MÉXICO -- Una vez más la Comisión Disciplinaria de la Liga MX ha demostrado que sirve para muy poco. Ha perdido una gran oportunidad de imponer una sanción ejemplar a Juan Arango por la mordida a Jesús Zavala. Dos partidos es auténticamente ridículo, y el próximo que haga semejante barbaridad ya sabe cuál es la cuota.
¿Cuáles fueron los cinco temas más comentados de la Copa del Mundo Brasil 2014 en nuestro medio? Selección mexicana, la goleada de Alemania a Brasil, Lionel Messi buscando el título mundial, el fracaso de España y la mordida de Luis Suárez.
Sin duda el caso Suárez estuvo entre los cinco o tres más mencionados. Sin embargo, a la brillante Comisión Disciplinaria no se le ocurrió incorporar esa posibilidad a su reglamento de sanciones. ¿Entonces para qué está? ¿Nada más para aplicar un tabulador en función de lo que reporte cada árbitro jornada a jornada sin el más mínimo criterio?
Además de sancionar, también debería estar para prevenir, para anticipar situaciones. Hoy se protegen diciendo que el término "mordida" no está en el reglamento. Seguro les pasó de noche el Mundial de Futbol.
No tengo nada en contra de Juan Arango, cuyo profesionalismo está fuera de toda duda durante la década y media de carrera que lleva. El cuestionamiento es para la Comisión Disciplinaria y su inoperancia, que, al igual que en los casos 'Tuca' Ferretti, Tomás Boy o Rubens Sambueza cuando agredió a un árbitro, ha dejado de enviar un mensaje contundente a sus agremiados.