Políticos piden cabeza de Van Gaal

La crisis del Barça es muy seria. Marcha décimo en la tabla, a 17 puntos del líder Real Sociedad y a 14 del segundo, Real Madrid, su eterno rival. Gaspart tiene presión para tomar una decisión

Por NEMESIO RODRÍGUEZ

¿DÍAS CONTADOS?
Si bien los jugadores del Barcelona lo apoyan, ahora los políticos se unen a la afición y la prensa pidiendo la destitución del técnico holandés del Barcelona, Louis Van Gaal.
(Reuters)
ADRID -- Es poco habitual que los políticos se inmiscuyan en las decisiones de los equipos de fútbol, pero cuando lo hacen no es para soltar la "presa" fácilmente.

Es lo que está pasando en el Barcelona con su presidente, Joan Gaspart; su entrenador, el holandés Louis van Gaal, y los dirigentes del partido nacionalista CiU.

En una toma de posición inusual, los nacionalistas catalanes han instado a Gaspart a que desituya a Van Gaal, pocos días después de la derrota del Barcelona en su estadio ante el Valencia (2-4), en un paso más de la crisis que atraviesa el club azulgrana en la Liga.

Primero fue Artur Mas, "Conseller en Cap" del Gobierno catalán, quien pidió abiertamente a Gaspart que destituya a Van Gaal, o que, en caso contrario, abandone su cargo de presidente del Barcelona.

Sólo 24 horas después, el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, no sólo respaldó la solicitud de Mas, sino que también ha cuestionado el empeño de Van Gaal en dejar en el banquillo a los argentinos Juan Román Riquelme y Javier Saviola.

Estos dos jugadores fueron fichados en su día como nuevas estrellas del Barcelona, en un intento de Gaspart de contrarrestar la contratación por el Real Madrid de Zinedine Zidane y Ronaldo.

En este asunto, el entrenador holandés es fiel a sí mismo: a Saviola se lo encontró ya en el Barcelona y a Riquelme no lo quería como refuerzo.

Por si fuera poco, es sabido que a Van Gaal no le gustan las figuras, prefiere los "obreros" del fútbol, aquellos jugadores que se someten sin rechistar a la disciplina y a la táctica.

Gaspart ha resistido hasta ahora las presiones de la hinchada y de la prensa de Barcelona para que releve a Van Gaal, entre otras cosas porque la vuelta del holandés fue una decisión personal suya.

Pero la entrada de los políticos en la polémica deja poco margen de maniobra a Gaspart, aunque Mundo Deportivo lo atribuya a cálculos electorales y Sport afirme que la crisis del Barcelona es tan grave que todos se atreven a "disparar" contra el club.

Los políticos no sueltan las "presas" con facilidad, aunque Van Gaal no es de los que se muerde la lengua cuando le atacan, como ya hizo en su primera etapa en el Barcelona en respuesta unas críticas del presidente del Gobierno catalán, Jordi Pujol.

En enero de 1999, Pujol mostró su decepción por la escasa presencia de jugadores catalanes en el Barcelona. Van Gaal le respondió airadamente con una pregunta retórica que él mismo contestó. ¿Acaso Jordi Pujol es el responsable de este club? Deben preguntar a Pujol si él es el responsable".

En abril Van Gaal, cuando la prensa arreciaba en las crítica hacia su desempeño, demostró que la herida no estaba cerrada y no saludó a Pujol durante la audiencia que el Gobierno catalán concedió al club con motivo de su centenario.

No satisfecho con este "duelo", Van Gaal amplió en mayo los "enemigos" al incluir al Presidente del Gobierno, José María Aznar, horas después de que éste afirmara que le costaba entender que los clubes españoles jugaran con nueve extranjeros, en un momento en que la selección sub 16 se había proclamado campeona de Europa y la sub'20 del mundo.

"Aznar no tiene conocimiento del fútbol profesional", dijo", "no ha estudiado como entrenador y donde tiene que manejarse es en la política, igual que Pujol".

Van Gaal resistió esa temporada en el banquillo (fue destituido en la siguiente) y ganó su segundo título de Liga con el Barcelona.

Ahora la crisis en la Liga es muy seria -el Barcelona marcha décimo, con 23 puntos, a 17 del líder, la Real Sociedad, y a 14 del segundo y eterno rival, el Real Madrid- y la presión sobre Gaspart para que tome decisiones pesan en contra del técnico.

Van Gaal puede mirarse en su propio espejo o en el de Luiz Felipe Scolari, el seleccionador brasileño que rechazó con tozudez la exigencia del presidente del país, Fernando Henrique Cardoso, para que incluyera en la "canarinha" a Romario.

Scolari ganó al final la partida al conseguir en Yokohama (Japón) la quinta Copa del Mundo y Cardoso tuvo que sumarse con entusiasmo al carro del vencedor.

Pero el técnico holandés también puede verse reflejado en el seleccionador italiano Dino Zoff, que dimitió el 7 de abril de 2000 sólo 24 horas después de que el hoy primer ministro y entonces líder de la oposición, Silvio Berlusconi, calificara de "indigno" su planteamiento técnico en la final del Campeonato de Europa.

"No admito lecciones del señor Berlusconi", dijo taxativamente Zoff, cuyo equipo había perdido la final contra Francia en la prórroga con un "gol de oro" de David Trezeguet después de haber estado con ventaja hasta el minuto 93.

¿Qué modelo seguirá Van Gaal?. Sólo él y Gaspart tienen la respuesta.

- EFE


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