El plantel de Paraguay, sin su figura estelar, el cancerbero José Luis Chilavert, mantuvo una buena posesión de la pelota en la primera mitad y logró algunas oportunidades, aunque sus amagos de gol se veían sofocados con la solidez de un experimentado David Seaman como guardián de los tres palos.

La ilusión de Paraguay, que pareció arrancar en buena forma, se vio rápidamente empañada con el espectacular cabezazo del efectivo artillero Michael Owen, hoy capitán del equipo inglés -dada la baja de David Beckham-, que dio una temprana y sonada ventaja al cuadro de Eriksson.

Un Owen hoy especialmente pletórico supo aprovechar, en el cuarto minuto, a tan sólo cinco metros de Tavarelli, un libre directo perfectamente controlado que le lanzó su compañero, el medio del Liverpool Steven Gerrard y que cogió totalmente desprevenido al meta paraguayo.

Junto con el nuevo capitán, sin duda, el centrocampista de Anfield fue una de las figuras estelares del primer tiempo del encuentro, y sus brillantes intervenciones, así como la excelente compenetración entre Gerrard y Owen hicieron olvidar la ausencia del lesionado David Beckham.

Del lado de Paraguay, los hombres de Cesare Maldini soportaron el golpe y pelearon por recuperar dominio, creando algún momento de peligro de la mano de Roque Santa Cruz y con buenas jugadas, obra del zaguero Gavilán y por parte de Roberto Arce.

Si Paraguay pudo capear el temporal con dificultades en la primera parte, el once sudamericano no fue capaz de levantar cabeza y se dejó intimidar por el fuerte arranque de los ingleses tras el paso por los vestuarios.

El seleccionador sueco modificó la alineación de partida con seis cambios en el minuto 46, para completar sus planes e introducir cuatro nuevas caras en el 69 y poco tardó en ver materializados los frutos de su decisión.

Tan sólo 90 minutos hicieron falta para que Danny Murphy, que saltó al campo ocupando la posición de Kieron Dyer, aprovechase un pase de Robbie Fowler y aumentara el marcador para Inglaterra.

El conjunto paraguayo, que continuó apurando todas sus energías y procuró centrarse en reforzar su amplia defensa, aún tenía que encajar un par de jugadas decisivas.

El tercero de los tantos lo protagonizó el delantero del Aston Villa Darius Vassell, que volvía a burlar a Tavarelli y para consternación de Paraguay, dejaba el marcador a 3-0.

Maldini introdujo cambios en su alineación, pero el ánimo comenzaba a decaer entre la selección paraguaya que todavía hubo de presenciar el gol de Celso Ayala en propia meta, en el minuto 69.

La recta final fue el intento desesperado de los paraguayos por no ceder más a la ofensiva de los ingleses que superaron con nota su preparación para el Mundial.