<
>

Mejor boxeador hispano 2016: Román 'Chocolatito' González

Chocolatito González exponía el cetro de las 112 libras por tercera ocasión en la cadena HBO Ken Ishii/Getty Images

Elegir al mejor boxeador hispano del 2016, esta vez, fue más fácil de lo imaginado. Bastaría con tomar en cuenta su primer lugar en el ranking de los mejores Libra por Libra para señalar a Román ‘Chocolatito’ González como la máxima figura, pero hay otros argumentos.

Este año, el nicaragüense mantuvo el nivel de su desempeño, aumentó el riesgo de sus desafíos y por varias razones, ningún otro hispano logro igualar tantos merecimientos.

Y es necesaria una explicación amplificada, pero empecemos nuestra argumentación con aquello que rompe los ojos: por segundo año consecutivo ‘Chocolatito’ González termina en el lugar más alto entre los mejores Libra por Libra.

Una lista donde supera a propios y extraños, una lista donde apenas los hispanos que le acompañan, y en caída, son Saúl “Canelo” Álvarez y Guillermo Rigondeaux.

Si el hecho de reunir el consenso general para ocupar el lugar que ocupa es un factor inevitable para elegirlo como el mejor, aún lo es más por su doble procedencia inédita: una escuela de boxeo como la nicaragüense que no es de las más tradicionales y una división como los moscas y súper moscas, de las llamadas pequeñas.

‘Chocolatito’ está rompiendo con los estereotipos tradicionales y esa imagen pionera merece el reconocimiento. Pero si el Libra por Libra y la procedencia inédita ya son un vasto argumento, el desempeño del nicaragüense consagra lo justo de su elección.

En el 2016 ‘Chocolatito’ afrontó dos peleas exigentes y donde tuvo que esforzarse al límite para llevarse las victorias. McWilliams Arroyo y Carlos Cuadras fueron dos rivales a su altura, exigentes y que obligaron no solo a un esfuerzo mayor a González, también le crearon la necesidad de solventar dificultades nacidas de una oposición diferente en el caso del boricua y muy dura en el caso del mexicano.

El llegar a los súper moscas y hacerlo ante un rival invicto con la calidad de Cuadras, habló muy bien sobre la actitud de Chocolatito. No especula sobre el peligro de sus oponentes, enfrenta al mejor para demostrar y demostrarse que es el mejor.

Y si bien la pelea que sostuvo con Cuadras estuvo en peligro de no ocurrir y la revancha pactada para el 2017 también corre riesgo de no ocurrir, hay un factor justo y respetado en los reclamos del nicaragüense: cobrar lo que merece como campeón y como mejor entre los mejores.

En el caso de ‘Chocolatito’, el reclamo por su bolsa no es un argumento para evitar peleas. En su caso es un reclamo para que se pague lo que merecen esas grandes peleas. Valoriza su posición y con ello valoriza la posición de otros grandes campeones (de ayer, de hoy y de mañana) pertenecientes a los pesos pequeños y que jamás fueron valorados en su justa medida.

Por último, a esos argumentos agreguemos las inevitables comparaciones. Ni Saúl ‘Canelo’ Álvarez ni Guillermo Rigondeaux -que son parte del LxL- tuvieron u año de ensueño. El mexicano, pese a sus dos victorias y los mejores números de PPV en el 2016, dejará para la historia del boxeo una mancha difícil de borrar: su renuncia al título mediano para evitar una pelea.

En el caso del cubano, vivió otro año para el olvido con una sola pelea, en Gran Bretaña, y ante un rival de segunda categoría (James Dickens). A Rigondeaux le faltaron rivales, algo que no es novedad, y ello conspiró contra su imagen. Tal vez, Oscar Valdez, el mexicano campeón mundial pluma y con tres victorias por TKO, haya sido la única figura que pueda ser valorado de manera totalmente positiva en el 2016 y su desempeño perfectamente equiparado al de ‘Chocolatito’.

Nadie dude que si no fue en el 2016, de mantener su ascenso, Valdez llegará a los primeros planos en el 2017. Por lo pronto, en el podio hay lugar para uno solo y el legítimo mejor boxeador hispano del 2016 es Román ‘Chocolatito’ González.