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Mercado NBA: Poole por Paul y las letras pequeñas del cambio

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¿Serán compatibles el estilo de Chris Paul y el de Warriors? (1:58)

Sebastián Martínez Christensen analizan el sorprendente movimiento del veterano a Golden State. (1:58)

Mientras el viaje de Chris Paul en la temporada baja no encuentra un destino fijo, el tiempo de Jordan Poole en Golden State Warriors, equipo al que ayudó a ganar el campeonato de la temporada 2021-22, ha llegado a su fin.

En un traspaso sorprendente antes de la noche del draft 2023, Wahington Wizards decidió cambiar a Chris Paul, recientemente obtenido en el traspaso de Bradley Beal a Phoenix Suns, para recibir a Jordan Poole, jugador que el 15 de octubre pasado por $128 millones por cuatro temporadas, una selección de primera ronda protegida del draft del 2030 y otra de segunda ronda en el draft del 2027.

¿Cómo es posible que un jugador que recibió semejante voto de confianza hace apenas 8 meses, sea transferido por otro jugador en pleno ocaso de su carrera? La respuesta hay que buscarla en lo que están intentando construir los Warriors para el futuro, que en la apuesta de Wizards por formar un equipo joven y competitivo.

Con 11 jugadores asegurados en el plantel y cuatro posiciones por llenar, Golden State ya supera $183.5 millones en salarios lo que implica que proyecta el pago de un súper impuesto al lujo cercano a los 66 millones de dólares. Y esto sin contar con una posible renovación de Draymond Green, quien acaba de rechazar hacer uso de una opción de $27.6 millones para convertirse en agente libre.

Si el nuevo gerente general de GSW, Mike Dunleavy Jr, decidiera traer nuevamente al fogoso alero, deberíamos sumarle al menos un salario superior a los $27.6 millones que dejó sobre la mesa, con el correspondiente incremento del impuesto al lujo. Con eso, se puede especular que el costo real del plantel en materia salarial podía llegar, nuevamente, a los 400 millones durante la temporada 2023-24.

Chris Paul es otro tema. El base de 38 años, que no ha podido mantenerse saludable a lo largo de su carrera, debería aceptar un rol secundario detrás de Stephen Curry (35), con lo cual su salario de $30.8 millones garantizados (luego del 28 de junio), resultaría excesivamente costoso. Y mucho más si le sumamos que para adquirirlo tuvieron que ceder dos selecciones de draft.

¿Será que Golden State podría encontrarle un nuevo destino antes del 28 de junio? ¿O que estarán decidiendo comprarle el resto del contrato antes de esa fecha y permitirle ser agente libre a partir del próximo 1º de julio? Como puede verse, hay varias preguntas que encontrarán respuestas con el correr de los días.

Finalmente, hay otra cosa que debe tenerse en cuenta: el espacio salarial permitido para cada equipo en esta temporada es de $136 millones. Aquellos que superen esa cifra están sujetos a pagar impuesto al lujo a partir de los $172 millones. Pero si la suma de todos los salarios supera los $182.5 millones, deberán pagar un súper impuesto al lujo.

Pero no todo queda allí. Si siguen pagando ese súper impuesto cuando llegue el 1º de julio del 2024, ese equipo no contaría con la posibilidad de excepción salarial de nivel medio ni participar del mercado de 'buyouts'.

Es por eso que este cambio, lejos de mostrarse como una apuesta para ganar un título en esta temporada por parte de Golden State, se vea más como una maniobra defensiva de parte de los Warriors en su intento de reducir masa salarial a favor de tener mayor flexibilidad en el futuro.

Siempre hay que tener en cuenta las dos caras de la moneda cuando se realiza un cambio en la NBA: hay que analizar tanto el factor cancha, como el factor económico. Golden State nos tenía acostumbrados a ser una franquicia que siempre reboblaba la apuesta para ganar títulos. Como cuando sumó a Kevin Durant, sin ir más lejos. Pero los tiempos y, fundamentalmente, las reglas del juego, han cambiado.

El nuevo convenio de trabajo de la NBA ha actuado en contra de la formación de dinastías por parte de los mercados más pudientes. Cinco campeones diferentes en las últimas 5 temporadas, lo certifican. La formación de equipos con 3 estrellas con contratos máximos y jugadores de rol baratos no parece ser el modelo a seguir. Si no, pregúntenle a los Lakers con el experimento LeBron, Davis y Westbrook. O también a los Nets con Durant, Irving y Harden.

Sin embargo, hay equipos como Phoenix que desafían esta teoría sumando 4 contratos máximos entre Kevin Durant, Devin Booker, Bradley Beal y Deandre Ayton. Habrá que ver si les resulta bien.

Golden State parece haber tomado otro camino con este cambio: a la salida del arquitecto de su dinastía, el GM y VP Bob Myers, le sigue este cambio. El tiempo será testigo si este movimiento indica un cambio de rumbo, o si se trata de un simple paso atrás para tomar nuevo impulso y lanzarse de nuevo a conquistarlo todo a punta de billetera.