"No me imaginaba estar afuera del equipo cuando llegué -admitió-. Pero la situación se dio así y la acepto. Sí esperaba el momento del equipo. Está claro que lo que más deseo es que Boca salga campeón y ojalá se concrete. Sería igualmente importante para mi carrera. Yo me voy a sentir campeón, como todos los muchachos".

Respecto de la definición del torneo, Sosa la consideró "difícil, porque Independiente está herido. Ellos no se esperaban llegar a este partido a sólo tres puntos y eso los afecta en la parte anímica. Y Boca viene con un envión más que importante".

En cuanto a si prevalecerá el envión de Boca o el orgullo herido de Independiente, comentó que "se verá el domingo. Cada uno tiene sus armas. Nosotros venimos embalados".

Interrogado sobre si vio perder un campeonato a un equipo que llevara nueve puntos, recordó el delantero que "sí, en Italia. A Juventus, en la temporada 99/2000, ya lo daban campeón porque llevaba esa ventaja sobre Lazio. Pero en la última fecha perdió con Perugia y el scudetto se lo llevó Lazio".

"Y en el torneo pasado, Inter llevaba seis puntos y también lo perdió en la última jornada. En el fútbol nunca se sabe. Acá, hace cuatro o cinco fechas, se decía que Independiente ya era campeón y ahora se reabrió el juego" apuntó.

Al preguntársele si los jugadores de Independiente fueron ingenuos al entrar en el juego de las declaraciones, opinó Sosa, en nota publicada el jueves por el diario Clarín, que "se equivocaron en responder de la manera en que lo hicieron".

"Hablar es parte del folclore del fútbol -añadió-. Se dicen cosas para ponerle un poco más de pimienta y meter presión. Pero no hay que enojarse. Porque el que se enoja o no entiende el juego, pierde. Y, después, los pingos se ven dentro de la cancha".

Respecto del ganador del fundamental clásico del próximo domingo, expresó el ex jugador de Gimnasia y Esgrima La Plata y Udinese que "para mí, Boca. Por el sentimiento y por lo que se vio este último fin de semana".

Acerca del lugar desde el cual va a ver el partido, manifestó que "no sé. Me entreno toda la semana para jugar. Ojalá pueda hacerlo o estar en el banco. Si no, iré a la cancha porque es un partido para no perdérselo".

Su relación con Tabárez la definió Sosa como "normal. Una relación técnico-jugador" y agregó que "no tuvimos ninguna charla y no hay nada que aclarar. Sacarme del equipo fue una decisión suya y por más que no me gustó la acepté. Lo más importante ahora es el momento de Boca, juegue o no Sosa".

Interrogado sobre si se sintió menospreciado o humillado en su vuelta al fútbol argentino, señaló que "esas no son las palabras justas para definir el momento. Prefiero no hablar y pensar solamente en lo que pase con Boca".