Más allá del desbordante optimismo, condicionó su vaticinio a que "no se vayan demasiados jugadores" del actual plantel subcampeón y, de ocurrir algunas "emigraciones, que serán de los mejores valores, luego se sustituyan correctamente".

"A la Copa (Libertadores) o al campeonato (Clausura) vamos a apuntarlos como los objetivos a alcanzar, y tenemos muchas posibilidades de lograrlo", comentó ilusionado.

Evocó que en su último discurso del torneo Apertura les dijo a sus dirigidos, tras vencer a Rosario Central, "que vi jugar a un equipo campeón, o con aire de campeón".

"Estuve al frente de un grupo cohesionado -destacó-, que superó con amor propio y buenos entrenamientos malos momentos y rispideces individuales. Por eso, terminé muy conforme con ellos y, también, un poco frustrado. Es que pudimos haber derrotado a Independiente y llegar a ese milagro, frente a un rival que nos llegó a sacar ocho puntos de ventaja".

En tal sentido, señaló que las recientes convocatorias de futbolistas xeneizes que realizó el seleccionador nacional Marcelo Bielsa "son merecidas" y le resultan "interesantes".

"Salvo las excepciones de menores de 23 años con proyección futura, a (Diego) Crosa, a (Roberto) Abbondanzieri, a (Hugo Benjamín) Ibarra y a (Guillermo) Barros Schelotto tampoco les hubiera quedado grande estar en esa lista y participar de la Selección", acotó el coach uruguayo.

Al ser consultado sobre refuerzos, indicó que le gustaría que en Boca se incorpore "un defensor zurdo, parecido a (Nicolás) Burdisso, que pueda desempeñarse como lateral o zaguero, con el fin de equilibrar el equipo; así como un mediocampista por izquierda con las características de un (Matías) Donnet o Ibarra; con ida y vuelta, pero también con volumen de juego".

Por último, trazó un parangón con el campeón Independiente y puntualizó que, "salvo (el volante Alfredo) Cascini, nuestros refuerzos llegaron tarde, con la pretemporada ya iniciada".