Agustín Rodríguez nació en Madrid el 30 de julio de 1982. Puede pasear tranquilo por donde quiera ir siempre y cuando lo llamen por su nombre, puesto que es, para todos, simplemente “Tinín”.
Y charlar con “Tinín” es pasear por varios universos, porque es el entrenador de Sergio “Maravilla” Martínez, pero además, lo es tanto de youtubers y streamers como de artistas del espectáculo. Y también es comentarista de boxeo en las transmisiones de DAZN para España –donde vive-, sin contar que fue boxeador amateur y que ha dado clínicas por todo el mundo sobre técnicas de vendaje a pugilistas.
Y se lo puede encontrar en el Detroit Boxing Academy del barrio Vallecano en Madrid, como también en YouTube.
-¿Por dónde empezamos?
-Vamos, que podría ser por mi época de boxeador, porque practiqué entre los 17 y 21 años. Hice pocos combates, porque la actividad no era mucha en España, tanto que finalmente hasta decidí no anotarme en el campeonato español, cuando tenía muchas posibilidades de consagrarme. Anduve también haciendo de promotor unos cuantos años también.
Y estuve entrenando a Angel Moreno, quien cuando comenzó conmigo tenía unas pocas peleas de amateur. Así, desde cero como profesional, debutó a los 26 años y 24 meses después lo llevé al campeonato español en su quinta pelea. Y también lo fue de Europa y llegó a pelear por el campeonato mundial mosca del Consejo frente a Charlie Edwards en 2019, perdiendo por puntos.
O a Jon Fernández, campeón español superpluma y Silver del Consejo. O al campeón europeo de los plumas, Carlos Ramos, como a Brandon Moreno o Daniel Pérez Salido. Y, claro, a “Kiko” Martínez, con quien trabajamos juntos incluyendo su pelea de campeonato mundial con Josh Warrington y se consagró campeón mundial. Fue, aquella, una de mis más grandes noches como hombre de gimnasio y de rincón, porque pocos creían en “Kiko” y él ahí demostró de todo lo que era capaz… Luego por esas cosas de la vida nos separamos.
Y hoy estoy junto a Sergio (por “Maravilla” Martínez, con quien también estuvo en marzo, en la velada del Luna Park de Buenos Aires que transmitió ESPN KNOCK OUT).
-¿Hace mucho de esto?
-Mira… déjame buscar en mi celular y te digo… Fue el 27 de abril de 2018. Él entonces andaba por los cien kilos y eso de volver a boxear era como una quimera, aunque con Sergio se sabe que no hay quimera que valga, vamos. Él pensaba hacer una segunda pelea con Julito Chávez, pelea que nunca llegó; de eso se dio cuenta como a los cuatro meses de estar trabajando y bueno, empezamos a buscar rivales accesibles, a probarnos y aquí estamos. Y te digo que con él somos algo más que compañeros de trabajo, somos amigos: me conoce él más a mí que yo a él. Cuando hay que reírse lo hacemos y cuando hay que trabajar en serio, también.
-¿Y hoy, aquí y ahora, cómo ven al boxeo con Sergio?
-Él está muy ilusionado con lograr una pelea de campeonato mundial, aun sabiendo que lentamente se acerca el final del túnel. Es muy consciente de eso; lo somos, en realidad. Pero también es cierto que es un hombre muy tenaz, que no se entregó nunca y seguirá trabajando y peleando como lo que es, un profesional en serio.
-Su victoria en el Luna Park, que transmitimos por ESPN KNOCK OUT, terminó empañada.
-Sí, es cierto porque el colombiano John Teherán dijo y se desdijo de cosas que finalmente ensucian a todo el mundo, inútilmente por cierto. Pero Sergio piensa –y yo también- que no vale la pena detenerse en ello y que hay que seguir para adelante a como dé lugar.
“Tinín” ha organizado combates entre youtubers. Y cuando se midieron dos mujeres de alta exposición mediática como la streamer española Paracetamor –entrenada justamente por él- y Arigame Plays, que es otra youtuber, lograron un record de audiencia que llegó a superar el choque entre Katie Taylor y Amanda Serrano.
Esa velada fue organizada por Ibai Llanos, uno de los más fuertes influencers en el mundo. Fue la gran pelea de la noche, se pudo ver a través de twitch desde el Palacio Olímpico de Badalona, cercano a Barcelona y marcó una cifra record de 3 millones de espectadores en junio de 2022. Ganó la mexicana Ari, en la mejor pelea de toda la función.
Y no es todo, puesto que además entrena a “Torete” Christian Vidal, que va a enfrentarse con un artista como Omar Montes, a quien también entrena...
"Pero yo voy a estar con Christian, esto es así. Cuando los clásicos del boxeo critican a los youtubers por boxear, yo digo que aunque algunos me hayan devaluado como entrenador, no es fácil hacer a un boxeador en dos meses, partiendo de cero. Y, por cierto, si ellos quieren boxear… ¿Por qué negárselo? ¿Por ser influencers solamente? Al contrario. Da lo mismo que quisiera ser boxeador un albañil o un abogado, pues todos tenemos derecho si cumplimos con las formas. Ellos atraen a un público no habitual o directamente ajeno al boxeo. Esto no es bajar sino subir la apuesta, porque generan grandes audiencias de las cuales son muchos y muchas las que terminarán siguiendo al boxeo, actividad que antes quizás casi hasta ignoraban. Los chavales ven a sus ídolos boxeando y de pronto, quieren saber más y más y terminan siendo aficionados y descubriendo a figuras del boxeo que desconocían.
-En Argentina muchos jovencitos y jovencitas descubrieron que existía Carlos Gardel cuando Luis Miguel cantó “El Dia que me quieras”
-Pues bien, a mí también me pasó, es un buen ejemplo.
-También entrenas a Fernando Torres, del atlético Madrid, y su área de trabajo incluye Andorra.
-No solo eso, porque además diseño una línea de guantes de boxeo (“Tape & wrap”) y he dado muchos cursos de vendaje para el Consejo Mundial; lo hice en Cancún, Miami, Ucrania y unos cuantos lugares más.
-¿Es un arte que se va perdiendo?
-No, creo que se va recuperando en realidad. Cuando uno va a visitar el Hall de la Fama de Canastota y ve los antiguos vendajes de un campeón como Rocky Marciano, se nota el progreso de hoy. Se ajustan más los puntos de presión, el almohadillado, la protección adecuada. Mira: cuando me tocó vendar a Sergio (Martínez, se entiende) por primera vez, le hice dos vendajes: uno adaptado a cada mano y lo primero que hizo fue comenzar a tirar golpes, a hacer shadow Boxing. “Esto es increíble”, me dijo y de hecho, me adoptó, porque sintió que ahora sus manos estaban mejor y más firmes que nunca.
Le preguntamos si algo parecido sucedió en el rincón. Este periodista compartió todo el proceso previo a subir al ring para su pelea ante Noah Kidd (ganó KOT 2). Ocurrió durante la Convención de la WBA en Orlando, el 11 de diciembre pasado y se notó enseguida la alquimia que hay entre los dos, a pesar de la larga espera.
“En el rincón es igual, porque es el emergente del trabajo de gimnasio. No hace falta hablar mucho y menos gritar. Tú le miras a los ojos a tu boxeador, le preguntas cómo se siente, que ha notado del rival, lo llevas a respirar bien y todo va fluyendo. Eso sí, si has hecho un buen trajo de gimnasio y si sabes que si el rival hace cosas que no esperabas, puedes romper su planteamiento. Sergio es un boxeador muy versátil, sabe leer la pelea, conoce muy bien el valor de un amago. Yo aprendí muchísimo viendo a Sergio con sus largos brazos bien utilizados, aun cuando muchas veces los baja: sabe muy bien lo que quiere y sabe muy bien sacar de la comodidad a su rival”.
Esa noche de Orlando, calentaron ensayando combinaciones de golpes con manoplas. “En ese momento faltaba poco para la pelea, se entiende. Pero es un tema muy interesante. Aprendí mucho viendo el trabajo de Freddy Roach, la utiliza para pasarle los crochets al rival y corregir la forma de tirar contragolpes. Así como creo que Roger Mayweather era tremendo con la manopla dinámica. Muchos critican tantos lanzamientos de golpes a gran velocidad, con poco recorrido, pero justamente, esa coreografía se incorpora al boxeador: es como cuando uno tira al aire un gato y el animal cae siempre de pie. Le sale normalmente, ¿has visto? Pues bien, eso solamente lo logran los grandes boxeadores. Marcos Maidana le hizo una gran pelea a Floyd porque le lanzó tremendos golpes desde lugares imposibles, o sea: impredecibles, de esos que no están en los libros. Ese cruzado de derecha de Maidana le creó tremendos problemas a Adrien Broner primero y a Floyd después. Y al revés: fíjate tú que un boxeador lento como José Luis Castillo lo puso en problemas a Floyd justamente porque en esa aparente lentitud lanzaba golpes impredecibles, que llegaron a confundirlo en la primera pelea. En una palabra, los grandes boxeadores hacen ver fácil situaciones que son en realidad difíciles para cualquiera. El chino (Zhilei) Zang ante (Joe) Joyce: aun pareciendo lento, esa característica lo convirtió en una pesadilla para el inglés, le conectó la zurda en directo cada vez que la lanzó”.
-Y cuál sería para ti el boxeador que, hoy, puede ser sinónimo del boxeo moderno?
-Gervonta (Davis) porque es agresivo como Tyson, excelente como Floyd, encima es zurdo e inteligente y tiene una pegada tremenda. Creo que el peor enemigo de Gervonta es él mismo, si no entrena a fondo como debe. Hay que fijarse muy bien en la victoria que logró frente a Ryan García, por que demostró el estado de concentración y de flujo que logró a partir del sexto asalto. Es el peor oponente con el que pueda encontrarse hoy un boxeador. Es un hito. Uno de esos boxeadores que nace cada varios años. Logra manejar el nivel de stress y de distancia los 12 asaltos y tiene una reacción y una fuerza que se mantienen siempre con tremendos resultados. Hace mucho tiempo que no aparece uno igual, y ya ves como definió la pelea con Ryan García. Eso es boxeo y talento.
-O sea que…
-Uno de los secretos del boxeo, me parece, es saber romper el ritmo del otro, amagando como si estuvieras peleando con el rival real y el otro, inexistente, que vas previendo sus movimientos, ambos al mismo tiempo. Tipos como Bivol, el Canelo, Hamed o Chávez padre y por supuesto Maravilla, lo han hecho muy bien, han sabido profundizar su timming, acompañar los golpes y estar siempre en movimiento. Es una característica del boxeo mexicano que, cando los ves en un gimnasio, llegas a pensar que son lentos. Mentira, no lo son cuando pelean…
-Te apasiona hablar del boxeo.
-Es eso, una pasión. Y hoy por hoy, gracias a esa pasión, vivo a fondo y hago todo lo que me gusta. Y encima, como un gran regalo, como lo es estar junto a Sergio, un tipo con el que da gusto trabajar y conversar y aprender, porque es de los que escuchan primero y hablan después. Por eso, sea cual sea el camino que siga Sergio, estaré junto a él. Un ejemplo de profesional, pero ante todo un ejemplo de persona. Palabra.