ARLINGTON, Texas - La actitud de Prince Fielder no va a cambiar a sin importar lo bajito que ande su promedio de bateo.
Así que pueden dejar de esperar eso.
Su ética de trabajo tampoco va a cambiar - por lo menos no en esta vida.
Pero él quisiera que sus resultados miserables - promedio de .192 con tres jonrones y 29 impulsadas - en los primeros dos meses de la temporada cambien rápidamente. Pero Fielder sabe que no puede esperar que su producción vaya a mejorar solo por desearlo porque esperar cambios sin trabajo es una locura.
"No puedo sentarme a golpearme a mí mismo", dijo Fielder el miércoles, "porque ya hay suficientes personas haciendo eso. Yo no necesito hacerlo también.
"Estoy intentando ser un adulto sobre esta situación. Solo por el hecho de no conseguir un hit no significa que uno tenga un mal turno y solo por haber conseguido un hit no significa que uno haya tenido un buen turno. Estoy trabajando para ello. ¿Qué más puedo hacer? Eso es lo que es".
Ahora mismo, no es algo bueno.
Fielder, que batea de por vida .283, se encuentra en medio de su mala racha más prolongada de su carrera de 12 temporadas.Fielder ha pasado la mayor parte de su carrera como tercer o cuarto bate en la alineación como uno de los bateadores más temidos en el béisbol.
Ha bateado más de 30 jonrones en seis ocasiones y más de 40 dos veces. Todo eso parece que ocurrió hace una eternidad. Los Vigilantes esperan más de Fielder, de 32 años y a quién le quedan cuatro temporadas y $72 millones en su contrato.
Y ellos van a necesitar mucho más de su parte para seguir en la cima del Oeste de la Liga Americana y mantenerse con el mejor record del más joven de los circuitos.
"Él no está contento. Él sabe quién es él y lo que quiere ser, y está trabajando muy duro para volver a eso", dijo el manager Jeff Banister. "Me encanta su determinación".
Banister envió a Fielder a la banca - el manager lo catalogó como desconectarse - por dos juegos la semana pasada para despejar la mente del toletero. Cuando volvió a la alineación el lunes, Fielder fue colocado como sexto bate - el puesto más bajo en la alineación en el que ha estado desde 2006 - pero él hizo un pequeño ajuste a su swing.
"Algunas veces, uno pone el bate abajo para aclarar su mente y limpiar sus ojos", dijo Banister. "Uno puede entrar a la jaula y tomar un millón de swings o puedes entrar y tomar las cosas con calma - encontrar tu ritmo y tu tiempo.
"Algunas veces el sólo tomar pitcheos, seguirlos - hacer swing y seguirlo, hacer swing y seguirlo - y ser paciente rinde frutos. No se trata solo de batear una pelota desde un tee. No se trata solo de hacer bateo suave. Es batear ante una máquina. Es video, y algunas veces, uno tiene que ser lo suficientemente atrevido para alejarse del bate por un tiempo".
En vez de golpear con la punta del pie para iniciar su swing, ahora mantiene su pie delantero todo el tiempo en el suelo en el swing. El resultado: dos hits el lunes. Fue apenas su sexto partido de la temporada con más de un hit. Para esta misma época el año pasado, ya tenía 29 partidos con más de un hit.
Pero luego de poncharse tres veces el martes y conectar par de elevados débiles en sus primeros dos turnos oficiales el miércoles, el golpe del pie volvió en la octava entrada y Fielder conectó sencillo al central.
"La mayoría de los atletas son perfeccionistas. Cuando las cosas van mal, ellos quieren trabajar más duro", dijo Banister. "Pienso que Prince ha hecho un muy buen trabajo tratando de trabajar de forma más inteligente - analizando su swing donde está su ritmo y siendo lo suficientemente atrevido como para hacer un ajuste.
"No existen muchos jugadores en este punto de sus carreras que tengan los numerous que él tiene y que intenten ajustes como esos".
Fielder, como podría esperarse, ha perdido confianza en el plato. Él todavía confía en su habilidad, pero ya no confía en sus ojos.
Le está haciendo swing a pitcheos malos, quedándose atrás en los conteos. Entonces, debido a que se preocupa por haberle hecho swing a pitcheos malos, entonces le hace swing a un pitcheo bateable para un strike. Y cuando le hace swing a un buen pitcheo, se pone tan ansioso que no logra conectarla con la parte más gruesa de la pelota.
Es un círculo vicioso, y podría ser el responsable de la inhabilidad de Fielder para batear rectas en esta temporada, especialmente por el hecho de que Banister insiste que Fielder no ha perdido velocidad en su bate.
De acuerdo con ESPN Datos, Fielder ha bateado más de .300 ante las rectas cuatro veces desde 2009, y nunca ha bateado menos de . 269 (2013). El año pasado, bateó .338 ante las rectas.
En esta temporada, batea .210 ante las rectas.
"No me puedo enojar", dijo Fielder. "Solo tengo que seguir trabajando. Además, estamos ganando y eso es lo más importante. Tenemos un buen equipo".
Jurickson Profar, quien puede jugar en cada posición del cuadro y como designado, ha forzado su entrada a la alineación cuatro veces por semana y Joey Gallo permanece en Triple-A con promedio de .287, 10 jonrones y 27 RBI.
Los fanaticos piden a gritos un cambio en las redes sociales.
"Los fanáticos tienen que invertir dos cosas: sus emociones y su dinero", dijo Banister. "Pero mi inversión es más profunda. Yo invierto en la persona. Además miro los hechos y los sentimientos.
"Yo evalúo a estos chicos diariamente. Queda en mis manos el tomar decisiones para ayudar a que este equipo gane - y no solo se trata de las pelotas y los bates. Es el elemento humano".
Banister le dará a Fielder cada oportunidad de reestablecerse a sí mismo como uno de los mejores bateadores en el deporte debido a su largo historial de éxito.
Pero el manager no va a esperar para siempre. No puede hacerlo.