OAKLAND -- Steve Kerr, coach de los Golden State Warriors, sumó su victoria número 250 el sábado pasado y como recompensa, decidió tomarse un tiempo fuera el lunes.
Durante un tiempo fuera a la mitad del tercer cuarto ante los jóvenes Phoenix Suns, equipo que lo reclutó en 1988 con la segunda selección global del Draft y del que fue gerente general de 2007 a 2010, Kerr le entregó su pizarrón a Andre Iguodala para que encabezara la reunión de los jugadores.
Iguodala se sentó en la silla de Kerr para indicarle las jugadas a sus compañeros, mientras que el coach se quedó a unos metros con sus asistentes.
Conforme avanzó el encuentro, David West recibió también dirigió al equipo por un momento, al igual que Draymond Green, quien no jugó el lunes por un dedo torcido.
Green fue quien dirigió la mayoría de las reuniones en los tiempos fuera del juego.
Ocasionalmente, alrededor de la liga los jugadores quizá sean quienes encabecen la reunión por una pequeña porción de un tiempo fuera, pero la decisión de Kerr de darle totalmente el mando a los jugadores varias veces en un partido no es común.