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Mia St. John defiende a Canelo, "apagando fuego con gasolina"

La retirada ex campeona mundial de boxeo femenino, Mia St. John, regresó a la luz pública para, supuestamente, defender al mexicano Saúl “Canelo” Álvarez de las acusaciones que viene recibiendo de parte de Gennady Golovkin y formuló polémicas declaraciones sobre el uso masivo de sustancias prohibidas en el boxeo.

La ex pugilista de 51 años asumió el uso de sustancias durante su carrera y formuló una explosiva denuncia hacia toda la elite del boxeo profesional, en una acusación que seguramente habrá de generar un sin número de repercusiones.

De acuerdo con la entrevista firmada por Lance Pugmire en Los Ángeles Times, la más reciente crítica de GGG, cuando dijo que "Canelo es el boxeador más sucio que ha enfrentado", la motivó a St. John para salir en su defensa y tuiteó: "Lo que sea. Todos lo hacen y todos en el boxeo lo saben", al admitir que ella misma utilizó sustancias que mejoran el rendimiento durante su propia carrera.

El mensaje en Twitter disparó una controversia a la que se sumaron boxeadores activos como el británico Tony Bellew, quién le aclaró a St. John que “no todos lo hacen, algunos de nosotros, ex campeones mundiales, realmente creemos que lo correcto es entrenar duro y realizar peleas honestas. Es triste y preocupante que las personas que toman PED realmente piensen como tú ".

En su conversación telefónica con el Los Angeles Times, Mia St. John, reconoció que “no está bien hacerlo (utilizar sustancias prohibidas), pero estoy tratando de decir que es un círculo vicioso en el que todos nos vemos atrapados”, aseguró. La ex campeona que tuvo una larga carrera en el pugilismo femenino de 1997 a 2016, reconoció que utilizó esteroides como Winstrol, Deca Durabolin y Anavar, junto con agentes de enmascaramiento prohibidos y sustancias para bajar de peso, en su preparación para unas 20 peleas durante su carrera.

En su confesión, reconoció que usó esteroides para maximizar la velocidad y el tiempo de recuperación.

En la entrevista, además, se reconoció fanática de “Canelo” Álvarez, sin embargo dijo “sentir odio de que existan luchadores que derroten a otros luchadores por algo que todos sabemos que está desenfrenado en el boxeo". Aceptó que nunca dio positivo en los exámenes a los que fue sometida y nunca se lo contó a nadie, pero hoy jubilada a los 51 años entendió que estaba bien hacerlo.

St. John asimismo acepta que no todos los pugilistas recurren al uso de esteroides, pero no duda en afirmar que vio a muchos hacerlo, afirmó que es un problema serio que el deporte debe abordarlo y asumió que no le importa realizar esa denuncia en este momento.

Lo más impresionante de su testimonio, sin duda, fue la referencia a la capacidad para eludir los controles.

"Hay muchos métodos para evitarlo. Solo porque no te pillaron no significa que no lo estés haciendo. Solo significaba que no te atraparon. Hice todo lo que pude para enmascararlo (enmascarar drogas, catéteres con orina de otras personas) y luego el resto depende de la suerte”, dice la entrevista de LA Times.

Sin duda, esas confesiones de Mia St. John han tenido y tendrán consecuencias. Hasta donde llegarán esas repercusiones, es difícil aún estimarlo. Sin embargo, tomando en cuenta el momento y el contexto en el cual las mismas fueron realizadas, es necesario preguntarse: ¿Por qué las hizo? ¿Por qué decidió confesar su pecado en este preciso momento? ¿Qué buscó o que no buscó al realizarlas?

“CON ADMIRADORES ASÍ, PARA QUE MOLESTARME CON LOS DETRACTORES”

Esa reflexión imaginaria del subtítulo, seguramente, es la que se habrá realizado Saúl “Canelo” Álvarez luego de conocer la declaración de su fanática Mia St. John. ¿Lo quiso defender porque lo admira o pretendió acusarlo de efectivamente de ser parte de ese grupo de boxeadores que utilizan sustancias prohibidas?

La entrevista en ese aspecto es confusa y plantea enormes dudas, especialmente por el momento en que fue realizada: horas antes que terminara la suspensión de la Comisión Atlética de Nevada al boxeador tapatío por los dos positivos de clembuterol detectados en febrero y en cuya defensa alegó que preocedian del consumo involuntario de carne contaminada en México.

No se sabe bajo que influencia (admiración o crítica) fue decidida esa revelación. No obstante, queda claro en el texto que St. John no le teme al escenario controversial, ni la intimida el escándalo y asume todo lo que pueda llegar como consecuencia de su confesión.

De acuerdo con la nota, “St. John dijo que planea asistir a la revancha entre Golovkin y Álvarez y que está preparada para defender su postura si es confrontada por alguien en persona o en las redes sociales”.

¿Búsqueda de protagonismo, quizás? Todo puede ser, pero de ser así, la ex campeona mundial terminó favoreciendo a Gennady Golovkin al dimensionar las acusaciones contra Canelo y sumar condimentos al tema más urticante en la preparación del mexicano, “el posible uso de sustancias prohibidas en su pelea anterior”, tal como lo ha insinuado su rival del próximo 15 de septiembre.

La polémica se mantendrá y de acuerdo con el resultado del combate entre Golovkin y Álvarez, hasta podría aumentar luego del mismo.

El testimonio de Mia St. John, en este caso, no será "gaviota de verano", por el contrario, será un elemento de mucho peso en la discusión, en las especulaciones sociales, alimentará la controversia y crea el escenario perfecto para que las sospechas pasen a otro plano, más serio y riesgoso para los atletas: el de la justicia.

¿No habrá que esperar que una acusación de ese tamaño, amerite la citación de St. John por parte de la justicia? Como sea, las repercusiones de esa acusación van hacia un laberinto impredecible de consecuencias. Puede quedar en nada, pero puede dispararse un largo culebrón potenciado por el alto perfil de la Golovkin-Canelo2.

Más allá de todo aquello que pueda o no pueda ocurrir, al final del día hay una consecuencia inmediata que podría beneficiar al boxeo y sobre lo cual Mia St. John tiene mucha razón, “este tema tiene que ser abordado”.

La simple posibilidad que un deporte como el boxeo, divida las posibilidades de victoria entre quienes utilizan métodos prohibidos para mejorar su rendimiento y quienes no lo hacen, hace impostergable discutir el tema, castigar culpables y trabajar por la honestidad de la competencia.

Un tema recurrente y que en ESPN Digital ya lo abordamos en el Episodio Uno, "Dopaje genético coloca al boxeo profesional bajo sospecha" y el Episodio Dos , "Etica y vacío legal en el dopaje genético", de nuestra serie La Cara Oculta del Boxeo.

Las denuncias de Mia St. John no son nuevas y si ayudan a resolver una situación como esa, bienvenidas sean. Aunque, no creemos que para “Canelo” Álvarez las confesiones de su admiradora sean también bienvenidas ni tampoco oportunas.