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Roy Jones Junior, el otro protagonista

Todas –o casi todas- las miradas están depositadas en Mike Tyson y su regreso al boxeo luego de quince años. Será el sábado próximo en el Staples Center de Los Angeles. El que fuera considerado “El Hombre más malo del Planeta” constituye, en sí mismo, una atracción que genera al mismo tiempo adhesiones y rechazos.

Pero si para bailar un tango hacen falta dos, en boxeo también. Y enfrente estará una de las grandes figuras del boxeo de los últimos años, predominante en los 90: Roy Jones Junior, el talentoso boxeador que hoy, a los 51 años, subirá al ring para medirse con Tyson. Será una exhibición a 8 rounds en la que no habrá ganador. Utilizarán guantes de 12 onzas, no se pondrán protectores cabezales y si alguno resulta herido, el encuentro se detendrá sin decisión alguna. “No se olviden, esto es una exhibición”, afirman los organizadores. Aunque con Mike Tyson en el ring, nada es seguro.

Roy Jones que suma 66 peleas ganadas con 47 nocauts, ocupó los titulares de todo el mundo cuando en los Juegos Olímpicos de Seúl, 1988, fue despojado de una clara victoria ante Park Si-Hun, de Corea, por 3 votos a 2, cuando se celebraba la pelea final por la medalla dorada en los 71 kilos. Los rumores –y afirmaciones- de que habían sobornado a los jurados nunca se comprobaron oficialmente, aunque fue un secreto a voces. Un oficial de ring argentino, Osvaldo Bisbal –con el tiempo, presidente de la Federación Argentina de Box- fue uno de los que fueron tentados. Bisbal rechazó cualquier sugerencia y, por supuesto, no fue postulado para ser jurado de esa pelea, pero fue uno de los testimonios que, con el correr de los años, se fueron diluyendo.

Ese mismo Roy Jones Jr fue quien luego sería campeón mundial mediano, super mediano, medio pesado, y pesado. Efectivamente, tras su victoria ante John Ruiz en Las Vegas (2003) fue el primer campeón medio pesado, después de la victoria de Michael Spkins sobre Larry Holmes, en lograr el campeonato de los completos –en este caso, versión WBA.

Roy Jones estará frente a Mike Tyson y se podrá ver en una muy especial edición de ESPN KNOCK OUT, con los relatos de Renato Bermúdez y los comentarios de Salvador “Chava” Rodríguez y la “Tarjeta de Hierro”, Fernando Barbosa, juez internacional del WBC. Aunque no habrá un fallo oficial, la pelea también será seguida a distancia por jurados del Consejo.

Roy Jones venció a varios campeones o ex campeones o futuros campeones mundiales, incluido Jorge Fernando “El Roña” Castro. El argentino fue el primero en aguantarle los 10 asaltos el 30 de junio de 1992, a este hombre oriundo de Pensacola, en el estado de Florida, en donde se efectuó ese combate.

James Toney, Vinnie Pazienza, Mike McCallum, Lou Del Valle, Virgil Hill, o Félix “Tito” Trinidad, están en su lista de derrotados, de la misma forma en que fue vencido por Bernard Hopkins, Joe Calzaghe o Enzo Maccarinelli. Entre sus llamativas actuaciones hay hasta una derrota por descalificación ante Montell Griffin, a quien le pegó cuando éste había caído, en 1997, lo que provocó la pérdida de su corona medio pesado. O aquellas caídas ante Antonio Tarver, a quien logró vencer una vez, pero que le marcaron 2 derrotas.

Rapero, actor, aficionado al básquet, comentarista de boxeo, talentoso en el ring y poseedor por todo eso mismo de una personalidad exuberante y controvertida, Roy Jones volverá al ring, tras su última pelea, efectuada en 2018, cuando venció a Scott Sigmon por el campeonato de los pesados versión WBU.

El referí de la exhibición con Tyson será Ray Corona, no se aceptarán apuestas y son muchos los que piensan que si Iron Mike convierte el ring en una hoguera, Roy tendrá serios problemas físicos.

Hoy es ciudadano ruso y se apresta para medirse con Tyson en una exhibición llena de intriga y atracción. Se verá en Argentina por ESPN desde las once de la noche del sábado. Y, aunque no se lo menciona lo suficiente, no hay que olvidar que será Roy Jones, el múltiple campeón –mediano y super mediano IBF, medio pesado y pesado WBA- el que también estará en el ring.

Como para no perdérsela.