“Los jurados nacieron para fallar”, decía irónicamente un veterano técnico argentino. Es cierto: no siempre se puede coincidir con ellos, en un deporte de apreciación.
Pero también es cierto que a veces, la “apreciación” siempre beneficia al que hay que beneficiar.
La argentina Leonela Yúdica hizo lo suficiente como para ganar. Estaban en juego las coronas WBC y WBA de las 105 libras, en poder de Siniesa Estrada, que ahora suma 25 (9)-0-0.
Sin embargo, Max DeLuca, Steve Weisfeld y Chris Migliore votaron exactamente igual, un 97-93 que no convenció a nadie.
En la excelente transmisión de ESPN KNOCK OUT, en la que participó un elenco totalmente femenino con Mariale Espinoza, Ivette Hernández, Chris Namús y Cecilia Comunales, quedó reflejado el desarrollo de esta pelea.
Yúdica, que ahora suma 19 victorias (1 KO) con 2 derrotas y 3 empates, se quedó con las manos vacías. No es esta la primera vez que ocurre cuando el resulta se acopla a los intereses futuros. En este caso, Estrada –ligada a Top Rank- está esperando una pelea unificatoria con Yokasta Valle, titular IBF y WBO.
No olvidar que el 8 de julio en San Antonio, Texas, otra argentina, María Celeste Alaniz también fue vencida en una conflictiva decisión mayoritaria ante Marlen Esparza. La Chucky hizo lo suficiente para ganar, pero se quedó sin su corona mosca WBO con un fallo que cuesta entender, porque mientras Lisa Giampa dio empate en 95 puntos, Javier Alvarez le dio a Esparza ¡99-91! Y Esther López, por lo menos más discreta, votó un 97-93, cuando para la mayoría, había ganado la argentina. De todas maneras por lo menos en este caso, Francisco Paco Valcárcel, presidente de WBO, solicitó a su Comité de Campeonatos Mundiales a proceder en el pedido de una revancha inmediata para Alaniz.
Terminar hablando y discutiendo el fallo por sobre el desarrollo de la pelea ya es casi una materia de semana a semana. Los organismos, y sobre todo en los Estados Unidos, no pueden designar a sus autoridades, ya que son siempre locales. Y ya que esto parece casi un imposible, deberían por lo menos, asumir seriamente el tema de revisar los fallos y, en casos justificables como éste, ponerse de acuerdo para una segunda edición. ¿Es tan fácil? Seguramente no, por todos los intereses que hay en juego.
Mientras tanto, Leonela y Celeste, regresaron con las manos vacías…