Hace 15 años, Brasil estremeció el mundo del baloncesto al vencer a Estados Unidos en el partido por la medalla de oro de los Juegos Panamericanos, un resultado que simbólicamente tiene los mismos ribetes de un "Maracanazo'' en el fútbol.

La victoria de Brasil 120-115 fue en Indianápolis, la cuna del básquetbol en Estados Unidos y escenario del campeonato mundial que comienza el 29 de agosto.

Estados Unidos estaba armado con el mejor talento surgido de los torneos universitarios, entre ellos un David Robinson dando sus primeros pasos.

Pero con una actuación magistral de Oscar y Marcel, que entre sí marcaron 77 puntos, Brasil dejó a todos con la boca abierta en el Market Square Arena, acaparó titulares alrededor del mundo e hizo que los estadounidenses se replanteasen las cosas y comanzasen a concebir la formación de los llamados "Dream Teams''.

Hasta el partido por la final, Estados Unidos había derrotado cómodamente a sus rivales y le ganaban a los brasileños 68-54 al irse al descanso.

El resto del partido fue una exhibición de Oscar y Marcel, que se combinaron para encestar 57 de los 66 puntos que hizo Brasil en ese período.

La clave fue la puntería desde larga distancia. Brasil metió diez triples y coló nueve puntos por faltas cometidas al hacer disparos desde la raya de tres.

Estados Unidos, en cambio, se enfrió totalmente, encestando sólo dos de sus 11 tiros de lejos.

Oscar terminó con 46 puntos, siete menos de lo que coló en la victoria sobre Puerto Rico en las semifinales, mientras que Marcel hizo 31.

"El triple hoy en día es un tiro como cualquier otro'', comentó Marcel, quien dirigió al Penheiros de la liga brasileña durante la última temporada. "Ese fue uno de los hitos de ese partido. Empleamos ese recurso y nos sirvió para derrotar a un equipo del calibre de Estados Unidos''.

Muchos, entre ellos Denny Crum, el entrenador de los estadounidenses, sostienen que la falta de experiencia del equipo fue un factor clave en la derrota.

Oscar tenía 29 años en 1987, un año menor que Marcel, y ambos venían jugando profesionalmente en Europa desde que eran adolescentes.

"Fue un duelo de profesionales frente a universitarios'', dice Crum. "Nuestros profesionales les ganaban fácilmente''.

Ese tipo de opinión por primera vez tomó fuerza en Estados Unidos, cuyos quintetos habían sufrido derrotas en varios niveles.

Al año siguiente, en Seúl, Estados Unidos sucumbió ante la Unión Soviética en las semifinales de los Juegos Olímpicos.

Equipos de universitarios representaron a Estados Unidos en el mundial de 1990, así como en los Juegos de la Buena Voluntad, fracasando.

Los mejores jugadores estaban en la NBA, pero no se les permitía actuar en torneos internacionales.

Todo cambió en 1990, cuando la Federación Internacional de Básquetbol, con solamente la oposición de los soviéticos y estadounidenses, decidió abrirle el pasó a las estrellas de la NBA en las olimpiadas y mundiales.

Ese cambio llevó a la creación de los equipos de ensueño y desde entonces Estados Unidos se ha llevado las tres medallas olímpicas de oro que se han disputado.

Pero ningún cambio podrá borrar lo ocurrido ese domingo en en Indianápolis para los brasileños.

"Ese siempre será mi momento de gloria'', dice el legendario Oscar, quien jugó en cinco olimpiadas, fijando marcas de anotación, que difícilmente sean emuladas. "Uno no juega por honores y récords. Se juega por campeonatos''.

Oscar, que actualmente tiene 44 años, jugó el año pasado con Flamengo, en la última campaña. Estará presente en la inauguración la semana entrante del mundial que se realizará en las arenas RCA Dome y Conseco Fieldhouse, ésta última construida en los terrenos donde una vez estuvo el Market Square Arena.

Marcel, que se retiró en 1994, dice que la victoria sobre Estados Unidos sigue siendo un hito en la historia deportiva de Brasil.

"Apenas hace unos días me reconocieron en un centro comercial y me hablaron sobre ese juego'', declaró Marcel.