El plazo límite para canjes en la NBA ha ido y venido, y con él quedaron conclusiones interesantes sobre el presente y el futuro de varios equipos y jugadores que ponen su atención no solo en esta temporada, sino que en el aumento significativo del tope salarial por más de 20 millones de dólares tras la actual campaña y el inminente arribo de agentes libres de alto calibre como Kevin Durant y Al Horford.
No hubo movimientos sísmicos que cambien al mapa de la liga. Carmelo Anthony, Kevin Love, Dwight Howard y DeMarcus Cousins se quedaron con sus respectivos equipos.
Además, seamos realistas. Los Golden State Warriors y, en menor medida, los San Antonio Spurs, el Oklahoma City Thunder y los Cleveland Cavaliers no solo están un escalón por encima del resto, sino que alquilaron un balcón y miran a todos cómodos desde arriba por cantidad de triunfos y nivel de juego.
Pero bueno, basta de preludios y palabras vacías, repasemos cuales fueron los grandes “ganadores” y “perdedores’ del plazo límite canjes que paralizó a la NBA.
GANADORES
El día comenzó con la incorporación de Jeff Green a cambio de una selección de la primera ronda del Draft (la cual estará lejos de ser preciada) y Lance Stephenson.
El librarse de un jugador impredecible y propenso a ser una montaña rusa dentro de la cancha como Stephenson ya es una victoria de por si, pero el haber conseguido a un veterano que anda inspirado promediando 19,9 puntos con un 52 por ciento de efectividad en tiros de campo es la frutilla del postre para un equipo que necesita recambio.
Green ya no será aquel que era una pieza clave en Boston hace un par de temporadas, pero los Clippers no necesitan a un pilar de la franquicia...simplemente a un contribuyente confiable que sea capaz de encenderse cuando las demás luces del equipo se apaguen en algún momento preciso de la postemporada.
La confianza de este equipo terminó por las nubes tras propinarle una paliza a los Spurs por 105-86 el jueves por la noche. La ilusión está viva en Hollywood después de todo, y los Clippers sueñan con un final de película.
Markieff Morris y los Phoenix Suns
Este seguramente era Markieff Morris tras recibir la noticia de que él se iría de Phoenix directo a Washington D.C. a cambio de Kris Humphries, DeJuan Blair y una selección protegida de la primera ronda del Draft.
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— luna (@lunamariexo) February 19, 2016
El mellizo no podrá jugar con su hermano en Detroit, pero sus ganas de marcharse del desierto eran tan evidentes que se podría decir que los Suns también respiran aliviados al librarse de él y poder comenzar a reconstruirse sin distracciones.
¿Qué reciben los Suns a cambio de un jugador cuyo promedio de puntos por partido ha bajado por 3,7, que apenas disputaba 25 minutos por encuentro y se ha perdido más juegos esta temporada (13) que en las últimas tres combinadas (1)?
Eso es simple. Blair y Humphries son dos veteranos meramente adecuados que de todos modos pueden dar un buen ejemplo y guiar a la base joven del equipo por lo que queda de esta temporada antes de potencialmente quedar libres, por lo que no existe riesgo alguno para ellos.
Además, si los Wizards no clasifican a los playoffs y no consiguen una selección del draft entre los primeros nueve casilleros, Phoenix podría llegar a contar con dos selecciones en el Top 10 del Draft de este año. En pocas palabras, los Suns extirparon un tumor del equipo y se compraron un pasaje a la prosperidad.
En el caso de Morris, él podrá volver a tener un propósito al intentar ayudar a los Wizards a borrar el margen de dos juegos y medio que los separan de los Chicago Bulls, dueños del último pasaje a los playoffs por el momento.
A los Wizards les gusta jugar con alineaciones bajitas poniendo a Jared Dudley como ala pivot titular, pero un Morris motivado les presenta una variante interesante saliendo de la banca contra equipos más grandotes.
El Heat no está pasando por un momento cómodo debido al delicado estado de salud de Chris Bosh, uno de los pilares de la franquicia, y la incertidumbre sobre cómo y cuándo él podría regresar a la actividad.
Sin embargo, Pat Riley maximizó las cartas que él tenía en mano y convirtió a un base de tercer orden como Brian Roberts en la pieza clave para que su equipo por lo menos no tenga que pagar el impuesto por sobrepasar el tope salarial.
Eso requirió todo un proceso casi de malabarista que incluyó mandar a Chris Andersen, el “Birdman” que ya no volaba en Miami, y dos selecciones de la segunda ronda del Draft a Charlotte a cambio de Roberts.
El armador veterano de 30 años ni siquiera tuvo tiempo de buscar traje de baño nuevo, ya que pocas horas después él paso de ser jugador del Heat a ser un Trail Blazer a cambio de alivio financiero.
De yapa, Miami se libró de un jugador de adorno como Jarnell Stokes y recibió 700 mil dólares de parte de los New Orleans Pelicans a cambio de una selección de la segunda ronda del Draft protegida antes del puesto 55.
Para resumir: La base del equipo sigue intacta, y su latitud financiera está mejor que nunca. South Beach no será Wall Street, pero ciertamente fue lo más parecido a ello.
Ojo con los Pistons, un equipo que puede ser sumamente peligroso y se ha potenciado con la llegada de Tobias Harris desde Orlando.
¿Quién es Harris? Un defensor versátil que es muy consistente para ser tan joven a los 23 años de edad, ya que su porcentaje de efectividad en tiros de campo siempre ha oscilado entre un muy buen 45 y 46 por ciento desde que él debutó en Milwaukee en el 2011.
Harris será el ala pivot titular y será un dolor de cabeza para los rivales al lado de Andre Drummond, mientras que la llegada del ala pivot Donatas Motlejunas y el escolta Marcus Thornton desde Houston provee recambio con jugadores que ya saben lo que es llegar a una final de conferencia y potencian a la banca de los Pistons.
PERDEDORES
A veces no hacer nada es la mejor manera de evitar cometer algo peor, pero en el caso de los Celtics esa inactividad lastima lo que pudo haber sido un salto de calidad considerable tanto inmediato como a largo plazo.
Se había hablado tanto sobre como Danny Ainge utilizaría a su cofre del tesoro con siete selecciones del Draft de este año y la posible llegada de Dwight Howard a Boston que nadie se detuvo a considerar que sucedería si Boston no se libraba de ninguna de ellas para mejorar su plantel actual.
Esto es difícil de comprender ya que ellos aparentemente habían ofrecido cuatro para obtener a Justise Winslow el año pasado.
Sé que, por ejemplo, la selección de primera ronda proveniente de los Brooklyn Nets es muy valiosa (sería la tercera de la lotería si la temporada hubiese culminado antes del Juego de las Estrellas), ¿pero acaso no había algún jugador digno equivalente a Winslow para ofrecer un par de otras?
No entiendo por qué Lou Williams y Roy Hibbert siguen jugando para los Lakers.
El contrato de Williams no expira hasta el 2018, pero él es el tipo de jugador que sería útil para cualquier aspirante a los playoffs y/o al título como sexto hombre y tirador. Los Lakers están lejos de ser alguna de esas dos cosas ahora o en el 2018, así que el no conseguir algo a cambio por él fue una falla de parte del gerente general Mitch Kupchak.
Hibbert será un agente libre sin restricciones esta temporada...¿Acaso qué tipo de valor real tiene él para un equipo que va 11-44 y apunta más hacia la primer selección del Draft que el primer puesto de la NBA?
A veces pienso que el mundo está al revés cuando son los Clippers, y no los Lakers, los que parecen ser más coherentes.
Anderson Varejao
Las lesiones lo vienen plagando al grandote brasileño desde hace años, y ahora lo han mandado desde Cleveland (donde soñaba ganar un anillo junto a su amigo LeBron James) a Portland en un canje de tres equipos que trajo a Channing Frye a los Cavs. Los Trail Blazers van séptimos en la Conferencia Oeste pero están lejos de ser contendientes.
En la vida de un basquetbolista, a veces no todos los días son un carnaval.
Pobre Anthony…él siempre parece ser carnada de canje. Desde el 2013, el pivot de 33 años ha pasado de Miami a Boston, luego a Detroit, y justo cuando parecía asentarse en un equipo que iba a los playoffs aunque sin mucho protagonismo lo mandan primero a Houston y luego al purgartorio de la NBA llamado Filadelfia.
A veces la vida te da razones para ser optimista, y en otras te está diciendo que ha llegado la hora de retirarse.
Duncan es y siempre será un Spur, oficialmente intransferible, pero el día más alocado culminó con una conclusión ineludible.
most awkward handshake in the NBA. lolhttps://t.co/XrhZXzSbCe
— MIRO (@WorkOfMiro) February 19, 2016
Te queremos, Timmy, pero a veces hay que aceptar que ser sabio a veces no te deja ser cool.