En ESPN.com elegimos ocho temas destacados para revivir la magia de un torneo fantástico y que terminó con el primero título mundial de Alemania.
Finalizó el Mundial 2023 disputado en Japón, Filipinas e Indonesia, y en ESPN.com elegimos ocho temas destacados para revivir la magia de un torneo que fue fantástico y que terminó con triunfo de Alemania ante Serbia por 83-77 en la gran final.
La victoria significó el primer título mundial para los germanos en su rica historia.
Sin más preámbulo, aquí vamos.
El liderazgo de Dennis Schröder para que Alemania sea campeón
Podemos estar en presencia de uno de los mejores campeones del mundo de todos los tiempos. No solo porque no perdieron ningún partido, sino también porque, a priori, había otros candidatos que lucían más poderosos que ellos. Pero en el deporte, no alcanza con decirlo: hay que hacerlo.
Schröder fue el líder; Franz Wagner, el pincel; Daniel Theis, el trabajo y sacrificio; Mo Wagner, la fuerza y determinación y Andreas Obst, la puntería. Pero mucho más que individuos, fueron un equipo. Compacto, con roles definidos, que tuvo también en Isaac Bonga y Johannes Voigtmann a dos hombres clave en el trabajo sucio.
Lejos quedó la discusión entre el coach Gordon Herbert, de impecable trabajo, Schröder y Theis durante el triunfo ante la Eslovenia de Luka Doncic. A veces, lo que puede parecer un conflicto, es un punto de inflexión para crecer y avanzar. Eso pasó con Alemania. Lo superaron ellos.
Lo vimos todos.
Llegó la hora de la reflexión para Estados Unidos
Siete partidos jugados. Tres derrotas ante Lituania, Alemania y Canadá. El equipo conducido por Steve Kerr no logró ni siquiera una medalla de bronce con 12 NBA en su plantel. "El basquetbol se globalizó en los últimos 30 años. Estos partidos son difíciles, ya no estamos en 1992. Los jugadores son mejores, los equipos son mejores y no es fácil ganar un Mundial o unos Juegos Olímpicos", dijo Kerr en conferencia de prensa tras la derrota ante Alemania.
Se dice que Estados Unidos no le da importancia al Mundial. Pero eso es cierto a medias. Los jugadores de este plantel son estrellas en sus equipos, el cuerpo técnico es de élite, y después de salir séptimos en el Mundial 2019 con Gregg Popovich a la cabeza, ganar los Juegos Olímpicos de Beijing 2021 tras perder un partido en la primera ronda, esto que ocurrió en Japón, Filipinas e Indonesia, más que una señal de alerta, ya es una advertencia a futuro: si no llevan lo mejor de lo mejor, será difícil que vuelvan a ganar.
Lo dijo Kerr, pero lo saben todos: se terminó la época en la que se ganaba con la camiseta. Hay que trabajar los torneos, entrenar duro y dejar de subestimar al mundo. El deporte que alguna vez fue de ellos, ahora es de todos.
Digamos las cosas como son.
Sudán del Sur: el Jamaica Bajo Cero del Mundial 2023
Esta fue, para mí, la mejor historia de la Copa del Mundo. Lo político: Sudán del Sur proclamó su independencia el 9 de julio de 2011. Es el estado soberano más joven del mundo, pero está en guerra civil desde 2013. En esta nación abunda todo lo malo: el hambre, la miseria y los crímenes de guerra recurrentes. Luol Deng, presidente de la Federación, fue el encargado de armar el programa nacional del basquetbol de este país, que ingresó a FIBA el 24 de noviembre de 2013. Se comprometió, luchó, y avanzó siempre. Fichó a su amigo Royal Ivey, asistente de Houston Rockets, como entrenador.
Pero antes, también entrenó a los Bright Stars en dos de las cuatro ventanas de las Eliminatorias Africanas, ya que Ivey no estaba disponible por sus funciones como asistente NBA. El ex alero de los Bulls usó todas sus conexiones para darle lo mejor a la tierra que lo vio nacer. Logró entonces fichar a talentos de nivel NBA como Wenyen Gabriel y el naturalizado Carlik Jones. Surgió Khaman Maluach, un jovencito de 16 años, refugiado en Uganda y formado en una Academia de NBA África, quien jugó esta Copa del Mundo. Se perfila para ser parte del Draft NBA 2025.
Sudán del Sur, que empezó entrenándose en canchas al aire libre que se inundaban, consiguió su boleto a los Juegos Olímpicos de París 2024. Es el triunfo del hombre contra la adversidad, el deporte emergiendo como una flor entre las balas. Un equipo unido, con condiciones, le dio esperanza a un país sufrido que necesitaba una alegría así para tener esperanza. Para creer.
Los milagros deportivos existen. Y éste es un ejemplo claro que perdurará en el tiempo.
El despegue de Shai Gilgeous-Alexander y la redención de Dillon Brooks
Es cierto, Canadá tenía todo para ser campeón y no pudo competir por el título. Sin embargo, en la escalera hacia el éxito, fue una buena experiencia la del equipo de Jordi Fernández, compuesto por gran cantidad de jóvenes que juegan en la NBA.
Confirmamos algo: Shai es una estrella de futuro con grandísimo presente. Es incisivo, creativo, habilidoso y no le tiembla la mano en momentos importantes. Un jugador fantástico que dará muchísimo que hablar en esta temporada con Oklahoma City Thunder. Tomen nota todos los fanáticos de la NBA.
Cambiamos la percepción también sobre Dillon Brooks. El alero de Memphis Grizzlies mostró ser un defensor elite y ayudó mucho a Canadá en momentos cruciales (increíble trabajo en el partido ante Estados Unidos por la medalla de bronce). Demostró que es mucho más que ese personaje polémico que quiso sacar de eje a LeBron James y no solo no cumplió su cometido, sino que terminó pagando el precio de su propia inmadurez. Dice que hace un personaje, pero de ser así, sería ideal que lo modifique. El rol de villano no solo no le suma: lo perjudica.
Canadá tiene mucho futuro. Creo que esta historia no fue un final sino el comienzo hacia cosas más importantes.
Francia y un papelón para el olvido
Lo que ocurrió con Francia en el Mundial 2023 fue una catástrofe deportiva. Sí, es cierto, tuvieron bajas, pero no superar la primera ronda fue un fracaso estrepitoso para un equipo que llegó a la competencia con jugadores de peso de NBA y Euroliga en su plantel, y siendo subcampeón olímpico. "Es una pesadilla para nosotros", admitió el entrenador en jefe Vincent Collet. Y se entiende perfectamente porque, primero, la derrota por 95-65 contra Canadá fue vergonzante, y segundo, perder contra Letonia después de tener una ventaja de 13 en el último cuarto --con un Rudy Gobert para el olvido-- fue lo más parecido a una pesadilla que podemos imaginar.
En los JJOO 2024 serán locales y tendrán una excelente oportunidad de revertir esta pálida imagen. Para hacerlo, tendrán que ir con todo. ¿Qué significa eso? Sumar a este equipo al pick número 1 de Draft, Victor Wembanyama, y a Joel Embiid, quien adquirió recientemente la nacionalidad francesa.
No hay mañana para los bleus.
Luka Doncic es un jugador increíble, pero debe cambiar
Todos disfrutamos con el juego de Doncic. Nadie discute su talento, su habilidad para pasar el balón, su facilidad para convertir, pero hay un tema que tiene que terminar ya: el mundo no gira alrededor de él. Doncic juega como si fuese el Rey Sol. Le pasó en este Mundial con Eslovenia lo mismo que le ocurrió en la temporada pasada con los Mavericks: cuando las cosas no salen, la culpa siempre es de otro. Principalmente de los árbitros.
Doncic tiene que trabajar todos los días en superar esta frustración recurrente. A veces, los otros, son simplemente mejores. A veces, las defensas del rival son limpias. No siempre es falta, no siempre es culpa del contexto.
Aceptar los errores es el primer paso para poder corregirlos.
Si convencen a Jokic, Serbia va ser durísimo de cara al futuro.
Fueron finalistas del Mundial 2023 con un juego de equipo sólido, serio, que se corresponde con las directrices habituales de la escuela balcánica que ha sido siempre ejemplo de esta disciplina. La conducción del experimentado Svetislav Pešić fue fundamental para generar una idea de juego que tuvo en Bojan Bogdanovic a su jugador estrella, pero siempre bien respaldado por el joven Nikola Jović, Nikola Milutinov, Aleksa Avramović y muchos otros.
La durísima lesión de Borisa Simanic, quien perdió un riñón tras un codazo recibido por Nuni Omot en el partido ante Sudán del Sur, fue factor, pero el equipo nunca bajó los brazos y se unió en función de una causa. No alcanzó para ser campeón del mundo, pero de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024, el pronóstico es alentador: ¿Imaginan sumar a Nikola Jokic y Aleksej Pokusevski a este estructura? De lograrlo, estaremos en presencia de uno de los grandes candidatos a quedarse con todo.
Letonia, la gran sorpresa de la Copa del Mundo
¿No estuvo Kristaps Porzingis? No hay problema. Letonia, con el coach Luca Bianchi a la cabeza, destruyó los pronósticos previos y logró meterse en la segunda ronda del Mundial en Manila tras ganar un partido mágico frente a España por 75-69.
No solo eso: de casualidad no se metió en semis tras perder ante el campeón del mundo, Alemania, por 71-69. Una de las estrellas, Davis Bertans, tuvo el triple ganador en sus manos pero lo falló.
El base Arturs Zagars fue una de las grandes revelaciones de este Mundial. No tiene equipo aún y su nombre ya suena en el radar de varios equipos europeos elite e incluso de la NBA.
De todos modos, más allá de las individualidades, Letonia jugó como equipo. Defendió duro y supo repartir el goleo: Andrejs Grazulis, Rolands Smits y Kristers Zoriks, entre otros, fueron importantes a la hora de anotar.
Letonia terminó quinta tras destrozar a Lituania por 98-63 en el partido que definió su posición. Arturs Kurucs hizo 20 puntos y el revulsivo Zagars tuvo récord de asistencias con 17.
Un mérito enorme para un equipo que, siendo sincero, no estaba a priori en el radar de ningún especialista.