El martes, Ardiles había dicho que Adrián Bastía "está muy desprotegido" y anunció su intención de sumar "volantes para ayudarlo" en sus tareas de contención, pero el miércoles hizo todo lo contrario.

Lejos de poner un mediocampo combativo, el director técnico ubicó a Sebastián Romero como "número ocho", a Bastía como volante central, a Sixto Peralta por el sector izquierdo, y a Mariano González como enganche, quedando Maximiliano Estévez y Nicolás Pavlovich en la delantera.

De los cuatro jugadores que se pararon en la zona media, el único con aptitud defensiva es Bastía, ya que los otros tres se caracterizan por tener buen pie y por pensar más en la creación que en la obstrucción.

El equipo respondió muy bien y le ganó 4-2 a los suplentes, con un gol de Estévez, quien volverá a la titularidad ante Nueva Chicago tras cumplir la fecha de suspensión, y los otros tres de Pavlovich, quien hasta ahora rindió por debajo de su nivel en las veces en las que le tocó jugar oficialmente.

Después de las tres derrotas consecutivas, dos de ellas con formato de goleada, Ardiles tuvo al menos una razón para olvidarse momentáneamente de tantas pálidas.

El técnico, cuya continuidad dependería de que no pierda el próximo viernes frente a Chicago, introdujo dos modificaciones en el ensayo futbolístico: Carlos Ramos por el expulsado Julián Maidana y Estévez por Julio Marchant. Los once que jugaron para los titulares fueron: Gustavo Campagnuolo; Ramos, Leonardo Tambussi, Claudio Ubeda, Gerardo Bedoya; Romero, Bastía, Peralta, Mariano González; Estévez y Pavlovich.

Los goles de los suplentes fueron señalados por Carlos Arano y Manuel García. Después del encuentro, los jugadores hicieron trabajos físicos en el gimnasio.

El jueves el plantel volverá a entrenarse a las 10, también en Escobar, para luego quedar concentrado para el choque con Chicago, que abrirá la sexta fecha del torneo Apertura y probablemente se juegue en la cancha de Lanús dado que la de Racing no cuenta con el sistema de audio y video correspondiente.