Rompió una sequía de 15 años

El australiano Hewitt, al ganar Wimbledon, se convirtió en el primer tenista de ese país en triunfar en el césped inglés después de Pat Cash

LONDRES -- Solo los tiburones blancos, los asesinos de la Barrera de Coral, parecen amedrentar a Lleyton Hewitt, quien hoy se alzó con el título de Wimbledon, convirtiéndose en el primer australiano que lo logra después Pat Cash, hace 15 años.

A Hewitt se le conoce en el circuito como el "perrillo salvaje", y fue su compatriota Patrick Rafter quien le puso ese mote, porque una vez que coloca sus fauces sobre sus rivales, su dentellada es furiosa, como la de un escualo australiano, pero curiosamente, si hay algo que al jugador le provoca pánico es la presencia de estos grandes depredadores de los océanos, lo que le ha decidido a abandonar una de sus grandes pasiones, el surf.

"Me encanta hacer surf cuando vuelvo a casa, pero he tenido que renunciar a ello porque es peligroso. Hay grandes tiburones blancos por ahí y me dan escalofríos pensar que puedo ser devorado por alguno", ha señalado alguna vez.

Este pánico ancestral en los humanos descrito por Hewitt, es lo que sienten sus rivales cuando cruzan sus raquetas con el hombre que, según John McEnroe, es el "más rápido del circuito".

Con una tradición de grandes jugadores en sus espaldas y todo el espíritu y combatividad australiana en el deporte, Hewitt ha unido su nombre a otros compatriotas que han marcado hitos en este deporte: John Newcombe, Ken Rosewall y Rod Laver.

Pero la osadía de su juventud le ha llevado a pasar por encima de último mito del tenis "aussie", Patrick Rafter, quien nunca podrá levantar el trofeo de campeón individual en el All England Tennis Club, a pesar de disputar las dos finales anteriores.

Nacido en Adelaida el 24 de febrero de 1981, el tenis de Hewitt no parece tener límite. Fue el primer jugador en convertirse, con menos de 20 años, en ganar cuatro títulos en una sola temporada (Sydney, Queen's, Adelaida y Scottsdale), desde que Pete Sampras lo logró en 1990.

Sampras, que sucumbió ante él, en la final del US Open del pasado año, ya adelantó su futuro. "Vais a ver a este Lleyton Hewitt en los próximos diez años como me visteis a mi", comentó el hombre que más títulos del Grand Slam ha ganado tras sucumbir patéticamente ante el australiano al que solo logró arrebatarle ocho juegos Su fiereza en la pista, similar a la del McEnroe de sus buenos tiempos, se puso a prueba en el Palau Sant Jordi de Barcelona en la final de Copa Davis contra España, donde solo el español Juan Carlos Ferrero logró derrotarle, en un épico encuentro.

Hewitt se ha hecho famoso en el circuito no solo por su agresividad y rapidez, sino también por los gestos vikingos copiados de Mats Wilander y exagerados por él. Su padre jugó al rugby australiano como profesional y él mismo lo practicó hasta los 13 años, de ahí le viene su carácter intimidatorio sobre la pista. Su madre práctico "netball", una especie de baloncesto que se juega sin botar la pelota.

Tan sólo su carácter irascible y su lengua desatada pueden poner freno a su carisma de ganador. En Roland Garros, tras un encuentro ante el argentino Guillermo Coria, su insulto al juez de silla, al que calificó de "disminuido físico" le puso en el punto de mira de las críticas de todo un país. "Cuando uno está ahí fuera en el calor de la batalla no se da cuenta de lo que se dice. No quería ofender a nadie, y si lo dije es algo de lo que no me siento orgulloso. En cualquier caso pido disculpas", dijo el joven tenista tras reconocer su error. Un error que volvió a repetirse este año en Wimbledon, cuando delante del juez de silla español Javier Moreno gritó "que os jodan a todos".

Encumbrado a lo más alto del deporte en su país, a la altura del nadador Ian Thorpe o el golfista Greg Norman, Hewitt es uno de los ídolos de la juventud australiana. Lleva 16 títulos y acabó 2001 como el más joven jugador (20 años y 10 meses) y primer australiano que finalizaba una temporada como número uno del mundo. Novio de Kim Clijsters conoció de casualidad a la jugadora belga cuando esta se le acercó durante el Abierto de Australia hace dos años pare pedirle un autógrafo para su hermana. Lleyton se lo dio y luego la invitó a una fiesta de Rafter, a lo que Kim le contestó: "me encanta Patrick".

Desde entonces viven su noviazgo por el circuito, aunque él continua residiendo en la casa de sus padres en West Lakes, Adelaida.

-EFE

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domingo, 07 de julio
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