Kyle OrtonAP PhotoKyle Orton no se presentó al trabajo de temporada baja en Dallas mientras ponderaba el retiro.

MÉXICO -- Por sí sola, la inminente baja del mariscal de campo suplente, Kyle Orton, no es ni por mucho el evento más trascendente en lo que va del receso de temporada baja de los Dallas Cowboys.

No hay mucho qué echar de menos con la salida de un mariscal de campo que apareció en cuatro encuentros durante sus dos años en Dallas, completando 42 de 61 intentos de pase para 487 yardas con tres touchdowns y dos intercepciones. En todo caso, Orton demostró en el último partido de temporada regular del año pasado, su único inicio para los Cowboys, que a los 31 años de edad no ofrecía nada especial para la ofensiva como suplente de Tony Romo, más allá de siempre comportarse como un profesional en Valley Ranch.

Sin embargo, su salida constituye un síntoma más de uno de los principales males que aquejan a los Cowboys: el dinero muerto.

Orton estuvo ponderando el retiro desde el final de la campaña pasada, en cuyo caso los Cowboys hubieran podido perseguir parte del bono por firmar por 5 millones de dólares que acordó como parte del contrato que firmó en la temporada baja del 2012 (aproximadamente unos 3.4 millones).

Al ser liberado, Orton --quien fue multado por la franquicia con cerca de 70,000 dólares por no presentarse a ninguna práctica obligatoria durante el receso de temporada-- puede quedarse con la totalidad del bono, que se suma a la cantidad de dinero muerto que cuenta en contra del tope salarial del club, 1.1275 millones en contra de la nómina del 2014 y otros 2.255 millones contra el tope del 2015.

¿Qué es el dinero muerto?

Bueno, en esencia es el dinero que un equipo pagó a un jugador --usualmente en forma de un bono por firmar a la hora de acordar un contrato o una extensión al mismo-- que se prorratea para impactar topes salariales de años futuros, en lugar de asumir un impacto inmediato contra el tope del momento en que se paga. La diferencia con los bonos de plantilla o los sueldos base, es que éstos últimos que sólo impactan el tope salarial del año en que se hacen exigibles.

La capacidad de convertir cantidades debidas bajo el rubro de sueldos base en bonos por firmar constituye la esencia de la mayoría de reestructuraciones contractuales por medio de las cuales se libera espacio en el tope salarial presente: En lugar de pagarte un salario alto que va contra mi tope salarial presente, te pago una cantidad fuerte el día de hoy por concepto de bono y reduzco tu sueldo base en los años que se suman mediante la extensión, pero reparto el impacto de esta cantidad a lo largo de esos años. El jugador sigue recibiendo el dinero, pero bajo otro rubro.

Sin embargo, esas cantidades no desaparecen del tope, y en cambio quedan asignadas irremediablemente a los límites salariales futuros. Si un jugador es cortado o canjeado, el dinero que se le pagó de antemano mediante un bono por firmar sigue contando, y de hecho se acelera su impacto al tope salarial actual --o en el caso de los cortes posteriores al 1° de junio, como el caso de Orton, se reparte entre el tope actual y el del año entrante--, más allá de que ese jugador también pueda aparecer en la nómina de otro equipo al mismo tiempo.

En esencia, el dinero muerto es el dinero que pagó un equipo en el pasado, pero que cuenta contra el tope salarial presente, por un jugador que ya no está en la plantilla.

Usualmente, la cantidad de dinero muerto que carga un equipo contra su tope es indicativo del número de malos contratos firmados por ese equipo en años recientes. De acuerdo a las cifras proporcionadas por el Roster Managment System de ESPN, ninguna franquicia de la NFL cargaba en nómina más dinero muerto que los Cowboys, que al inicio del día tenían 23'504,515 dólares bajo este rubro... sin contar los 1.1275 millones adicionales de Orton.

Eso significa que con un tope salarial alrededor en la NFL de 133 millones de dólares, los Cowboys deben encontrar el modo de armar una plantilla de 53 hombres competitiva con "solamente" 108'367,985 dólares.

Para darnos una idea de la clase de handicap que tiene Dallas, tomemos en cuenta que los Tampa Bay Buccaneers --el equipo que actualmente carga con menos dinero muerto contra su tope salarial, con 903,429 dólares-- tiene 132'096,571 dólares para armar también su plantilla de 53 hombres de cara a la campaña del 2014.

Hace un año, nadie cargaba con más dinero que los Indianapolis Colts, con cerca de 38.6 millones de dólares, de los cuales más de 10 millones correspondían al mariscal de campo Peyton Manning. Sin embargo, Indy hizo un excelente trabajo purgando su nómina y actualmente, de acuerdo al Roster Managment System de ESPN, sólo lleva un lastre de 1'892,173 dólares.

En cambio para Dallas, esta posición no es novedosa.

En el 2012, los Cowboys fueron una vez más los líderes en la liga en dinero muerto, cargando con cargos resultantes de contratos con Roy Williams, Marion Barber, Leonard Davis y Marc Colombo, entre otros, para un total que ascendió hasta los 30'378,408 dólares.

Para darnos una idea del presente en Dallas, aquí hay un vistazo de lo que cargaría el equipo en dinero muerto si decidiera cortar a algunos de los jugadores más relevantes en este momento: Tony Romo (49'181,000), Brandon Carr (17'868,000), Orlando Scandrick (10'203,750), Morris Claiborne (9'610,842), Jason Witten (8'648,000), Doug Free (7'000,000), Mackenzy Bernadeau (4'248,334).

Tarde o temprano, todos los equipos pasan por rachas donde se les acumulan algunos contratos malos, y por tanto, periodos donde crece su total de dinero muerto. Adicionalmente, bajo las reglas del nuevo contrato colectivo de trabajo entre la NFL y el sindicato de jugadores, el tope salarial de un equipo se incrementa por la cantidad de espacio salarial que la franquicia no usó el año anterior, por lo que el impacto al tope salarial con que el dinero muerto impacta a la nómina no es definitivo, necesariamente.

Sin embargo, está claro que entre más dinero muerto carga un club, más atado de manos se encuentra a la hora de firmar agentes libres u otorgar extensiones contractuales a jugadores propios. Incluso, de acuerdo a la situación financiera de un equipo dado, puede que no le "alcance" para cortar a un jugador determinado, de acuerdo al impacto que ese corte pueda traer en contra de su tope salarial.

En el caso de los Cowboys, las altas cantidades de dinero muerto suelen ser constantes año con año, síntoma de que el equipo está firmando malos contratos con cierta regularidad.

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Dallas debe mejorar contra pases profundos

FECHA
28/08
2013
por John McTigue
ESPN Stats & Information

Monte KiffinUSA TODAY SportsMonte Kiffin fue contratado en la temporada baja para darle otra cara a la defensiva de los Cowboys.

IRVING -- Los Dallas Cowboys trataron de mejorar su secundaria en la temporada baja del 2012 al agregar a dos esquineros de renombre: Morris Claiborne de LSU y el ex miembro de los Kansas City Chiefs, Brandon Carr.

Los movimientos no rindieron frutos de inmediato, ya que los Cowboys permitieron tres puntos más por partido y tuvieron un incremento de seis puntos en el índice total de pasadores rivales.

Esta temporada baja, los Cowboys sufrieron aún más cambios, pero ¿esos movimientos harán que la defensiva vuelva a ser respetable?

NUEVO COORDINADOR DEFENSIVO
Los Cowboys se desprendieron de Rob Ryan como coordinador defensivo luego de dos temporadas.

Bajo la dirección de Ryan, los Cowboys nunca terminaron en una posición superior a la N° 16 en puntos permitidos en una sola temporada.

El reemplazo de Ryan es Monte Kiffin, de 73 años de edad, quien la última vez que dirigió en la NFL fue en el 2008.

Kiffin dirigió a la defensiva de los Tampa Bay Buccaneers de 1996 al 2008, con Tampa Bay terminando en el top-10 en puntos permitidos en 12 de las 13 temporadas que estuvo ahí.

Sus defensivas en Tampa eran particularmente efectivas contra el pase. En promedio, los Buccaneers terminaron en el quinto lugar en yardas por pase permitidas por partido.

NUEVA FORMACIÓN DEFENSIVA
Kiffin hará la transición con los Cowboys de una defensiva 3-4 a un sistema 4-3. Los Cowboys jugaban con un sistema 3-4 antes de la llegada de Ryan, y el cambio hará que los ex apoyadores internos, DeMarcus Ware y Anthony Spencer, se muden a la posición de ala defensiva.

Desde el inicio del 2008, 14 equipos han cambiado su sistema defensivo, lo cual ha dado resultados positivos en general.

En la primera temporada después del cambio, los equipos han permitido un promedio de 1.3 puntos menos por partido y han visto una mejoría de más de tres puntos en promedio en el índice total de pasador de sus rivales.

NUEVOS PROFUNDOS
La temporada pasada, los Cowboys reforzaron la posición de esquinero. Este año, los Cowboys tendrán nuevas caras en la posición de profundo.

Los Cowboys firmaron al agente libre, Will Allen, y reclutaron a J.J. Wilcox en la tercera ronda del draft del 2013. Además, Dallas se desprendió de Gerald Sensabaugh, quien jugó el 93 por ciento de las jugadas defensivas de los Cowboys la temporada pasada.

Los nuevos profundos de los Cowboys tendrán que hacer un mejor trabajo defendiendo los pases a lo profundo. Sólo tres equipos permitieron un porcentaje de pases completos peor, en pases de 20 yardas campo abajo, la temporada pasada, y los Cowboys fueron el único equipo que no sumó intercepciones en esos pases.

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