de la división le ha dado a la Argentina campeones mundiales que dejaron su huella.
Nicolino Locche, “El Intocable”, ofreció una extraordinaria exhibición de boxeo frente a Paul Fuji en 1968, en Tokio. Una paliza que terminó cuando el entonces campeón, totalmente lastimado, decidió no seguir peleando. Dueño de un estilo defensivo fuera de lo común, esa noche Nicolino agregó una cuota de agresividad en los contragolpes que fueron demasiado para Fuji. Locche –un ídolo indiscutido, especialmente para el público del Luna Park- defendió 5 veces con éxito su corona WBA hasta que la perdió en 1972 ante Alfonso “Peppermint” Frazer en Panamá. Un intento ante el gran Kid Pambelé –a quien Nicolino había vencido anteriormente en el Luna Park- le significó una dura derrota por abandono. Se retiró con 117 ganadas (14 nocauts), 4 derrotas y 14 empates.
Ubaldo “Uby” Sacco también logró ser campeón mundial welter junior WBA pero tuvo un reinado efímero. Excelente boxeador, pero de tormentosa vida privada, Uby venció en su segundo intento a Gene Hatcher, para perder en su primera defensa, todo entre 1985 y 1986, con Patrizio Oliva. Su falta de apego al gimnasio fue, sin dudas, su peor enemigo, ya que tenía clase y estilo, pero no lograba un rendimiento acorde. Quedó con 47 victorias, 4 derrotas, un empate y 23 nocauts a favor.
Juan Martín Coggi, pupilo de don Santos Zacarías, logró tres veces la corona WBA y fue distinguido por esa entidad con un cinturón de diamantes. Primero logró un nocaut “Monzoneano” en Italia frente a Patrizio Oliva (1987) y reinó hasta 1990. Recuperó la corona ante Morris East (1993-1994) y logró un tercero reinado ante Frankie Randall. Zurdo, inteligente, de durísima pegada, realizó diez defensas exitosas en total y se retiró con una marca de 75-5-2 (44 antes del límite). Su técnico, Santos Zacarías, también llevó al campeonato del mundo a Sergio Victor Palma. Ahora su hijo, Alberto Zacarías, este sábado junto a Jeremías Ponce, intentará un campeonato mundial.
Marcos “Chino” Maidana fue dos veces campeón interino de la división. En junio de 2009 le ganó por nocaut técnico a Víctor Ortiz la corona vacante en una dramática pelea en la que ambos anduvieron por el suelo, y fue consagrada la pelea del año. Luego, logró la misma distinción WBA tras imponerse por puntos, en un duelo lleno de emoción, al mexicano Erik Morales en septiembre de 2011. La WBA lo declaró campeón y luego pasó a la división superior en donde también logró la corona mundial. Maidana –uno de los más explosivos y tremendos pegadores de los últimos años- se retiró con 35-5, 31 nocauts.
César Cuenca reinó para la FIB en forma efímera, tras ganarle en Macao a Ik Yang, de China, para perder con Eduard Troyanovski, ambos encuentros en 2015. El chaqueño de Tres Isletas se retiró con 48 peleas ganadas y 4 derrotas, con solamente 2 nocauts. Su estilo, inteligente y de gran movilidad, careció siempre de la pegada que atrae a las multitudes.
El púgil argentino habló con ESPN Knockout en la previa a la pelea por el título mundial superligero de la FIB.
Ahora será la oportunidad para Jeremías Ponce ante un pegador de alto poderío como Subriel Matías. “Sé que es un rival muy difícil, porque pega muy duro, pero vamos a ver qué sucede si le ponemos presión y le ganamos el anticipo. Como siempre, estoy muy bien entrenado y espero la noche del 25 con gran alegría, porque habrá terminado una larga espera”, dice Ponce. “Se hizo todo bien, estoy anímicamente listo para pelear, como ya me pasó en Alemania, Italia o Inglaterra. Tengo experiencia y por más que Matías sea un pegador, vamos a ver qué pasa cuando suene la campana, ahí está la verdad”, afirma.
Y tiene razón, porque la hora de la verdad empieza junto con el primer asalto. Y será para no perdérselo por ESPN KNOCK OUT a través de ESPN desde las 23 –hora de la Argentina- y por STAR+.