Mientras en el entorno de la entidad crece a diario el disgusto y aversión contra Louis van Gaal y el presidente de la entidad, Joan Gaspart, el técnico holandés, como mínimo, encuentra en sus futbolistas a los únicos que le defienden y manifiestan abiertamente su conformidad para que continúe como entrenador.

El centrocampista argentino Juan Román Riquelme, igual que su compatriota Javier Saviola, un fijo en el banquillo en los últimos partidos, ha mostrado con claridad cuál es su opinión acerca de la situación comprometida de Van Gaal: "Lo mejor es que ganemos contra el Celta y que no tenga que marcharse nadie".

La continuidad en el cargo de Van Gaal no está, en esta ocasión, ligada a un triunfo del Barcelona en Balaídos, después de que la directiva no sólo no se haya pronunciado favorable y públicamente a favor de que el holandés continúe hasta el final de la temporada, sino que tras el partido contra el Valencia en el Camp Nou (2-4) el presidente de la entidad guardó silencio, a diferencia del choque contra el Sevilla (0-3), y delegó en un directivo, Joan Molas, para pedir "calma y serenidad" a los aficionados.

Riquelme no esconde que la situación del Barca "es mala" y entiende que un triunfo en Balaídos "podría ser una buena salida". Para el jugador argentino, la atmósfera que se respira en el Barca la entiende como normal, "porque tenemos la suerte de jugar en un equipo en el que estamos obligados a estar arriba y de luchar por todo en lo que el Barcelona juega".

"La única solución es ganar partidos. La confianza no es sólo de nosotros hacia Van Gaal, sino de él con nosotros. Tenemos que estar unidos", ha subrayado el jugador, convencido de que la cohesión del grupo es fundamental para afrontar con entereza el mal momento que vive la entidad.

A pesar de no ser un jugador fijo en las alineaciones, Riquelme no se siente devaluado ni desaprovechado, y cree que aún tiene cuatro años y medios (el tiempo que le queda de contrato en el Barcelona) "para devolver a la gente el cariño que me brinda con buen fútbol. Tengo una deuda y ganas de ganar títulos".

Acerca de la crispación que vive el entorno barcelonista, Riquelme ha dicho que entiende el malhumor de los aficionados, incluso el del presidente, a quien considera también un "hincha" que tiene motivos para estar "enojado", porque entiende que la situación "es inesperada".

Otro jugador que se ha posicionado claramente al lado de Van Gaal ha sido su compatriota Michael Reiziger, quien hace unas semanas que estuvo a un paso de ir cedido al Manchester City, cuyas negociaciones se rompieron después de que el jugador manifestase que su intención era obtener un traspaso y no una cesión hasta final de la presente temporada.

"La confianza llegará cuando consigamos una buena racha de triunfos", ha admitido el defensa barcelonista, quien está convencido de que Van Gaal se siente "fuerte", a pesar de que la situación deportiva no le acompaña por los malos resultados.