Para los dos equipos, el partido en el Estadio de Francia será el último antes de que sus seleccionadores den a conocer la lista de 23 futbolistas que defenderán los colores de su país en el Mundial.

Pero al ambiente de ensayo general se le suma otro de revancha: la que Francia quiere cobrarse de Rusia, el único combinado que ha ganado dos veces a los "bleus" desde 1994, con el consiguiente daño para el prestigio de un conjunto acostumbrado a la victoria.

A diferencia de los recientes amistosos, contra Rumanía y Escocia, el partido contra Rusia servirá para sacar conclusiones de cara al Mundial y comprobar si Francia está a la altura de las expectativas que se han creado entorno a los actuales campeones del mundo.

El seleccionador, Roger Lemerre, ha visto como se incrementan los problemas físicos de algunos de sus hombres. A la baja ya segura de Robert Pires para el Mundial, el técnico añade la de David Trezeguet, otro de los fijos del combinado francés que no estará contra Rusia.

Si en la portería y en la defensa las cosas parecen ya decididas, el centro del campo y, sobre todo, la defensa, muchos jugadores tienen margen para ganarse una plaza en la lista de 23, pero también para perderla.

Lemerre ha resuelto la baja de Pires tirando a la banda a Thierry Henry, lo que deja sitio para un 9 nato en la punta, un puesto que parece reservado para Trezeguet.

Pero el juventino deberá estar respaldado por un reserva y, tras esta convocatoria, todo apunta a que será el ex madridista Nicolas Anelka, actualmente cedido por el París Saint-Germain al Liverpool inglés.

"Nico" tendrá una gran ocasión contra Rusia para postularse como mundialista. El seleccionador ya ha anunciado que quiere verle jugar, y una buena actuación, a 90 días del Mundial, le abriría las puertas.

El partido contra Rusia servirá también para evaluar el grado de confianza de Lemerre en el defensa barcelonista Philippe Christanval, cuyas opciones de viajar a Japón y Corea del Sur dependen del fallo de algunos de los tradicionales componentes de la defensa.

Similares preocupaciones que Lemerre tiene el seleccionador ruso Oleg Romántsev, quien ha declarado que ninguno de los 22 jugadores que se ha llevado a Francia tienen la plaza asegurada para el Mundial, aunque todo apunta a que la lista definitiva se parecerá mucho a ésta.

La veterana selección rusa espera dar la sorpresa en el Estadio de Francia, lo que multiplicaría sus espectativas en el Mundial, que los jugadores de Romántsev afrontarían con mayor confianza.

Las principales dudas del seleccionador se centran en la defensa, la línea más floja del equipo, debilitada con la baja del jugador del Spartak de Moscú Yuri Kovtun, uno de los habituales, que ha sido sustituido por su compañero de equipo Dimitri Ananko.

En el centro del campo y la delantera, el técnico volverá a confiar en la magia de los célticos Valeri Karpin y Alexandre Mostovoi y del ex santanderino Vladímir Beschastnij.

"En mi opinión, la selección francesa sigue siendo hoy día el equipo más fuerte del mundo que se perfila como favorito principal para el Mundial", dijo el delantero Omari Tetradze, de nuevo convocado por Romántsev tras un año de ausencia en la plantilla.

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